F1 | GP GRAN BRETAÑA

Un Checo Pérez herido se rodea de tiburones y su equipo ya no afirma su continuidad: "Pensamos que la renovación ayudaría..."

El mexicano vive una situación de extrema delicadeza fruto de sus malos resultados. Las próximas semanas, entre el parón de verano y unos entrenamientos en Silverstone, serán clave para su futuro.

Sergio Pérez observa la clasificación del Gran Premio de Gran Bretaña. /EP
Sergio Pérez observa la clasificación del Gran Premio de Gran Bretaña. EP
Daniel Knecht Escobar

Daniel Knecht Escobar

138 puntos. Esa es la diferencia entre un piloto que, dada su calidad y caché, sabe exprimir hasta la última gota de un monoplaza que no vive la misma era de dominio que antaño y otro que últimamente vive en el bochorno. Es la distancia que separa a Max Verstappen y Sergio 'Checo' Pérez (que aunque pueda sorprender a los no enterados de la Fórmula 1, son compañeros de equipo y conducen el mismo coche) en el mundial de pilotos de 2024.

El mexicano tuvo su última gran actuación en Miami (5 de mayo), escenario en el que rozó el podio con un cuarto lugar. Dos meses más tarde ha viajado a la Emilia-Romagna, Mónaco, Canadá, Barcelona, Austria y Silverstone y, al término de todas esas citas, ha firmado un descalabro. El último consiste en un trompo en una vuelta de calentamiento durante la primera ronda de clasificación que, con el trazado muy delicado por la lluvia, lo mandó a una grava de la que no pudo retirar su monoplaza.

Eso significó clasificar 19º, de 20 pilotos que conforman la parrilla, teniendo el mejor coche (eso dice todavía la tabla). Al día siguiente decidió salir desde el pit-lane tras realizar cambios en su máquina, con la convicción de querer remontar. No ocurrió y fue 16º tras la bandera a cuadros.

La situación, a estas alturas, es límite. Pérez (34 años) firmó antes de la cita canadiense una renovación de contrato que lo vinculaba a Red Bull para la próxima temporada y, presumiblemente, una más. Apenas un mes más tarde sus resultados dejan en jaque esa firma, ya plasmada. "Pensamos que ayudaría", comentaba resignado Christian Horner, su jefe, que ahora se piensa su despido tras ver que su problema "psicológico" (esa es la teoría que tienen en el equipo sobre su pobre rendimiento) no ha desaparecido.

Falta de confianza y un 'casting'

Ahora el propio Horner admite que ya no es suficiente. No ocurre como en 2023, cuando Max y Checo paseaban su RB-19 por cada pista del calendario sin oposición, ya que han aparecido contrincantes dignos por fin. "Ahora hay dos McLaren, dos Ferrari, dos Mercedes… Necesitamos a Checo en la pelea, él lo sabe", ha dejado caer el mandamás en las últimas semanas.

El británico siempre ha sido uno de sus valedores, incluso cuando Helmut Marko, consejero de la marca austriaca, rebasaba líneas tras actuaciones irregulares. Pero se acabaron las excusas. Red Bull ha empezado a mover ficha 'invitando' a un nuevo piloto a manejar el RB-20, Liam Lawson. El neozelandés, júnior del equipo, recorrerá el trazado de Silverstone para empezar a probarse en prestaciones de Fórmula 1, ya que el propio Marko ya ha dejado caer la posibilidad de que pueda pilotar el año que viene en la categoría. Primer aviso.

La escudería en la que recalaría Lawson, RB, tiene precisamente a un viejo conocido de Red Bull sentado en uno de sus monoplazas. Daniel Ricciardo, que pelea por volver al 'primer equipo' a pesar de su pobre rendimiento, podría llegar a ser el sustituto incluso antes de terminar la temporada según la prensa alemana, por lo que podría darse un movimiento circular ascendiendo al australiano, metiendo en el mundillo a Lawson y dejando fuera a Checo de la ecuación. Segundo aviso.

Y, por si no fuera poco, el mercado tiene una importante tentativa con Carlos Sainz, que aún no tiene contrato. El español sigue debatiéndose entre Alpine, Williams o un futuro en Audi (que en 2025 seguiría siendo Sauber). Sin embargo, todavía tiene en el rabillo del ojo los asientos de Mercedes y Red Bull. Tercer aviso.

Hay muchos tiburones alrededor de la figura de un Checo que se desangra semana tras semana. Nada en aguas peligrosas el mexicano, consciente de que no está donde debería pero, al parecer, incapaz de revertir su situación. Mientras tanto, afronta unos días de parón antes de dos carreras que marcarán su futuro. Aguardan Hungría y Bélgica, y después vendrán las vacaciones de verano. Un mes entero para que en Milton Keynes puedan decidir su suerte.

Renovado hasta 2026, con condiciones

En la fábrica austriaca, además, tienen derecho a decidir libre e independientemente de lo conocido por todos los aficionados. Horner ha recalcado más de una vez que "el contenido de cualquier acuerdo firmado con un piloto no será revelado", pero las innumerables páginas que componen un contrato de F1 pueden contener cláusulas que permiten a las partes desvincularse en base a ciertos requisitos, objetivos, etc.

La página de noticias RacingNews365 revela alguna de estas condiciones que Sergio Pérez debe cumplir si quiere seguir formando parte de la compañía energética. Una de ellas sería no estar a más de 100 puntos de diferencia con Max Verstappen en el Mundial (ahora mismo está incumplida). Otra, que tampoco pueden estar a cinco lugares de diferencia en dicho clasificación, cosa que cumple por la mínima, al ser sexto tras ser superado en Gran Bretaña por Piastri y estar sólo 7 y 18 puntos por delante de George Russell y Lewis Hamilton, los dos últimos ganadores de un Gran Premio. Su compañero, aún sin tener el mejor coche, sigue líder con un colchón de 84 puntos sobre Lando Norris.

Ya no hay red debajo de Checo. Lo único que puede edulcorar su año es una buena acogida de la serie que lanzará Disney a finales de este mes de julio, que contiene el lema "No te rindas, cabrón". Eso y empezar a ser el piloto que todos esperan que sea en su equipo.