'En el barro', con papeles en mano y entre una nube de periodistas... Christian Horner encarna al jefe ideal en Fórmula 1
El británico mostró la telemetría de Verstappen a la prensa para convencerles de la injusticia de la sanción.

Dieciséis teléfonos móviles y seis grabadoras, para los más vintage. Decenas de periodistas junto a él. Algunos jóvenes y muchos veteranos, todos le escuchan con atención como si de un predicador se tratara. Los rostros de algunos de ellos, en ese espacio reducido donde se congregan, reflejan extrañeza. Tal vez porque las explicaciones no terminan de convencerles.
El caso es que Christian Horner, Team Principal de Red Bull, escribió tras la carrera del Gran Premio de México un capítulo de cómo ser el jefe ejemplar de un equipo de Fórmula 1. Su defensa a capa y espada de las sanciones, injustas para él, a Max Verstappen ha pasado a la historia. El británico agotó todo el tóner de su impresora para llenar varios folios de color negro con el fin de mostrar la telemetría de Lando Norris. Ese fue su principal argumento.
Horner fue a muerte con su piloto. Como debe ser. Aun sabiendo que defender las artes del neerlandés en pista era casi misión imposible. El tricampeón del mundo echó a su rival por el Mundial en la curva cuatro y, más tarde, en la ocho. Se llevó 20 segundos de sanción difíciles de discutir. Respecto al castigo, ha habido unanimidad de criterios... hasta que llegó el jefe de Red Bull.
Christian Horner presented telemetry comparing the quickest lap of Lando Norris vs the lap he battled Max to show that he was entering T4 15 km/h quicker and would not be able to make the corner without going off track. #AMuS #F1 #MexicoGP pic.twitter.com/x2oZWUwdMY
— Tobi Grüner 🏁 (@tgruener) October 27, 2024
Horner demostró, con papeles en mano, que Norris entró colado en la curva cuatro cuando quiso adelantar a Verstappen. Según él, nunca hubiera hecho la curva y la sanción era injusta. Se apoya en que el piloto de McLaren entró 15km/h más rápido a esa curva que en su vuelta más rápida y que jamás hubiera podido completar esa maniobra sin salirse de pista.
Lo cuentan algunos periodistas presentes como Tobi Gruner, de Auto Motor und Sport. Horner, sin embargo, no mostró imágenes de la telemetría de la siguiente acción polémica, la de la curva ocho. Ahí Verstappen arrinconó a Norris contra el muro y casi se termina la carrera para ambos. El mensaje del jefe del neerlandés es claro: su Red Bull lleva mucho sin ser rápido y cada detalle cuenta.
Extraordinary scenes in Christian Horner's media session..
— The Race (@wearetherace) October 27, 2024
He brought out telemetry of Lando Norris's fastest lap at Turn 4 versus the lap of his clash with Max Verstappen to argue that Norris was never going to make the corner and Verstappen's penalty was unfair.
📸… pic.twitter.com/sFp0BnugBI
Hay que pelear cada punto porque las están pasando canutas desde hace demasiado: no ganan una carrera desde mayo y no dejan de crecerles los enanos. Si no es por el talento y el instinto de supervivencia de Verstappen, no ganarían ni el Mundial de Pilotos, que parece atado. El de Constructores, mientras, ya se da por perdido y todo apunta a que serán terceros, detrás de McLaren y Ferrari.
Bronca al novato
Mientras todo son problemas en Red Bull, su Team Principal decidió bajar al barro a protestar una sanción que se mantuvo intacta. Verstappen terminó sexto pero ahí queda el gesto de Horner defendiendo a su estrella. Enfocado también de cara a la galería, no obstante, cualquier empleado querría un jefe que le apoyara así.
El británico dejó otro capítulo de cómo liderar una escudería en México, cuando llamó a su despacho al joven Liam Lawson, piloto de su equipo filial que redebutó en Fórmula 1 hace un par de carreras. El neozelandés tuvo sus más y sus menos en pista con Checo Pérez, al que le sacó el dedo cuando lo adelantó, con Franco Colapinto, con Carlos Sainz, etc. El caso es que se peleó con media parrilla y Horner le instó a cambiar de actitud en privado.