FÓRMULA 1

Adrian Newey no ha tocado (ni hay intención de que toque) el coche de Fernando Alonso de este año

El ingeniero se centró hace tiempo en 2026 y su impacto esta temporada será nulo. El equipo calcula luchar por la P13-P14 en un fin de semana agradable.

Fernando Alonso y Adrian Newey, durante la presentación del ingeniero./ASTON MARTIN
Fernando Alonso y Adrian Newey, durante la presentación del ingeniero. ASTON MARTIN
Jorge Peiró

Jorge Peiró

"Que este año nadie espere milagros". Seis palabras resumen el 2025 de Aston Martin. No es derrotismo ni mentalidad de equipo pequeño. Simplemente, puro realismo teniendo en cuenta el contexto que rodea a la escudería de Silverstone, muy bien posicionada para colocarse arriba en Fórmula 1 dentro de un tiempo indeterminado (imposible de atinar) pero con un presente incierto e inestable.

La situación deportiva no la arreglará el genio Adrian Newey, fichaje galáctico que inauguró su despacho el pasado 3 de marzo. Según ha podido saber Relevo, el impacto del británico en el coche de Fernando Alonso de este año será nulo. Es decir, no ha puesto la mano encima del AMR25, el coche más lento de la parrilla el pasado fin de semana, ni hay intención de que lo haga. Consideran una pérdida de tiempo y recursos levantar un bólido que no es de su cosecha para ganar apenas un par de décimas que permitan pasar a Q2. Saben que su actual monoplaza se quedará lejos de su máximo potencial y su plan mira al futuro.

Adrian Newey, durante su presentación en Silverstone. ASTON MARTIN
Adrian Newey, durante su presentación en Silverstone. ASTON MARTIN

Las cuentas no salen y 2026 asoma. "No tiene sentido, sería hacer un coche nuevo y eso es imposible", revelan a este medio fuentes de la escudería sobre un monoplaza en el que Newey, presentado el diez de septiembre ante una tremenda expectación, no ha tenido impacto durante su diseño. A pesar de los "vistazos" al coche de este año de los que habló Alonso, se decidió primar la lógica en la gestión de recursos y el límite presupuestario y mirar hacia adelante. El AMR25 se trata de un monoplaza 100% Dan Fallows que está defraudando y que se ha asentado, tras cuatro Grandes Premios, en la parte baja de la tabla.

Ese "alma libre indomable" que dijo el español que es Newey, ya tiene rumbo. La escudería británica considera que Newey llegó en unos plazos donde no da tiempo a encauzar los males del AMR25. Consideraron más sensato destinar su recurso más valioso, la mente del ingeniero, a latemporada que viene. Otra fuente del equipo habla de "algún detalle muy mínimo" en caso de que al británico le dé por asomarse en 2025. El bólido se atascó en Imola el año pasado y, desde entonces, no ha podido remontar. El señalado año 2026, primer curso con nueva normativa y último de contrato firmado por Alonso, será el arranque del legado del genio de Silverstone. Recordar que los primeros bocetos del próximo monoplaza no le pertenecen pues apenas lleva un mes y una semana trabajando en la fábrica.

El aerodinamicista, por cierto, llegó con un cargo con tintes de directivo para gestionar el organigrama de la estructura a su gusto, además de implantar sus esperadas ideas en el coche. Se espera que diseñe y también delegue pero, sobre todo, que reconfigure el equipo como estime, como accionista que es. Que el británico no intervenga en el monoplaza actual no es una decisión flor de un día. Tampoco es una reacción en forma de 'calentón' al flojo rendimiento en pista visto ahora: solo ha sumado diez puntos en cuatro citas.

La decisión viene de meses atrás y fue meditada por la escudería. Mientras tanto, en la fábrica se habla de año de "transición". Es el término empleado para describir un 2025 que se hará largo y donde tendrán que resistir con lo que tienen como buenamente puedan, a pesar de las mejoras previstas que aterrizarán en el Gran Premio de Imola. Este medio ya adelantó el calendario de piezas nuevas que manejaba el equipo británico.

P13-P14 y veinte largas carreras

En Italia, esperan ganar esas famosas "dos décimas" de las que habla Alonso para ganar "siete u ocho posiciones". Será en Imola o no será, en una parrilla extremadamente apretada. Después de este triplete europeo, abandonarán el desarrollo del AMR25 para centrarse en la temporada que viene, con Newey a la cabeza. En el seno de Aston Martin recuerdan que en la Fórmula 1 las cosas no cambian tan rápido: tienen todo para triunfar (túnel de viento, simulador y los recientes edificios dos y tres de una fábrica de lujo) pero encajar las piezas requiere tiempo. "Ahora estamos empezando a trabajar con las nuevas herramientas", insisten.

Por ello, para 2025, esperan sumar los máximos puntos posibles, siendo conocedores de que, en un circuito más o menos favorable como Yeda, rondarán la P13-P14. Sino, estarán todavía más atrás, como en Baréin, con curva lenta. "Será difícil coger puntos, este coche no estaba para puntuar", confesó ayer el bicampeón tras terminar decimoquinto. Tienen que hacerlo todo perfecto para poder empezar a hablar de puntos pues Williams, Haas, Racing Bulls y Alpine no aflojan. Solo Sauber parece a la par de Aston Martin, al menos tras lo visto en Baréin. Y todavía restan veinte pruebas...

Pedro De la Rosa, embajador de Aston Martin, confirmó en DAZN durante el Gran Premio de Baréin, una decisión que lleva tiempo tomada: "Newey está centrado exclusivamente en el coche de 2026". Todo pese a ciertos mensajes confusos, a caballo entre este año y el que viene, lanzados públicamente desde la escudería este año. "Está motivado para 2026, está preparando para lo que viene la próxima temporada pero con un ojo en lo que hacemos cada finde", confesó Alonso en la rueda de prensa previa al Gran Premio de China.

"Está más centrado en el coche del año que viene, pero estoy seguro de que sigue las carreras y las reuniones en la fábrica. Obviamente, no puedes estar completamente desconectado del coche de este año. No tengo conocimiento de grandes ideas por parte de Adrian para el coche de este año", insistió el asturiano. El caso es que Newey mira a 2026 y más allá. El tiempo que tarde en triunfar ya es otra historia.