Red Bull escucha las plegarias de Max Verstappen y le aleja de Tik Tok y compromisos publicitarios: "No disfruto con esas tonterías"

Max Verstappen lleva tiempo harto. El campeón solo quiere pilotar y ser el más rápido pero no le dejan. La etiqueta de Gran Circo tiene sentido, precisamente, por algunas payasadas, según el neerlandés "tonterías", que lo rodean a diario. El piloto de Red Bull siempre ha manifestado que, si por él fuera, se pasaría el día en un coche de carreras, ya sea en pista o en el simulador, y huiría de todo lo demás: promociones obligatorias, redes sociales y compromisos con patrocinadores.

Tras negociar con Red Bull, Verstappen se ha adjudicado una pequeña victoria y rebajará su actividad fuera de pista. Se alejará de todas esas obligaciones de piloto que entiende como distracciones, según publica el periodista Erik van Haren, muy cercano al entorno del tetracampeón, en De Telegraaf. De hecho, el Gran Premio para los pilotos arranca el miércoles, con obligaciones de marketing que les imponen las escuderías, y no el jueves como sucede con el resto del paddock.

Verstappen conoce de sobra cómo funciona el mundillo. Lleva diez años en Fórmula 1 y sabe perfectamente lo que hay. No obstante, en su caso, tiene que lidiar con exigencias especiales de una marca global como Red Bull, algo que no ocurre con otras estructuras menos mediáticas de la parrilla. A partir de ahora, tras hablar con el equipo de las bebidas, se limitará a compromisos en los que se sienta cómodo.

"Disfruto especialmente trabajando en cosas más serias y productivas. No con esas tonterías, realmente no me gusta eso", aseguró Verstappen en Melbourne sobre los típicos videos que suben las escuderías a sus redes sobre las mascotas de los pilotos o su comida favorita en un tono humorístico. No le agrada la idea de grabar ese tipo de contenido. "Preferiría que publicaran cosas que fueran constructivas y de las que la gente tal vez pueda aprender algo, en lugar de videos para Tik Tok y similares".

Las entrevistas breves al entrar al circuito, con el propio equipo audiovisual de Red Bull, ya son cosa del pasado, aseguran desde Países Bajos. Verstappen echa de menos el contenido de redes sociales de hace años. "Mira, en el pasado solíamos hacer buenos vídeos con Daniel (Ricciardo), pero las redes sociales en aquel entonces, en 2016 y 2017, me parecían distintas a como me parecen hoy. Ha cambiado bastante y es menos agradable ahora", dice, refiriéndose al ambiente cada vez más tóxico de Internet.

Esta concesión del equipo que ha dominado la Fórmula 1 en los últimos años llega en un momento delicado en el aspecto deportivo. A Verstappen se le acumulan los problemas en pista pues su coche, desde el pasado mes de mayo, solo ha hecho que sumar taras y volverse más lento. McLaren, Ferrari y, en algunos tramos también Mercedes, se volvieron más rápidos y, este año la tendencia no parece cambiar.

Al campeón se le está viendo incómodo en su monoplaza durante el primer Gran Premio de la temporada, disputado el Australia. El discurso pesimista de Red Bull es realista, conocedores de que tendrán que apretar los dientes y de que hace mucho que dejaron de ser los más rápidos. Solo le faltaba al neerlandés llenarle el calendario de grabaciones de Tik Toks y videos sobre gatos.