F1 | GP ESPAÑA

Los codazos de Carlos Sainz en Montmeló explican su día a día: "No sé por qué no seguimos las normas..."

La peleona carrera del madrileño reflejó su presente: tuvo rifirrafes con Leclerc, Hamilton y hasta cuestionó el reglamento.

Carlos Sainz, en su garaje en Barcelona./REUTERS
Carlos Sainz, en su garaje en Barcelona. REUTERS
Jorge Peiró

Jorge Peiró

Un tipo peleón y un currante nato. Carlos Sainz últimamente vive haciéndose hueco allá donde va: en el mercado de pilotos, en pista... Encontrar tu sitio en la vida no es fácil y te exige abrirte paso entre codazo y codazo, como hizo en Montmeló, donde se peleó con Lewis Hamilton y Charles Leclerc en pista y con el reglamento y los comisarios por radio. Se sacó las castañas del fuego como pudo para rascar ocho valiosos puntos.

Lejos de ser mediático, el madrileño trabaja y trabaja para recuperar su dulce estado de forma de principio de temporada, el mejor momento de su carrera. Ganó en Australia, coleccionó podios y se merendó a su compañero Leclerc justo después, por cierto, de enterarse de que no seguiría en Ferrari.

Sainz no estuvo cómodo en el Gran Premio de España: acabó sexto después de haberse dado un baño de masas el jueves durante la exhibición por las calles de l`Eixample. Una montaña rusa, como su temporada con aquella apendicitis. Sus 66 vueltas en el Circuit dibujaron lo que están siendo sus últimos meses fuera de pista, 'peleándose' con un equipo, charlando con otro y examinando la letra pequeña de las ofertas hasta encontrar un cobijo donde firmar.

La ilusión de la grada Carlos Sainz, las nuevas gorras blancas que lanzó y todo el calor de familiares y amigos terminaron difuminándose con el paso de los días en el Gran Premio. De dominar los libres a clasificar y cruzar la meta sexto en un decepcionante resultado ferrarista para confirmar el sorpasso de Mercedes.

“¿No está contento conmigo?”

"Tiene que dejarme pasar, no entiendo por qué hay un libro de normas y no lo seguimos...", comentó en carrera tras ser adelantado con polémica por Hamilton, antes de pedir que le devolviera la posición. Y siguió después de la carrera: "Los comisarios aplican unas reglas y creía que él había hecho algo parecido a lo que me pasó a mí en Miami. Demuestra que a veces se aplican y a veces no".

Con Hamilton y también con Leclerc, con quien volvió a las andadas. Se picaron y su momento de tensión con el monegasco tras bajarse del coche define lo que fue su carrera. El madrileño también sacó los codos con el monegasco en pista, tanto, que se tocaron en la curva 1 y se salieron. "¿Charles no está contento conmigo? Hay veces que no sé de qué se queja", dejó claro el español.

Leclerc no se calló y echó más leña al fuego: "Me dañó el alerón delantero, supongo que quería impresionar a su gente en casa por el momento en el que está pero yo no era la persona idónea para hacerlo". Hamilton, Leclerc, los comisarios, el libro de normas... el piloto de Ferrari sacó los codos con quien hizo falta para ponerse en valor. Y todo mientras habla con Alpine, Sauber y Williams para aclarar su futuro. Ya anunció que la decisión la tomará "muy pronto".