FÓRMULA 1

Carlos Sainz bautiza un Williams 'revolucionario': "¿Podios? Nada es imposible"

El equipo británico presenta "muchos pequeños cambios" en su monoplaza.

Carlos Sainz, por primera vez en su nuevo Williams./WILLIAMS
Carlos Sainz, por primera vez en su nuevo Williams. WILLIAMS
Jorge Peiró

Jorge Peiró

Cerca de los cero grados centígrados y entre las nubes que nunca se van del Reino Unido. El nuevo coche de Carlos Sainz ya ha visto la luz. Lo ha hecho ante una gran expectación de aficionados de Williams y algún periodista británico. El FW47, un modelo presumiblemente arriesgado y revolucionario, ha completado sus primeros kilómetros de la mano, precisamente, del piloto español. Su compañero Alex Albon ha tenido que esperar turno dentro de los 200 kilómetros que tiene disponibles el equipo en su filming day.

Pasadas las once de la mañana, con su nuevo y reluciente casco donde predominan el azul, el amarillo y el rojo, y quejándose constantemente del frío, Sainz ha 'bautizado' su nuevo monoplaza. Curioso que haya sido él, el recién llegado, y no Alex Albon, que conoce la casa desde 2022. "La radio está bien, todo bien por ahora, mucho frío pero bien", su primera radio tras dar una vuelta de instalación no revela demasiado.

"Hoy hay que ver que todo esté bien, ya tendrán mirado un setup para la primera carrera en Australia. Es una bestia bonita", opinó Jenson Button, embajador del equipo Williams, presente en el acto de presentación de coche. "Todo ha ido bien pero tengo que dar mi feedback en dos o tres aspectos que he notado que podemos mejorar y ciertas cosas de las que me gustaría hablar. Pilotar un nuevo coche siempre es complicado, pero todo parece ir bien y seguiremos con nuestro plan", reveló tras bajarse del coche.

A falta de cuatro semanas para que arranque la temporada, desde la escudería revelan que los primeros cimientos del coche se pusieron durante la temporada pasada. El trabajo en los últimos días ha sido frenético en la fábrica de Grove: "El chasis terminamos de montarlo hace siete días, ha sido una semana muy movida para todos los mecánicos", aseguró Ben Howard, jefe de mecánicos de Williams, antes de mostrar el monoplaza.

En el interior del garaje y rodeado de aficionados, el nuevo coche de Sainz, con una pegatina naranja con su nombre y otra con el de Alex Albon a cada lado, vio la luz. A pesar de que se entiende que ha sido un invierno relativamente tranquilo en las fábricas de los equipos de Fórmula 1 por tratarse de un año de transición donde los coches no cambian demasiado, Williams podría haber roto la baraja. "Es precioso, este año no habrá cambios masivos en la parrilla pero, sin embargo, aquí sí veo muchos cambios", añadió Button.

Mirada a largo plazo

El mandamás de Williams, James Vowles, tomó la palabra y contradijo el discurso del excampeón del mundo: "Mira dónde estaba el coche hace doce meses, estoy muy orgulloso del trabajo de todos, vamos a poner el foco en el 2026, 2027 y 2028 porque este año hemos tenido muchos cambios en infraestructuras y será una evolución del coche del año pasado, a final de temporada se estuvo cerrando el gap".

El cambio más significativo en esta "evolución del coche de 2024" llega en los pontones. Williams ha decidido para su FW47 apostar por un diseño al estilo del coche de Red Bull del año pasado. Además de un trabajado alerón delantero, llama la atención el cambio radical del coche de Grove en las entradas de aire.

El jefe de equipo, que lleva dos años en Williams y veinte en la Fórmula 1, prefiere mantener la cautela cuando es preguntado por los podios este año. Parece misión imposible a día de hoy aunque cuenten con el talento de Sainz. "¿Podios? Nada es imposible pero, en circunstancias normales, será complicado. Miramos a largo plazo".