FÓRMULA 1

El Alpine harta a Alonso en México: "Otra vez mi coche, como siempre"

Fernando Alonso tuvo que abandonar la antepenúltima carrera de la temporada después de haber sido el mejor del resto y tener la séptima plaza asegurada.

Fernando Alonso se baja enfadado de su Alpine en México. /DAZN F1
Fernando Alonso se baja enfadado de su Alpine en México. DAZN F1
Sergio Lillo

Sergio Lillo

24 horas que cambiaron la expresión de la cara de un bicampeón del mundo de Fórmula 1. 1440 minutos que desbordaron el vaso de una temporada complicada y desalentadora. Fernando Alonso volvió a tener que abandonar por un fallo de motor en el GP de México y es el séptimo cero que suma en un año en el que Alpine no ha sido capaz de darle un monoplaza ya no ganador, al menos fiable. El sábado aseguró que quería darlo todo por el equipo de su vida "hasta la última carrera"; este domingo apuntó: "Solo quedan dos carreras".

La jornada lucía prometedora para el piloto asturiano, después de completar una gran arrancada y superar a Bottas y a Norris en las primeras curvas. El séptimo puesto le situaba como el mejor del resto, por detrás solo de los Red Bull, los Mercedes y los Ferrari. Y el asturiano lo gestionó a la perfección, aguantando el envite inicial del finlandés por intentar recuperar la posición y alargando la vida de sus neumáticos medios, después. Incluso llegó a decir por radio "creo que vamos bien con cualquier neumático; el coche parece que va bien hoy", cuando su ingeniero le preguntó si quería montar los duros hasta el final.

Antes de entrar en boxes a cambiar las gomas había llegado a rodar quinto, pero los problemas empezaron, según reconoció tras la carrera, unas vueltas después de su parada. "Increíble, colega, increíble. Vaya temporada; vaya temporada", soltó por radio. El Alpine empezó a perder ritmo por un fallo en un cilindro y terminó de romper el propulsor a seis vueltas de la bandera a cuadros. Un nuevo desastre en un año en el que el español se ha empeñado en luchar contra los elementos.

"A mitad de carrera más o menos iba cómodo. Tanto en Austin como aquí creo que estaba haciendo las mejores del año. Iba como 30 segundos por delante de Ocon y de los McLaren. Pero perdí un cilindro y fui solo con cinco [de los seis que tienen los motores V6] durante casi 20 vueltas, haciendo medio el ridículo y al final se rompió, que era lo mejor", reconoció en los micrófonos de DAZN F1.

"Quería parar hacía tiempo, pero el equipo quería ver si había un Safety Car o algo y por un milagro nos manteníamos en los puntos. Así que otra vez solo al coche #14, como siempre, y la verdad es que estoy muy decepcionado".

Y es que es la cuarta vez esta temporada que Alonso tiene que abandonar una carrera por problemas de fiabilidad en su monoplaza. Por el contrario, su compañero, Ocon, solo ha tenido que retirarse en dos ocasiones. Así, la distancia entre ambos en el Mundial asciende a los 11 puntos y McLaren se acerca a solo 7 de Alpine. En juego está el cuarto puesto del campeonato de constructores y los millones de euros que le diferencian del quinto lugar.

"Aun así, estoy contento con la actuación personal de cómo fue la carrera, mucho mejor que ayer, con buen ritmo hoy y otra vez que el coche #14 que se para. Pero bueno, solo quedan dos", concluyó un apesadumbrado Alonso.

Otmar Szafnauer, jefe de equipo de Alpine, reconoció que la fiabilidad puede llegar a ser determinante en su batalla con McLaren, pero confía en que solucionarán sus problemas en las próximas dos semanas: "Desgraciadamente, Fernando sufrió el fallo de un cilindro en la vuelta 52 y tuvo que gestionarlo con solo cinco, lo que le dejó sin una importante cantidad de potencia. Al final, el problema le obligó a abandonar. Sabemos que la fiabilidad va a ser la clave de nuestra batalla en el campeonato y es algo que nos decepciona después del alto nivel de rendimiento de las últimas carreras. Confío en que podamos solucionar estos problemas para las dos últimas carreras".

Por delante, como él se ha encargado de recordar, solo dos citas más con el que fue el equipo de sus dos títulos, pero que hoy no es ni la sombra de aquella escudería liderada por Flavio Briatore y el piloto asturiano, que plantó cara a Ferrari y al todopoderoso Michael Schumacher.