Carlos Sainz 'sella' su futuro con la irrupción de Mattia Binotto en la recámara: "Quiero un coche que pueda ganar el Mundial"

Carlos Sainztiene claro cuál su rumbo, que no su destino. "Mi mejor opción para el año que viene es un coche que pueda ganar el Mundial". En la rueda de prensa que abre el telón del Gran Premio de Bélgica de este año, sin haber decidido su futuro y con las tan esperadas vacaciones de verano al borde de la esquina, el madrileño ha desvelado que ese es su gran deseo: seguir peleando por victorias.

Por supuesto que sería capaz de pilotar para "un equipo de categoría media", ya que se siente capaz de "ayudarles a encontrar el camino correcto" usando sus habilidades y para nada se plantea un año sabático: "Absolutamente no". Pero eso no quiere decir que cierre la puerta a apuntar a la parte alta de la parrilla, a pesar de que parezca que le cierran hasta las ventanas.

Sigue esperando al indeciso Toto Wolff y el asiento que rifa en Mercedes, así como un milagro en Red Bull, donde Checo Pérez pende de un hilo y las alternativas a su salida no son tan suculentas como la del todavía piloto de Ferrari. "Sé que la probabilidad es pequeña, pero siempre ha sido mi objetivo". Mientras todo eso se le complica, un viejo amigo puede acudir a su rescate.

El fichaje de Mattia Binotto por Audi (ahora mismo nombrada Sauber, la única escudería que no registra puntos en 2024) cambia muchas cosas, aunque él se empeñe en que "no influye demasiado". "Mi futuro sigue analizándose con precisión, estoy mirando a todos los equipos y siguiendo el mercado, y tomándome tiempo para analizar todo lo que cambia cada semana", afirma. Sin embargo, siempre puede ser buena idea regresar a los brazos del jefe de equipo que lo apadrinó y 'protegió' en Ferrari. Además, Carlos está convencido que con su experiencia "puede construir un equipo puntero".

Para ello hará falta mucho trabajo, ya que Valtteri Bottas, actual piloto de los suizos y presente también en la sala junto a Sainz, ha indagado un poco en las entrañas de Sauber. "Nos falta personal, nos falta gente si lo comparamos con los de arriba", admite, y aunque el rendimiento no es bueno y los resultados de cada fin de semana así lo reflejan, "todo lo que se ha hecho en este equipo es para ser competitivos de 2026 en adelante". Es difícil imaginar cuán atrás partieron, entonces.

Con Binotto, además, la situación de Bottas da un vuelco. Nico Hulkenberg ya tiene su asiento firmado y asegurado, y todo el trabajo que pudo haber hecho antes el finés para ganarse esa segunda plaza ha podido irse al traste con el cambio de cabecilla. "Ahora tengo que hablar con Mattia, aunque no dependemos por completo de Sainz. Seguro que el tapón salta en cualquier momento", ha asegurado.

Mattia, desde luego, querrá contar con Carlos. El español reconoce que el italiano le ha llamado últimamente, está en contacto con él y sus caminos pueden volver a unirse. Pero esto es algo rutinario en los últimos meses del español: "Me llama mucha gente".

En lo que el corcho sale, Carlos sigue centrado en terminar la temporada de la mejor manera posible. Para él ha sido "una temporada llena de altibajos": "Teníamos un coche muy competitivo, que me permitía luchar por podios y lo he disfrutado muchísimo. Quiero volver a tener esa posibilidad", se resigna, habiendo cambiado drásticamente su posición, ya que Mercedes y McLaren les han comido la tostada a los italianos. Y por si no fuera poco, ha tenido que lidiar con todo el runrún sobre su futuro.

"Para un atleta no es fácil estar aquí arriba y rendir sin saber dónde estará el año que viene. Intento estar agradecido por dónde estoy y dar todo". Se ha repuesto de todo ese esfuerzo mental para hacer una gran temporada y equipararse a los mejores de la parrilla según los enterados del mundillo. Pero reconoce que tiene ganas de quitarse ese peso de encima: "Creo que me queda potencial por demostrar si consigo sacar esta circunstancia de mi cabeza".