Red Bull se lo piensa dos veces: medita darle una vida extra a Liam Lawson mientras enfría a Franco Colapinto

Red Bull no se lo pensó. Fue agitarse la bandera a cuadros del Gran Premio de China y levantó el teléfono. Aquella llamada, realizada a través de su equipo filial Racing Bulls, tenía un único objetivo: que Franco Colapinto se subiera al monoplaza blanco en el Gran Premio de Japón, tal y como adelantó Relevo y Motorsport. El primer paso de la operación era elaborar el mono del piloto, objeto de aquel encargo relativamente urgente.

Un mono que, a estas horas, se sigue confeccionando para que se le ajuste como un guante al argentino. Igual que con cada piloto de Fórmula 1. Que el pedido siga su curso, pues la orden no se ha detenido, refleja a la perfección el cambio de rumbo que se ha producido. En las últimas horas, y a pesar de los contactos iniciales de ayer domingo, según ha podido saber este medio, las negociaciones se han agitado. Unas charlas, por cierto, que no sentaron bien en el seno de Renault. Esas conversaciones por Colapinto que se iniciaron tras terminar la carrera en Shanghái se han enfriado.

Red Bull cambia ahora de opinión y se lo piensa en una negociación a tres bandas (Red Bull-Racing Bulls-Alpine) o incluso cuatro si se cuenta con Williams, que ya era compleja de por sí y que iba a apartar de la parrilla a Liam Lawson y ascender a Yuki Tsunoda. Alpine, escudería para la que pilota el argentino como reserva, siempre tendrá la última palabra para cederlo a otro equipo de la parrilla y luego recuperarlo. La clave de todo es que Red Bull ha dado un paso atrás: saben de sobra del potencial de Colapinto pero tienen que examinar con detenimiento los datos de Lawson.

"Esta semana hay una reunión en Milton Keynes para discutir cuándo y cómo podemos cerrar la brecha", mencionó Helmut Marko, asesor del equipo de las bebidas energéticas, tras la carrera en China. Una reunión a la que Verstappen asistirá de urgencia para tratar de domar el RB21 con sus comentarios. Si Lawson ayer estaba en la lona,en las últimas horas ha cogido algo de oxígeno y Red Bull medita darle al neozelandés una última oportunidad en el Gran Premio de Japón. Es decir, una bola de partido extra. Una última vida que arruinaría un fin de semana soñado de debut para Tsunoda en su casa y delante de su gente.

Si el movimiento de fichas de ayer era cargarse a Lawson para que Tsunoda ocupara su asiento al lado de Max Verstappen y que Colapinto hiciera lo propio a préstamo en Racing Bulls, el puzle es ahora más simple. Tsunoda es el principal candidato al asiento de Red Bull si se baja a Lawson del coche. En este caso, el neozelandés tendría una última prueba de fuego en el revirado Suzuka. Internamente, en el equipo filial, suena con fuerza su nombre y ya no tanto el de Colapinto.

Red Bull entiende que es demasiado pronto para poner en marcha, una vez más, su trituradora de pilotos. Entienden que dos carreras pueden no ser suficientes para evaluar la velocidad del compañero de Verstappen, que impresionó en unos tests privados pero acumula un abandono en Australia y un duodécimo puesto en China. En apenas dos citas, las sensaciones con el monoplaza no han podido ser peores en un RB21 que parece únicamente diseñado por el tetracampeón. Se suba quien se suba, sufrirá, y el neerlandés no está convencido de ascender a Tsunoda. No por su falta de ritmo y madurez: podría sufrir las consecuencias del coche azul oscuro.

A pesar de la última oportunidad que se estudia darle a Lawson, en los pasillos de Milton Keynes, "hay un interés fuerte" por Tsunoda, confirman fuentes de la escudería, que ponen en alta estima la convocatoria de patrocinadores que arrastra Colapinto. Red Bull perdió poder de mercado con la salida de Pérez y no lo ha recuperado con los sponsors que aporta Lawson. Aun así, la opción del argentino ha perdido enteros, por el momento.

Esta circunstancia ha llevado a Alpine, que estudiaba cederlo 22 citas para no perder en ningún momento el control sobre él, a cambiar sus planes. Ryo Hirakawa, uno de los reserva, iba a ser el escogido para personarse en el paddock de Suzuka junto a Pierre Gasly y Jack Doohan mientras Paul Aron iba a hacer lo propio en la siguiente cita, en Baréin. Colapinto iba a quedarse trabajando desde la fábrica en esas carreras dentro del plan de rotación de jóvenes de la escudería francesa.

El expiloto de Williams, que ha viajado con el equipo a las dos carreras disputadas en 2025, podría ver alterada su agenda con este cambio de rumbo. El Gran Circo demostró la temporada pasada la tremenda volatilidad que rodea a todas las negociaciones entre escuderías y pilotos. Carlos Sainz, por ejemplo, puede dar buena fe de ellos. El ejemplo de Colapinto es el más exagerado de todos. Es lo que tiene generar tanto.