FÓRMULA 1

Red Bull se acerca al Olimpo de la Fórmula 1 con el Mundial más temprano de la historia

La escudería conquista el título de constructores con seis carreras de antelación en el GP de Japón.

Max Verstappen y varios mecánicos de Red Bull celebran el título de campeones de constructores. /Getty Images
Max Verstappen y varios mecánicos de Red Bull celebran el título de campeones de constructores. Getty Images
Óscar Méndez

Óscar Méndez

Era cuestión de tiempo que Red Bull ganase el Mundial de constructores. Su superioridad manifiesta esta temporada ha vuelto a quedar patente en Japón, con la 13ª victoria de Max Verstappen, líder destacado del campeonato de pilotos, esta temporada. El abandono de Pérez fue la nota negativa para la escudería austriaca, pero el cero del mexicano no les privó de conquistar su segundo título por equipos consecutivo y acercarse al Olimpo de la F1.

Tras engordar sus vitrinas en 2022, este año han ido un paso más allá. No solo han repetido como el mejor equipo de toda la Fórmula 1, sino que han arrasado por completo a todos sus rivales. Red Bull está celebrando en Suzuka el sexto campeonato de su historia cuando todavía quedan seis carreras por delante más otras dos pruebas al sprint. Un dominio sin precedentes en los 73 años de historia de la categoría.

Ha habido otros equipos dominadores a lo largo de un mismo curso en el Gran Circo. Mercedes lo hizo en varias ocasiones durante la pasada década, Brawn GP en 2009, la propia Red Bull lo hizo con Vettel o Ferrari en los primeros años del siglo XXI. De hecho, en 2004 la escudería italiana se llevó el Mundial de constructores con cinco carreras de adelanto, récord absoluto en la Fórmula 1 hasta hoy, cuando Red Bull se ha llevado el trofeo con seis citas de antelación.

El conseguido este domingo les acerca a los grandes equipos que han dominado este deporte. Son sextos en la clasificación histórica y su siguiente objetivo son los siete títulos que ganó Lotus en las décadas de los 60 y 70. Por delante aparecen Mercedes y McLaren (8), Williams (9) y Ferrari (14). Todos ellos, constructores legendarios. Nadie les habría dicho a Dietrich Mateschitz y sus chicos jóvenes y díscolos que lograrían acercarse a estas escuderías cuando comenzaron su proyecto allá por 2005 como un equipo divertido, juvenil y desenfado.

Antes de convertirse en uno de los equipos más dominantes de la F1, Red Bull fue patrocinador de otros como Sauber o Jaguar. En 1995 dieron un paso más al convertirse su dueño, Dietrich Mateschitz, en accionista mayoritario de Sauber, con lo que su logotipo lucía de manera muy visible. Sin embargo, no fue hasta 2004 cuando se hicieron con Jaguar y llegaron como equipo propio al Gran Circo la temporada siguiente.

Y en estas casi dos décadas han alcanzado el éxito en numerosas ocasiones. Porque no son solo seis títulos de constructores los que acumulan los austriacos, sino también otros tantos Mundiales de pilotos a la espera de que Verstappen certifique su tercer entorchado en las próximas semanas. Además, suman 107 victorias, casi un 30% de todas las carreras que han disputado. Y la ambición es máxima entre los austriacos. Quieren más y tienen las armas para conseguirlo en años venideros.

"El coche ha sido más dominante este año, más previsible, aparte de Singapur, pero en todas las carreras hemos tenido un coche muy, muy bueno. Es una temporada increíble para todos los que formamos parte del equipo y sí, estoy muy orgulloso de formar parte de ella, pero también de trabajar con toda esta gente increíble aquí en el circuito, pero también en la fábrica. Estas personas no se ven en el circuito, pero trabajan muy duro para asegurarse de que nuestros coches estén siempre en las mejores condiciones, evolucionen a lo largo del año y estén lo mejor preparados posible para el año siguiente", apuntó Verstappen en Suzuka.

"Creo que todo el mundo conoce muy bien su papel y, por supuesto, es bueno en lo que hace. Pero lo que más destacaría es la comunicación y el trabajo en equipo para lograr un resultado como este".