FÓRMULA 1

Red Bull arruina otra carrera y su academia ya da muestras de agotamiento

Siete pilotos han pasado por el equipo de las bebidas en la última década.

Lawson solo ha durado dos carreras al lado de Verstappen./REUTERS
Lawson solo ha durado dos carreras al lado de Verstappen. REUTERS
Jorge Peiró

Jorge Peiró

Los nombres propios de la semana en Fórmula 1 son Yuki Tsunoda, Liam Lawson y Max Verstappen pero el sustantivo más empleado es 'trituradora'. Cansa tanto leerlo que ni figura en el titular de esta pieza. Fagocitar o devorar también definen el modus operandi del equipo Red Bull con sus pilotos. Uno detrás de otro, sin rumbo. El último intercambio de pilotos, entre el japonés y el neozelandés, agudiza su crisis.

Nombre tras nombre. Subidos y bajados del coche en poco tiempo. En concreto, siete pilotos han pasado por la escudería de las bebidas energéticas en la última década: Daniil Kvyat, Alex Albon, Pierre Gasly, Daniel Ricciardo, Sergio Pérez, Liam Lawson y, ahora, Yuki Tsunoda desde el Gran Premio de Japón, su carrera de casa.

Que el neozelandés haya durado dos carreras confirma que la culpa la tiene un monoplaza que solo Verstappen es capaz de domar. No es que esté diseñado por y para él, es que su sensibilidad única y su estilo de pilotaje, más sobrevirador, se ha adaptado mejor. Ahí están los resultados, tanto los cuatro mundiales del neerlandés como los trompos, salidas de pista y accidentes de sus excompañeros lo dejan claro.

Gasly apenas duró doce carreras, Albon, veintiuna, Lawson, solo dos. Todos son cadáveres en una lista a la que se sumó Pérez el año pasado, tras protagonizar una temporada para el olvido. Pocas veces se ha visto a un piloto sufrir tanto y mostrarse tan incómodo con el monoplaza como al mexicano en 2024. El entorno de Verstappen, tal y como publicó este medio, cuestiona ahora su despido en diciembre y apunta a los males del monoplaza.

Una reflexión de Albon, actual compañero de Carlos Sainz en Williams, ayuda a entender el quebradero de cabeza que azota a la escudería austriaca: "Siempre se dice que el coche está hecho a su alrededor, que él decide todo como pasaba con Michael Schumacher en Ferrari, que ha creado el equipo a su alrededor. La realidad es que el coche es lo que es, lo que acaba pasando es que tiene un estilo de pilotaje único, no es fácil adaptarse. Mi estilo es un poco más suave aunque me gusta centrarme en el eje delantero, Max también, pero su nivel de sensibilidad está un nivel por encima del resto. Es como cuando subes al máximo el nivel de sensibilidad en un videojuego".

Todos los pilotos que son descendidos desde Red Bull al equipo filial terminan saliendo de la estructura. A este paso, el talento del que siempre han presumido se les agotará. Su prolífica academia de pilotos, de la que forma parte Pepe Martí en Fórmula 2, es cada vez menos brillante. ¿Qué ocurrirá si Tsunoda no rinde en las próximas carreras? Tanto el español como Arvid Lindblad, compañero en Campos Racing para el que se pidió hace poco una excepción en la superlicencia, ganarían enteros para subir.