Carlos Sainz asoma la cabeza, lidera los tests y vuela respecto a su equipo el año pasado

Carlos Sainz asoma la cabeza. Nadie lo esperaba pero el madrileño vuelve a estar ahí. Mientras todo el mundo se ilusiona con Aston Martin, observa con detalle el endiablado ritmo de McLaren y examina la mejoría de Red Bull, un Williams ha sido el más rápido en el segundo día de pretemporada en Baréin. Aunque los tiempos en jornadas de tests siempre deben ser cogidos con pinzas, Sainz ya ha dejado brotes verdes.

Se dio una paliza de 127 vueltas donde brilló con un 1:29:348, un crono que colgarán con adornos en el garaje del español. Aunque lo más ilusionante fue su tanda larga. Es la primera piedra para dominar la media tabla de la parrilla de Fórmula 1 en la apretada lucha con escuderías como Aston Martin, Alpine, Haas, Sauber y Racing Bulls. Sainz ha opacado a Alonso en el segundo día de tests aunque se desconozcan infinidad de variantes para conocer cuánto de realidad hay en los tiempos.

¿Cuánto combustible llevaba el coche azul? ¿Qué reglajes portaba? ¿Cómo era el mapa motor utilizado? Como mañana rodará durante toda la jornada su compañero Alex Albon y la pretemporada de Sainz con su nuevo equipo llegaba hoy a su fin, sabía que tenía que darlo todo. Lejos de los McLaren y Ferrari en ritmos en tanda larga, el Williams del madrileño oposita a dominar la media tabla.

La lluvia le importunó durante la mañana, junto al encontronazo que tuvo con Liam Lawson a la salida de boxes, dejando aroma a las luchas dignas de este deporte cuando ya hay puntos en juego. El español arrancó las últimas ocho horas de pretemporada con buenos cronos, a 72 milésimas de Lewis Hamilton, que había registrado un 1:30:080, el mejor tiempo hasta el momento. Verlos juntos en los nuevos grafismos que ha introducido FOM (Formula One Management) solo da morbo.

Las más de cuatro gotas que rociaron Baréin le dejaron en el garaje durante varias horas. La información no iba a ser la más representativa para el equipo y solo algún Haas se atrevió a salir con neumáticos de mojado. Cuando la pista se secó, empezó a desvelarse que Williams puede dar sorpresas este año. El ritmo de carrera del FW47 con Sainz a los mandos ha sido sólido y ya se empieza a notar que el feedback que trajo de Ferrari vale oro.

Dentro de la paliza de 126 vueltas que acumuló el madrileño, la simulación de carrera que completó en el tramo final ilusiona. Rodó con consistencia en tiempos de 1:35, muy parejo al Aston Martin de Lance Stroll. Sainz fue un segundo más rápido, de hecho, que Williams el año pasado en Baréin. Toda la parrilla ha mejorado, unos más que otros, pero es significativo.