FÓRMULA 1

Carlos Sainz 'se la juega' en Australia: "Solo un superatleta como él podría pilotar"

Los cirujanos desaconsejan la práctica de la alta competición hasta un mes después de una operación de apendicitis. El madrileño pasó por el quirófano hace dos semanas.

Carlos Sainz, en el circuito de Albert Park. /REUTERS
Carlos Sainz, en el circuito de Albert Park. REUTERS

Carlos Sainz ha pasado en dos semanas por todos los estados de ánimo posibles. Han transcurrido catorce largos días desde aquel angustioso y sufrido 8 de marzo –cuando se operó de apendicitis– hasta la ilusionante y esperanzadora jornada de hoy previa a su segundo Gran Premio de la temporada. Si nada se tuerce, después de perderse la carrera en Jeddah, el madrileño se volverá a enfundar el mono de Ferrari. Sainz vivió días de mucha frustración por tener que bajarse del monoplaza después de los segundos entrenamientos libres de Arabia, cuando se intensificó el dolor en su estómago y hubo que operarle de urgencia. De aquella angustia pasó a la emoción y la adrenalina de ver cerca el retorno a la competición en Australia, tal y como contó Relevo hace unos días.

"No podéis imaginar el esfuerzo que he hecho para estar en esta carrera". Sainz todavía siente esas tres cicatrices: diez días en la cama son demasiados para un piloto de F1 acostumbrado a exigentes entrenamientos y a soportar un desgaste inhumano durante un Gran Premio. "En dos semanas ya se podría hacer vida normal, pero sin esfuerzos", explica el doctor Enrique Artigues, jefe de Servicio de Cirugía General y Digestiva del Hospital Universitario de València, contactado por Relevo. "Si no me siento bien mañana, voy a ser el primero en levantar la mano y decir que necesito dos semanas más", ha confesado Sainz justo cuando se cumplen los plazos que cita el doctor.

Doce días después de la operación, el madrileño dio una vuelta al circuito de Albert Park en bicicleta después de haberse ejercitado en el gimnasio. "Tras los días de reposo, se debe empezar poco a poco, sin levantar pesas o cargar mucho peso, se podría hacer un trabajo normal, por ejemplo", añade el doctor Artigues. Se le ha visto tranquilo y sonriente por el trazado australiano, firmando autógrafos, incluso subiéndose a ese monoplaza que tanto ha echado de menos, probando las protecciones del interior del habitáculo. "No estaré al 100% porque llevo diez días en la cama, no diez días entrenando, yendo al simulador y preparándome para un fin de semana normal", ha reconocido el madrileño esta madrugada ante los micrófonos de la F1.

Aguantar 58 vueltas a más de 200km/h no es apto para cualquiera. Soportar las fuerzas G en una curva rápida mientras te apoyas en el piano de la curva diez de Albert Park no debe ser sencillo de soportar. Que el cinturón de tu monoplaza se clave sobre las cicatrices de tu estómago tampoco debe ser agradable. "Con los superatletas como Carlos Sainz, hablamos de otra cosa, pero no es recomendable porque existe un pequeño riesgo de que se abran las cicatrices o de que haya alguna hernia", revela el cirujano. "La alta competición no se aconseja hasta un mes después de la operación, pero los superatletas suelen tener mucha prisa por competir y se saltan los plazos. Ellos asumen ese riesgo", confiesa el jefe de Servicio de Cirugía General y Digestiva del Hospital Universitario de València.

Precedentes de su padre y Alex Albon

Carlos Sainz Sr también fue operado de apendicitis. Sufrió lo mismo que su hijo, pero en 1985. La medicina, por fortuna para el piloto de Ferrari, ha avanzado mucho en 40 años y el periodo de recuperación se ha reducido notablemente. "Por aquel entonces, directamente se hacían cortes grandes, era una cirugía sencilla pero la técnica no tiene nada que ver con la de ahora. El paciente pasaba una semana ingresado cuando ahora pasa solo un par de días", asegura el doctor Artigues. Sainz hijo relata cómo fue el calvario que sufrió 'El Matador': "Cuando operaron a mi padre, le hicieron un corte en la zona. Ahora se hacen tres pequeños agujeros y eso acelera la recuperación, es dos o tres veces más rápida".

No hay que mirar muy atrás en el calendario para encontrar un precedente parecido al del piloto madrileño. A Alex Albon, piloto de Williams, también lo operaron de apendicits hace dos años, en Italia 2022, y volvió a subirse al coche dos semanas más tarde en Singapur. Sainz ha confesado que ha hablado con él e incluso utiliza al piloto de Williams como referencia: "Le pregunté y me dijo que al principio será raro, pero luego te acostumbras. Hasta que no te subes al coche y sientes las fuerzas G, es imposible saberlo".

Las pruebas de la FIA

Carlos Sainz se pondrá a los mandos del SF-24 durante los primeros entrenamientos libres para probar sensaciones. Horas antes, jugarán un papel fundamental los exámenes médicos de la FIA para comprobar su estado físico. Ya ha superado una primera tanda de chequeos, aunque mañana se enfrentará a un último test, según ha confirmado el propio piloto. Las pruebas tienen una duración de 45 minutos y constan de varias fases. Si las supera es porque la Federación Internacional no ve secuelas tras la operación y cree que el español es apto para pilotar durante el fin de semana en Melbourne. La primera parte de las pruebas médicas es un chequeo general de su estado físico.

La segunda está más enfocada en el rendimiento: se trata de un examen de los reflejos y memoria del piloto, una habilidad fundamental en la categoría reina del automovilismo. La última fase se centra en la seguridad del piloto: tiene que lograr salir del habitáculo del cockpit del monoplaza en un tiempo récord. Deben pasar menos de 10 segundos en este proceso para superarlo con éxito y, para añadirle más dificultad, el piloto debe hacerlo vestido igual que en la carrera, con el mono de competición y no con la ropa de calle. El protocolo reza que Sainz no tiene que superar este tipo de test porque no ha sufrido ningún tipo de fracturas.