Primeras conclusiones tras el debut de Fernando Alonso: "Parece un coche mucho mejor"

"Los tests de pretemporada de este año valdrán de poco". Fernando Alonso alertó pero no tiene la verdad absoluta. Ocho horas diarias de un Fórmula 1 acumulando vueltas, cuatro en el caso del asturiano en la primera jornada de pruebas, siempre dejan conclusiones más allá de las famosas miradas y caras de los garajes, sobre todo cuando el piloto se descabalga del bólido.

El asturiano fue el que menos rodó en Baréin y estuvo fuera del monoplaza cerca de una hora. Y esto no son sensaciones sino hechos. Lo ideal en estos ensayos es sumar el máximo número de kilómetros para recabar el máximo número posible de datos e informaciones sobre el rendimiento de un coche recién nacido. Alonso es feliz con su AMR25 en el simulador pero ahora falta confirmar sensaciones en pista.

De primeras, el coche verde no parece nervioso, sí manejable y no exige girar el volante de más en la entrada a curva, según lo observado en algunas cámaras onboard. El curso pasado, todo lo contrario con aquel monoplaza indomable que torturó al español y le provocó dolores de espalda. En curva lenta, parece entrar bien y no sufrir. Parece.

El monoplaza iba tan bien que Alonso se colocó primero cuando habían transcurrido 50 minutos de las cuatro horas de sesión matutina. Resistió en lo más alto durante diez minutos con su 1:33:031, mejor registro que el 1:33:385 de la primera jornada de tests del curso pasado. No obstante, la temperatura este año es mucho menor y no se pueden comparar tiempos. Mejor cogerlos con pinzas.

Un detalle a destacar en el Aston Martin del ovetense fue su alerón delantero. Extensible al resto de coches que rodaron en Sakir, todos los alerones flexan notablemente, dejando pasar el aire de la forma más eficiente posible, según ha entendido cada equipo. La pletina verde del monoplaza verde se mueve y se mueve. Parece estar más trabajada que el año pasado aunque este concepto, seguramente, durará únicamente hasta Montmeló, cuando cambie la normativa de alerones.

Las sensaciones desde Reino Unido, por ahora, muy positivas. Ted Kravitz, uno de los periodistas más reputados del paddock, presente en Baréin con Sky Sports, confesó que "las primeras señales que ha dado Aston Martin son positivas: es un coche mucho mejor y se maneja mucho mejor que el año pasado". Contrasta el comentario de Alex Brundle, piloto y comentarista, sobre las dificultades del bólido para entrar en la curva diez. Tanto que volvió a colocarse como el más rápido con un tiempo de 1:31:874, antes de probar un alerón trasero de alta carga.

Aunque los tiempos siempre se cojan con pinzas en pretemporada ya que se desconoce la cantidad de combustible empleado, el mapa motor asignado y la estrategia que sigue cada escudería en los tests, siempre luce verse arriba en la tabla. La nota negativa de la jornada para el asturiano fue la gran cantidad de tiempo que se pasó fuera del AMR25. En algunos ratos, se le vio conversando con Andy Cowell, jefe de equipo, Mike Krack, director de pista, y demás ingenieros.

Alonso tuvo que hacer tiempo mientras sus mecánicos revisaban cada detalle de su monoplaza. El cockpit, por ejemplo, donde el bicampeón no pareció sentirse demasiado cómodo en algunos tramos. Le faltó rodaje, eso sí. Solo completó 38 giros cuando restaban 20 minutos de sesión, siendo el piloto que menos kilómetros acumuló de los diez coches que salieron a pista. No es lo ideal ni mucho menos dentro de su plan de completar tandas cortas, de pocas vueltas, e ir probando diferentes configuraciones. Acabó en séptima posición con 46 vueltas, lejos de las 55 de Hulkenberg, el segundo que menos rodó.