El aspecto psicológico que atormenta a Lando Norris desde hace años y lo limita en la lucha por el título: "Estuve deprimido mucho tiempo"
El piloto de McLaren se abrió en The Times acerca de su mentalidad.

Hace ya siete temporadas que Lando Norris (25 años) se sumergió en el apasionante y cruel (a partes iguales) de la Fórmula 1. Seis años desde que aquel adolescente británico de 172 centímetros y constitución delgada, con más cara de crío si cabe que ahora, desembarcó en un gigante dormido como lo era entonces McLaren. Casi por sorpresa, este gigante despertó el año pasado después de una década para proporcionar a Norris una máquina digna de ganar sendos campeonatos de constructores y pilotos. El primero terminó en las vitrinas de Woking, pero el segundo... ni por asomo.
El de Glastonbury mostró sus costuras rotas en su mano a mano con Max Verstappen: una flojera indigna de un campeón mundial, carente de sed de sangre e incapaz de lidiar con la presión de los focos que acabaron dándole el cuarto título al neerlandés. Pero no es nuevo. El inglés ha reconocido en una entrevista con The Timessu particular lucha con los focos y la presión que proyectan sobre él.
En 2024 pareció destaparse materializando en victoria la primera carrera en la que esta se le puso a tiro. Parecía que Miami sería el Gran Premio del relevo, pero una serie de errores lo condujeron a no apostar suficiente fuerte por el título. Este año, más de lo mismo. Ganó la primera cita, en Australia, pero Oscar Piastri (en China y Baréin) y Verstappen en Japón han eclipsado su figura. Sus polémicas declaraciones tampoco han ayudado... El británico copó los medios de comunicación con una serie de declaraciones críticas con su monoplaza,a pesar de que su compañero se encargó de dominar todo el fin de semana. No lo han dejado en buen lugar.
En su charla con el periódico inglés, reconoció que su problema para lidiar con las críticas no es nuevo. Desde que en 2019 entró a la disciplina de McLaren comenzó a sentir las miradas sobre sus pasos. Aseguró que esto le provocó estar "deprimido mucho tiempo". "Hablé sobre el aspecto de la salud mental y las dificultades que tuve, especialmente en los dos o tres primeros años de mi carrera en la Fórmula 1", algo a lo que finalmente se ha "adaptado" con el tiempo.
"A algunas personas no les afecta en absoluto. A otras les afecta mucho", aclara, diferenciándose de personas como el propio Max Verstappen y su famosa "f*** you mentality", la cual lo ha llevado a lo más alto del deporte. Él no es así, nunca lo ha sido y nunca lo será, como ya dejó claro en entrevistas recientes en las que afirmaba no necesitar "colmillo" para ser campeón. Su camino al éxito reside en su "habilidad natural" para la conducción y "su apertura y humildad al recibir comentarios y críticas", como reconocen varias fuentes en el artículo de The Times.
Las cámaras lo abruman todavía hoy, pero algo ha cambiado para Norris. Al volante del mejor coche de la parrilla (aunque le cueste reconocerlo) se siente preparado para asaltar el Mundial y ser considerado como el principal candidato a llevárselo. "Este es el año. Quiero ver si puedo hacerlo", concluye en la entrevista. Todo se reducirá a lo que sea capaz de demostrar a su equipo, donde comparte box con un piloto descontento con su rol de segundón y a todos los detractores que siguen dudando de su potencial mental.