Un desalojo en la fábrica de Aston Martin para contentar a Fernando Alonso
El equipo contesta con ambición al toque de atención de Alonso: ficha al director técnico de Ferrari y coquetea con el genio Adrian Newey.
Cuando te desalojan de tu puesto de trabajo, lo último que esperas es que sea por una buena noticia. Aston Martin no ha tardado en mover ficha después del hartazgo que mostró Fernando Alonso tras terminar duodécimo en Barcelona y ha pasado a la acción en forma de recibir una visita sorpresa en su moderna fábrica de Silverstone y de un fichaje de peso.
Aston Martin ha contratado a una de las piezas claves de Ferrari y en Italia no se habla de otra cosa. Enrico Cardile, director técnico del equipo italiano, se unirá al equipo de Alonso, según informa el prestigioso Formu1a.uno. El ingeniero era una de las piezas claves de Ferrari y uno de los responsables de que el monoplaza de Sainz y Leclerc este año haya mejorado tanto.
Cardile empezó a colaborar con la escudería de Maranello en 2002 y, tras dos décadas en Italia, asumió el rol de director técnico de chasis y aerodinámica después de la llegada de Frederic Vasseur como jefe de equipo el año pasado. Uno de los pilares de Ferrari deposita su confianza en el proyecto de Aston Martin que, pinta muy bien a largo plazo, pero se tambalea a corto tras encadenar pobres resultados.
Un efecto chicle
El fichaje de un cerebro como Cardile no tiene por qué atraer a otro genio como Adrian Newey, gurú de la aerodinámica de Red Bull, que ya anunció su marcha del equipo. Sin embargo, el ingeniero de 65 años visitó hace unos días la fábrica de Aston Martin en Silverstone. Según adelantó el Telegraaf neerlandés y ha podido confirmar Relevo, los trabajadores del equipo británico fueron desalojados por la visita de Newey. Máximo secretismo alrededor de él.
El equipo de Alonso no está acertando con el desarrollo del coche pero mantiene la ambición que convenció al asturiano para renovar. Saben que, aunque sea complicado, tener a Newey les pondría en una situación privilegiada para poner en pista un coche rápido. La visita del ingeniero de Red Bull fue, además de otro intento de convencerle, una declaración de intenciones de Aston Martin después de que se le haya dado por fichado por Ferrari en varias ocasiones.
La nueva fábrica, el nuevo túnel de viento y la cantidad de millones que ofrece el mandamás Lawrence Stroll son argumentos con los que la escudería de Silverstone quiere contentar a Alonso. El equipo sabe que hay que mejorar lo antes posible después del toque de atención del asturiano en Montmeló: "No vamos a prometer nada, esperamos mejoras el año pasado y este...". Ya empieza, con motivo, a alzar la voz porque todos los equipos les están pasando,