El último lío monumental de la FIA provocará consecuencias en la F1

La Fórmula 1 es uno de los deportes de moda en estos primeros cuatro meses de 2023. El renacer de Fernando Alonso con Aston Martin y lo apretado de la acción en pista están propiciando un boom de seguimiento, interacciones y atención. Pero el espectáculo deportivo se está viendo enturbiado por decisiones como las que los comisarios de la FIA tomaron el domingo en el GP de Australia. En un intento por generar más espectáculo, condicionaron el final de la carrera y ocasionaron situaciones de peligro para los pilotos. ¿Qué desató el caos en Melbourne y cómo se pudo evitar?

La primera decisión que generó ciertas dudas fue la bandera roja que ondeó en el trazado australiano en la vuelta 9. Dirección de carrera decidió sacar el Safety Car cuando el Williams de Alex Albon, que rodaba sexto, se pasó de frenada en la curva 6 y quedó varado entre el piano y la hierba tras impactar contra las barreras tech-pro. El coche de seguridad había entrado en la vuelta 7 debido a la grava y algunos restos del monoplaza que se esparcieron por el asfalto.

Esto provocó que Mercedes y Ferrari optaran por adelantar la primera parada de George Russell (líder de la carrera) y Carlos Sainz (cuarto) en un intento por perder menos tiempo en la misma. La jugada parecía brillante, pero la decisión repentina de dirección de carrera de sacar la bandera roja dos vueltas después dilapidó su estrategia.

"Creo que esa primera bandera roja era totalmente innecesaria. Había bastante grava en la pista, obviamente, pero también una trazada clara de carrera. Hemos visto cosas peores en el pasado. Es algo parecido a la decisión en Arabia Saudí de sacar el coche de seguridad cuando el coche estaba totalmente fuera de pista", apuntó Russell, uno de los dos perjudicados.

Niels Wittich, director de carrera, pareció querer curarse en salud y dar tiempo a los comisarios a retirar la suciedad de pista y recoger el coche de Albon con una grúa que entró en la escapatoria sin tener que estar pendientes del paso del Safety Car con los otros 18 coches que quedaban en pista. Pero con un coche de seguridad al uso podría haberse gestionado sin mayores problemas; no obstante, de considerar sumamente necesario sacar la bandera roja, habría que haberlo hecho antes.

El reglamento deportivo de la F1 establece en su artículo 57.1 al respecto del uso de una bandera roja lo siguiente: "Si algún competidor o comisario está en peligro físico inminente por el hecho de que los coches sigan rodando en pista, y dirección de carrera considera que la circunstancias hacen que la pista no puede ser transitada de manera segura, incluso detrás del Safety Car, la carrera se suspenderá".

Pero la cosa no quedó ahí. El problema llegó cuando Kevin Magnussen, que rodaba 12º con el Haas, se fue contra el muro en la curva 2 y dañó su llanta trasera derecha en la vuelta 53, a cinco del final. El neumático se desprendió y la carcasa se detuvo en el lateral izquierdo de la recta camino del tercer vértice. El danés paró en el interior de la curva 4. La FIA tardó más de una vuelta en tomar una decisión, que inicialmente implicó la salida del Safety Car... durante un solo giro, antes de sacar la segunda bandera roja del día en la enésima pasada de frenada en su toma de decisiones.

Que Wittich volviera a decidir salir desde parado con solo dos vueltas por disputarse provocó una situación de peligro innecesaria, donde los 16 pilotos en liza salieron con el cuchillo entre los dientes para buscar adelantar posiciones. Fue entonces cuando Sainz tocó a Alonso en la curva 1, antes de que Gasly, que se pasó de frenada en su intento de adelantar al Ferrari, se reincorporase como un kamikaze a la pista y se llevase por delante a su compañero, Esteban Ocon. Los Alpine acabaron contra el muro en una imagen grotesca. Logan Sargeant también golpeó por detrás a Nyck de Vries en la curva 1; le enésima escabechina que provocó la tercera bandera roja.

Curiosamente, los comisarios de la FIA solo decidieron sancionar de manera excesiva a Carlos Sainz, pese a que su incidente con Alonso no tuvo consecuencias reales, dado que dirección de carrera decidió que la última vuelta de la carrera se haría tras el coche de seguridad y en el orden previo a la última y caótica resalida. En cambio, Gasly y Sargeant dejaron fuera de carrera a otros pilotos.

A todo esto hay que sumarle la situación de peligro que se generó en la vuelta de formación de parrilla de la vuelta 10, cuando Hamilton ralentizó la marcha después de que se marchara el Safety Car y su compañero, Russell, que salió más tarde de lo debido del pitlane tuvo que bajar la velocidad repentinamente. Guanyu Zhou estuvo a punto de llevarse por delante a Sergio Pérez, mientras que Logan Sargeant tuvo que evitar a última hora a Valtteri Bottas.

Las consecuencias de este caótico domingo se van a dejar notar. Los comisarios revisaron esta situación y concluyeron que no consideraron oportuno sancionar al joven británico, pese a considerarlo "una situación no ideal desde el punto de vista de la seguridad". Eso sí, dejaron deberes a la FIA y a la F1: "Consideramos que parte del problema es la normativa que permite al coche líder marcar el ritmo cuando se va a realizar una resalida desde parado tras pasar por el pitlane (en contra de una resalida lanzada). Esto, quizás, debería revisarse en el futuro para ver si es apropiado en una resalida de este tipo".

No solo eso debería revisar la Fórmula 1 en este mes que queda hasta la próxima cita en Bakú (28-30 de abril). Los equipos y los pilotos necesitan claridad y saber en qué tipo de situaciones es más probable que ondee la bandera roja y cuándo se optará por el Safety Car o el Virtual Safety Car. Los propios pilotos han pedido explicaciones a la FIA antes de la próxima carrera. Dirección de carrera también debería aclararse sobre cuándo es mejor optar por las salidas desde parado o por las lanzadas. Al deporte le va su credibilidad en ello.

Las opiniones de los protagonistas de la F1 han seguido un mismo enfoque común: la segunda bandera roja fue completamente innecesaria y favoreció el caos final.

Fernando Alonso, que vio cómo Carlos Sainz le golpeó por detrás en la segunda resalida desde parado y le hizo caer al 11º puesto, fue muy claro al respecto.

"Cuando sacas una bandera roja, que lo hacen por seguridad, pero haces otra salida en parado con 20 pilotos yendo hacia la primera curva después de una vuelta de formación detrás del Safety Car, que obviamente va muy lento, al final estás creando más peligro, porque va a volver a pasar algo... Lo hablaremos en la próxima carrera", apuntó el asturiano tras lograr su tercer podio consecutivo en este inicio de F1 2023.

"Me sorprendieron las banderas rojas, para ser sincero. Porque la primera fue por un Williams en la curva 6, pero ya pasamos por ahí detrás del Safety Car, había un poco de grava, pero nada demasiado grave. No obstante, la FIA tiene más información que nosotros. Si hay bandera roja, tiene que ser por una razón. En Bakú preguntaremos la razón de la segunda. Sé que había un trozo de neumático en la primera recta, pero el coche estaba en el interior de la curva 4, que es bastante seguro".

El ganador de la carrera, Max Verstappen, también siguió una línea parecida: "Creo que la primera la puedes sacar, pero la segunda, no la entiendo, realmente. Esas decisiones fueron un poco caos. No creo que necesitásemos la segunda bandera. Creo que podrían haberlo resuelto con un Virtual Safety Car o un Safety Car, como mucho. Si hubiésemos salido en lanzado, no habríamos tenido todos estos incidentes y habríamos tenido un final normal. Crearon los problemas ellos solos. Esto creó mucha confusión, tendremos que hablarlo en Bakú".

Por su parte, Toto Wolff, jefe de Mercedes F1, añadió: "No vimos venir ambas banderas rojas. Creo que las resalidas están genial y tienen un componente de entretenimiento. Simplemente creo que tenemos que entender de ahora en adelante cuándo se sacan y cuándo se opta por el Safety Car o el VSC en su lugar. Creo que con estos incidentes podrías haber usado ambos".

En cambio, Christian Horner, jefe de Red Bull Racing, apuntó en declaraciones a Autosport: "Siempre es frustrante cuando hay bandera roja y resalida a tres vueltas del final. Cuando eres el líder, solo puedes perder en ese momento. Es algo que se discutió. Siempre hay preferencia por acabar la carrera compitiendo, así que si parar la carrera les permite limpiar el circuito, en lugar de completar lo que quede detrás del Safety Car, es lo correcto".

Lando Norris, que está sufriendo un inicio gris de temporada para McLaren, puntualizó: "El sentido de las banderas rojas parece que fue simplemente ofrecer más espectáculo".

Los comisarios de la FIA no tuvieron un día tranquilo. Después de la carrera tuvieron que revisar la invasión de la pista de los aficionados cuando aún había monoplazas y vehículos de recuperación sobre el asfalto (algo que llevará a una revisión por parte del Consejo Mundial del Motor del proceder en estos casos), y la reclamación de Haas de los resultados provisionales de la carrera. El equipo estadounidense reclamaba que se hubiera tomado las posiciones al pasar por la línea SC2 para la resalida final tras el Safety Car, después del caos tras la segunda resalida desde parado y no la propia parrilla de salida.

Si se hubieran tomado como referencia los tiempos de paso por la línea de Safety Car 2, Nico Hülkenberg estaría por delante de Lando Norris. Pero los comisarios dieron por válido el proceder de dirección de carrera, debido a que la decisión se tuvo que tomar "en el contexto de una carrera cronometrada" y "con prontitud". La realidad es que se tardó más de 30 minutos en proceder a la última resalida tras el coche de seguridad.