La igualdad reina en Hungría: 10 pilotos en menos de medio segundo

Poco o nada pudieron rodar los coches en la primera sesión de entrenamientos libres en Hungría. Se esperaba lluvia para este viernes, día que suelen emplear los equipos en probar las novedades que incorporan en cada circuito, y la hubo desde el primer momento. No la hubo en la tanda vespertina, donde el trazado magiar descubrió una terrible igualdad entre todos los coches de la parrilla: los diez mejores estuvieron en menos de medio segundo. 

No dominaron los Red Bull, como acostumbran. Ni siquiera Max Verstappen marcó el mejor tiempo, algo que sí suele suceder cada vez que se sube a su coche. De hecho, finalizó en una discreta undécima posición a más de medio segundo de distancia de Charles Leclerc, el más rápido del día. Tras él, Lando Norris confirmó que la mejoría de McLaren en Silverstone no fue casual.

Y a partir de ahí iban apareciendo monoplazas de todos los equipos. Los Alpine, uno de los conjuntos que más potencial han perdido respecto a 2022, fueron tercero (Gasly) y quinto (Ocon), mientras que los españoles se tuvieron que conformar con posiciones en la zona media de la parrilla. Fernando Alonso fue octavo y Carlos Sainz, décimo. Ambos aspiran al podio este domingo.

Los que parece que no andan del todo finos en Hungría son los Mercedes, segundos en el Mundial de constructores y la principal amenaza del asturiano en el campeonato de pilotos. Bien es cierto que ni Hamilton ni Russell calzaron neumáticos blandos, pero apenas fueron 16º y 20º y último respectivamente.

En la primera sesión de la jornada, el mexicano, que suma cinco fines de semana consecutivos sin llegar a la Q3, perdió el control de su monoplaza y se fue directo contra las protecciones, dañando seriamente el coche. "No me lo puedo creer", decía el piloto de Red Bull a sus ingenieros por la radio. Fue necesaria una grúa para retirar el coche, que tenía la parte izquierda seriamente golpeada. Trabajaron sin descanso en su garaje para que el coche estuviese preparado para los segundos entrenamientos.

Unos diez minutos después, el semáforo volvió a lucir verde y los coches salieron a la pista, todos con neumáticos intermedios. Y llegó un pequeño diluvio que provocó fallos, salidas de pista, patinazos... y todos volvieron a boxes. No tenía mucho sentido rodar en esas condiciones cuando se espera que tanto sábado como domingo sean en seco.

A un cuarto de hora para el final, fue Carlos Sainz el que tuvo otro gran susto y se fue contra las protecciones. En un primer momento se quedó atrapado en el césped, por lo que la FIA desplegó de nuevo la bandera roja, aunque dos minutos después logró regresar a la pista por sus propios medios y llegar al garaje, aunque con el alerón delantero roto.