Lando Norris sobrevive al caos y a Max Verstappen mientras la lluvia arruina a Fernando Alonso y Carlos Sainz

Las últimas quince vueltas fueron para enmarcar. De infarto gracias a la caprichosa lluvia, esa que viene y va. Que aparece y desaparece para calar a Carlos Sainz,Fernando Alonso, Isack Hadjar, Liam Lawson, Gabriel Bortoleto, Jack Doohan y amedrentar a los coches de arriba: los McLaren y Max Verstappen. Seis abandonos y una amplísima disparidad de estrategias en boxes protagonizaron el final del Gran Premio de Australia.

En medio de la tormenta, el orden de cabeza llegó a ser Verstappen, que siempre pesca algo en el caos, Hamilton y Tsunoda. Norris terminó reinando porque mostró lo que siempre le ha faltado: madurez y templanza. Resistió como nunca las embestidas finales del campeón del mundo, que le respiró en el cogote durante las últimas vueltas con la pista mojada con un coche que sigue sin estar para muchos trotes. Rozó la victoria tras perseguir al británico y quedar a menos de un segundo.

Desde Imola 2022 no abandonaban una carrera los dos pilotos españoles a la vez. Estreno negro para Alonso y Sainz, que se retiraron antes de hora por la dichosa lluvia. El madrileño, en la primera vuelta, y el asturiano, en la 34, por pecar de ambición cuando iba volando en pista. El madrugón no valió la pena por verles sufrir pero sí por el espectáculo que regalaron aquellos que lograron sobrevivir al temporal. Simplemente épico.

Un debut para olvidar. Carlos Sainz terminó destrozado tras su primera carrera con el equipo Williams, que acabó antes de hora. En concreto, a las primeras de cambio. El madrileño cometió un error inusual en la primera vuelta, con la pista mojada, y estampó su coche contra las protecciones en la última curva. Incomprensible para un piloto tan experimentado.

La primera carrera vestido de azul fue para olvidar. Todo el trabajo durante el invierno y los test de pretemporada, al traste en unas pocas curvas. Las prestaciones del monoplaza son ilusionantes, así lo lleva demostrando desde que lo probó en diciembre, pero Sainz no pudo hacer gala de ellas en Australia. Tuvo que conformarse con ver la prueba desde la cámara onboard de su compañero Alex Albon desde el box. Antes que él, habían abandonado por errores similares los novatos Isack Hadkar y Jack Doohan. Al menos, su compañero salvó los muebles con un meritorio cuarto puesto.

Se pasó de ambicioso. Fernando Alonso dobló el dolor español con su abandono en la vuelta 34. El piloto de Aston Martinvenía volando en pista: rodaba en 1:28s y estaba siendo de los más rápidos en pista mientras perseguía a Pierre Gasly por la novena posición. El asturiano llevaba detrás del francés desde el principio de la carrera y empezó a recortarle hasta situarse en distancia de DRS.

Alonso cometió un error en su persecución. Sabía que iba rapídisimo, que podía pasarle y quería más: apoyó sus ruedas izquierdas en el piano mojado y perdió el coche. Se marchó contra el muro y destrozó su Aston Martin contra las protecciones. Sabía que su coche tenía ritmo pero pecó de ambición y lo perdió todo. Al menos, su compañero Lance Stroll rascó un sexto puesto.

Su único enemigo pueden ser ellos mismos. McLaren amenaza, y solo llevamos una carrera, con implantar un dominio aburrido en la Fórmula 1. Aún con lluvia, Norris y Piastri lideraron con mucha comodidad, hasta doblaron a Liam Lawson. El australiano fue adelantado por Verstappen en la salida pero se la devolvió cuando el neerlandés cometió una inusual salida de pista.

Unas vueltas más tarde, Piastri se olvidó de la gestión y apretó a su compañero de equipo, al que le pisó los talones durante varias vueltas. ¿Se le podía atacar y luchar contra él? Es el único problema con el que va a tener que lidiar el equipo campeón, como ya les ocurrió el año pasado. "Mantén posición", le obligaron desde el muro cuando vieron que iba mucho más rápido que su compañero Norris.

Su victoria peligró cuando la lluvia descargó sobre Albert Park y se fueron de la mano fuera. Regalaron el liderato a Verstappen durante unas vueltas hasta que Norris lo recuperó por parar en boxes en el momento adecuado. Clave en su triunfo. Piastri, que se había quedado atascado en el césped, consiguió reincorporarse dando marcha atrás pero cayó a posiciones fuera de puntos y terminó noveno.

Los novatos se encontraron el peor escenario posible y lo pagaron muy caro. Hadjar y Doohan, fuera en la vuelta uno, Lawson, lo mismo en la 47, y Bortoleto, también fuera de combate. Solo Antonelli, cuarto tras la apelación de Mercedes, sobrevivió con brillantez a las condiciones infernales de Australia. El resto de rookies sufrieron las consecuencias y la tristeza de Hadjar representó el sentir de unos críos tremendamente talentosos a los que le pudo la presión y la meteorología, que se los comió.

Isack Hadjar nunca olvidará su debut en Fórmula 1. Se pasó un buen rato llorando tras decir adiós a su primer Gran Premio en la curva dos. El novato terminó desconsolado después de estrellar su monoplaza nada más arrancar la vuelta de formación. El piloto de Racing Bulls no pudo contener las lágrimas, se bajó la visera y estalló. Un error infantil fruto de los nervios.