Checo Pérez y tres milésimas para irse tranquilo de vacaciones

Spa (Bélgica).- El paseo de Checo Pérez en patinete por el paddock dice muchas cosas. Ni le inquietó la molesta lluvia belga a un piloto que ha recuperado la sonrisa. Ya nadie se la borra porque saldrá segundo y no lo hacía desde abril. Al acabar la clasificación estaba sonriente y tranquilo porque se había quitado un peso de encima. "No me he olvidado de pilotar", reconoció el mexicano tras encadenar varios fines de semana flojos.

En Spa ha vuelto a brillar con su Red Bull después de una larga travesía por el desierto y su futuro al lado de Max Verstappen en entredicho. Tres milésimas han podido salvar el cuello de Pérez y le han permitido marcharse a las vacaciones, a menos que haya un descalabro en carrera, con una impagable tranquilidad.

Tres eternas milésimas. Fue el tiempo que separó a Alex Albon y Sergio Pérez en la Q2, la marca que hundió al piloto de Williams y disparó al de Red Bull hacia la Q3. Pasó por los pelos. Son esas diferencias en Fórmula 1 que un piloto puede controlar bien poco donde el factor suerte asoma la patita.

Las clasificaciones son el punto débil este año del mexicano. Su ritmo de carrera no es fuerte tampoco, pero lo que le falla de verdad es caer una y otra vez a las primeras de cambio y clasificar tan atrás. Con un cohete como el Red Bull, cuesta digerirlo. Si su vuelta hubiera sido tres milésimas más lenta bajo la lluvia, Pérez habría partido undécimo.

Sería tener que remontar de nuevo y la misma historia de cada fin de semana. Parecía que iba a ser igual en el Gran Premio de Bélgica de F1. Tener que remontar y dejarse el alma por puntos. Ni pensar en el podio. Sin embargo, pasó a la Q3 y tendrá la oportunidad de pelear por esos puestos nobles que hacía tanto que no frecuentaba.

Su vuelta en mojado fue estratosférica. Rozó el tiempo de Leclerc y, tras la sanción a Verstappen, partirá segundo. No salía desde la primera fila desde China, en abril, y seguro que intenta algo en la salida. Desde entonces, multitud de nombres han emergido para ocupar su asiento: Carlos Sainz, Daniel Ricciardo, Yuki Tsunoda, etc.

Mientras, su equipo no ha dejado de presionarle para recuperar la forma y a Horner y Marko se les estaba empezando a agotar la paciencia. "No me he olvidado de pilotar. El equipo y yo estamos centrados en lo que tenemos que hacer a fin de cuentas. Lo demás no me importa en absoluto", dijo Pérez tras la clasificación. Tiene una oportunidad de oro para volver al podio si sus rivales de atrás pierden tiempo peleándose. O incluso soñar con algo más: "Voy a intentar ir a por la victoria".

Pase lo que pase en carrera, Checo ha recordado el talento que tiene. Falta consolidar en carrera, aunque lo cierto es que se marchará al parón de verano más tranquilo. Sin fantasmas. Con la mente despejada y con trabajo asegurado.