Las 'trampas' que demuestran la involución de Aston Martin: "Cambios en el coche...y hemos dado un paso atrás"

Este sábado en Miami todo salió como nadie en Aston Martin quería… ni esperaba. Tras clasificar séptimos (Lance Stroll) y octavos (Fernando Alonso) el viernes para la posterior carrera al sprint, todo parecía ser un fin de semana más. Con las cosas en su sitio y la mirada puesta al frente en busca de algún tipo de milagro que les permitiera colocarse más arriba, como llevan intentando todo el año. El fin de semana solo está yendo a peor y así lo demostró la clasificación, donde ambos pilotos cuajaron la peor sesión del año: Stroll saldrá 11º y Alonso, 15º. 

Aston Martin mejora y mejora poco a poco su monoplaza pero no da con la tecla y progresa muy lentamente. En Miami, por ahora, involución porque están yendo hacia atrás este Gran Premio. Fernando Alonso quitó hierro al asunto de la sprint race, donde fue último cuando todo lo que quería hacer era "divertirse", pero luego avisó de que el verdadero foco estaba puesto en hacer un buen fin de semana clásico: clasificar bien y completar 57 buenas vueltas. La primera ya es un fracaso.

Clasificarse 15º sí puede considerarse un desastre para un Fernando al que no se sabe exactamente qué le ha ocurrido. En el paddock se comenta que el viento de Miami es fuerte y que las temperaturas son altas, que la pista es extraña por sus cambiantes condiciones y los neumáticos había que tenerlos entre algodones.

"El neumático blando es muy frágil. Si en el primer sector lo hacías muy bien pagabas las consecuencias en el segundo y tercero", comentaba Pedro de la Rosa en DAZN. Aún así, no hay una respuesta clara a una caída de rendimiento generalizada respecto al año 2023, aunque maximizada en el caso de Aston Martin. La salida accidentada con Hamilton en la sprint tampoco ayuda.

Alonso también avisó tras la sprint que harían cambios al coche ante lo realmente importante, al igual que experimentos como el de salir con neumáticos blandos usados en busca de quién sabe qué. "Creíamos que eran mejores, nunca se sabe", comentaba el asturiano resignado.

Las palabras de Carlos Sainz desgranando el Circuito Internacional de Miami son fiel reflejo de lo que ocurre con él. "Nadie sabe dónde está la diferencia, cada vuelta es una lotería" para ganar o perder una décima en la salida de una curva, en una frenada tardía… El piloto de Ferrari salió contento con su tercer lugar de salida bajo el brazo pero sin haber comprendido dónde están las claves para materializar su esfuerzo del sábado por la noche.

La venda que los equipos tenían en los ojos a la hora de seleccionar neumáticos es una prueba más de lo complicado que ha sido la detección de los momentos y condiciones perfectas para probar a hacer vueltas rápidas. Los McLaren y Mercedes llegaron a salir con neumáticos medios en busca de, seguramente, una sorpresa en el rendimiento.

Tampoco estaban tan alejados de la respuesta, y es que son estables, pero no los más rápidos. "Si hacías un muy buen primer sector, lo pagabas en el segundo y el tercero", explicaba De la Rosa, embajador de Aston Martin. Sea cual sea la conclusión que saquen los equipos en las próximas horas sobre la rareza de Miami, lo cierto es que esta noche Fernando Alonso arrancará 13 puestos más atrás que la temporada pasada en este circuito.

La diferencia respecto al año pasado es de un segundo y dos décimas en la vuelta más rápida. En el equipo "no se esperan milagros en carrera" y la única buena noticia es que no son el único equipo en empeorar pues Ferrari, Red Bull y Mercedes también han perdido tiempo. Pero más vale que cada uno mire su propio ombligo, y Aston Martin se ha buscado un problema en Miami.