Checo Pérez se cuela en la enésima decepción de Alpine

Prometía el GP de Singapur ser uno de los más emocionantes de la temporada. Ferrari dominó todo el fin de semana, Verstappen salía en octava posición, los españoles estaban bien colocados y encima el día comenzó con lluvia. La FIA se encargó pronto de reducir el dramatismo retrasando la salida para que las condiciones fueran sin agua en el cielo. Tampoco los protagonistas pusieron mucho sobre el asfalto de Marina Bay, donde Alpine volvió a fracasar en fiabilidad y Max se mostró nervioso durante toda la carrera. Un Gran Premio que no pasará a la historia.

Alpine es una desgracia. La escudería francesa sigue poniendo palos en sus propias ruedas, y los que lo han sufrido de nuevo son Fernando Alonso y Esteban Ocon. Bien es cierto que el asturiano hizo una mala salida en la que perdió dos posiciones, aunque posteriormente recuperó una al pasar a Gasly. Varias vueltas después llegó a su estela un rapidísimo Max Verstappen, que no encontró un solo hueco para pasarle en casi una decena de giros. Hasta que el coche de Alonso dijo basta. Con la situación completamente controlada, el motor del Alpine dejó de funcionar y el bicampeón del mundo se vio obligado a abandonar. Otra carrera más en la que el monoplaza no está a su altura. Poco después corrió la misma suerte Esteban Ocon, que sin muchas opciones de puntuar vio que su coche también se paraba de buenas a primeras.

El mexicano firmó una de sus mejores carreras desde que es piloto de Red Bull cuando su equipo más lo necesitaba. Con un Verstappen lejos de los primeros puestos tras una mala clasificación y una peor salida, el de Guadalajara logró lo impensable: adelantar a Leclerc y ponerse primero tras unos pocos metros. Y lo consiguió aguantar pese a que en varias ocasiones apareció el Safety Car tras algunos accidentes. No sufrió, no se puso nervioso, aguantó el tipo y consiguió una victoria que le refuerza dentro de la escudería austriaca.

Sin hacer mucho ruido, pero otro podio en su palmarés para el piloto español, que no cometió ningún falló en la carrera nocturna de Singapur. El madrileño se aprovechó de una mala salida de Hamilton para emparejarse con él y superarlo en la primera curva. A partir de ahí, conservar neumáticos, aguantar la posición, primero con el inglés y luego con Norris, y subirse al cajón por octava vez esta temporada. Con este resultado, además, se acerca a Russell en su lucha por el cuarto puesto en la clasificación del Mundial y aleja a Mercedes del subcampeonato de constructores. Un fin de semana de notable alto para él.

"Vuelve, por favor". No es de recibo lo que está ocurriendo en los últimos años en la Fórmula1. Todos entendemos que en un deporte en el que circulan vehículos a gran velocidad hay cierto riesgo, y que lo lógico es minimizarlos todo lo posible. Pero lo que están haciendo en el Gran Circo desde la salida de Whitting de la dirección de carrera roza lo dantesco. Cuando hay lluvia, por poca que sea, se sabe detrás de un safety car o directamente se espera el tiempo que haga falta hasta que se corra en seco. Lo de Spa del año pasado fue el mayor ridículo que se recuerda en las últimas décadas, pero lo ocurrido hoy en Singapur es inaceptable. Que aprendan de MotoGP.

Fernando Alonso es un piloto histórico. En Singapur se convirtió en el piloto que más Grandes Premios ha disputado en la historia de la Fórmula 1. En total, el asturiano ha participado en 351 carreras, una más que el finlandés Kimi Raikkonen, líder en esta clasificación hasta esta misma temporada. Además de sus múltiples podios y victorias, Alonso tiene dos mundiales en su palmarés, los únicos del automovilismo español.