Fernando Alonso tiene un dilema con los nuevos motores de la Fórmula 1

En una fina línea. Fernando Alonso se mueve en una cornisa afilada cuando entran en la conversación los motores del año que viene en la Fórmula 1. En la rueda de prensa previa al Gran Premio de China celebrada esta madrugada, las palabras del asturiano sobre este asunto sorprendieron. Este aspecto es vital pues se entiende que, a partir del cambio de normativa de 2026, las unidades de potencia serán clave de cara a un buen rendimiento del monoplaza.

La respuesta del asturiano a la pregunta sobre si aplaudiría el retorno de los motores V10 del pasado tiene diversas interpretaciones. Su argumentación está llena de matices. "No estoy seguro, es difícil comentar, adoro aquella época de los V10 y su sonido, lo echo de menos aunque ahora vivimos en un mundo distinto y la tecnología ha evolucionado. Tenemos un motor eficiente que consume un tercio y es una decisión de arriba, de FOM y FIA. Queremos el coche más rápido posible con el motor que sea que tengamos detrás, quizá los fans tienen algo que decir… no podemos ir en contra de los tiempos y no podemos olvidar lo eficientes que son los coches ahora, es como pensar que podríamos pilotar sin halo. Tenemos una buena Fórmula 1 y un buen momento al deporte".

La primera reacción a sus palabras es de sorpresa. Cuesta creer que un purista como él, un enamorado de la Fórmula 1 vintage que dominó en 2005 y 2006, mire hacia otro lado cuando la competición abre la puerta a recuperar uno de aquellos elementos míticos. Alonso siempre ha manifestado que le encantan aquellos años, no solo por haber ganado, y que añora detalles como los extintos repostajes, los neumáticos, el sonido de los motores V8 y V10 y el tamaño de aquellos monoplazas. Su última manifestación fue en Londres, antes de arrancar el curso.

¿Por qué Alonso no apoya entonces la vuelta de los V10? Cuando empieza a echarlos de menos, se corta: "Lo echo de menos aunque ahora vivimos en un mundo distinto". Ese mundo distinto del que habla está impregnado del rumor de la vuelta de aquellas unidades de potencia míticas que desaparecieron en el año 2006 y que, de los pilotos en activo, solo él ha podido disfrutar.

En este contexto de retorno de motores clásicos que engancharon a tantos aficionados, él se baja del barco porque "no podemos ir en contra de los tiempos". Y en estos tiempos, Honda ha tenido, tiene y tendrá un papel destacado en la carrera de Alonso. A corto plazo, motorizará a Aston Martin desde el señalado año 2026 y su rendimiento es una incógnita. ¿Lastrará o hará volar al coche verde? Lo que queda en la retina es el calvario que sufrió el español cuando trabajó codo con codo con la marca japonesa en su etapa de McLaren-Honda, antes de abandonar el Gran Circo.

De poco valen esos rumores de que si el motor Mercedes será fuerte, el Ford dejará dudas o el de Honda arrasará hasta que no se vean los coches en pista el próximo invierno. Mientras tanto, en los últimos meses, tanto las declaraciones de Honda, que no descarta motorizar también a otros equipos para obtener más datos, como las de Alonso, han sido cordiales, de confianza y de fe ciega en el proyecto. Quieren trabajar y ser campeones junto a la mano de Adrian Newey, el túnel de viento y el simulador.

El bicampeón tiene que defender a capa y espada a su poderoso socio. Se espera que Honda, junto a Aramco, contribuya a que el proyecto de Aston Martin sea el más fuerte de la parrilla en el futuro. Si motoristas como Honda o Ford, que se estrenará con Red Bull, ya han invertido cientos de millones en sus nuevas unidades de potenciapara que ahora la FIA y FOM decidan cambiarles la hoja de ruta y los planes, no resulta difícil imaginar el chasco de las marcas. ¿Qué pensará Cadillac y General Motors, que ingresarán en una categoría donde mandan los egos y cada marca quiere ser la mejor y la más rápida?

Se rumorea que la Fórmula 1, según prensa internacional, mantenga las normas actuales durante dos años más, es decir, hasta 2028 y ahí cambiar a las famosas unidades V10. Otra opción sería reducir de cinco años a tres el tiempo en que estarán en vigor las nuevas regulaciones. Ahí entrarían entonces los nuevos motores. Bajar de cinco a tres años trastocaría notablemente los planes y la inversión realizada de Honda. Además, la FIA ya habría creado un grupo de trabajo alrededor de los V10, según avanzó Tobi Grüner, periodista de Auto Motor und Sport.

Stefano Domenicali, CEO de la Fórmula 1, de puntillas, lo mencionó cuando dijo que "quizás deberíamos acelerar el abandono de la tecnología híbrida para apostar por combustible sostenible". Mohammed Ben Sulayem, su homólogo en la FIA, también se interesó en la nueva vía: "Debemos estudiar nuevas posibles direcciones, como recuperar el rugido de los motores V10 con carburante sostenible".

Si hubiera que apostar, lo esperado era que Alonso se hubiera rendido públicamente al cambio. Sin embargo, ni confirma ni desmiente. Más bien, se pone de perfil. Lo hace a medias porque, en el fondo, todavía le queda la nostalgia de su época de dominio con el coche azul, cuando ganó los Mundiales de 2005 y 2006. ¿Cómo olvidar aquel sonido que hacía que valiera la pena pagar una entrada para ir al circuito y escuchar los coches en directo?