Los 'ding-dongs' entre Carlos Sainz y Charles Leclerc que motivan al español

Hasta diez veces repitió Carlos Sainz la nueva acepción que se ha inventado con la palabra 'ding-dong'. A partir de ahora, ya no solo sirve para llamar al timbre, también para bautizar a las rencillas en pista que tiene el madrileño con su compañero en Ferrari Charles Leclerc.

"No es el primer 'ding-dong' que tengo con Charles (Leclerc) ni va a ser el último, tenemos un par de 'ding-dongs' cada año, siempre están ahí pero siempre los acabamos arreglando". Y así hasta diez. La cuenta de X de Sky Sports recogió en un divertido clip editado de 32 segundos los infinitos 'ding-dongs' que están motivando a Sainz en su último año en Italia.

La máxima de la Fórmula es batir a tu compañero de equipo, que siempre es tu principal rival. Y el español se está merendando en las últimas carreras al monegasco, al que le cambió la vida, para mal, desde que ganó en su Gran Premio de casa. El roce del que hablaba el madrileño ocurrió en Barcelona, donde tuvieron sus más y sus menos en pista.

Se llevan muy bien, como ambos reconocen, y sus piques en carrera son lo más normal en la Fórmula 1. Sin embargo, esa preciosa y sana rivalidad pueden servir de gasolina para motivar a un piloto a superar a otro. También ayudó que, en aquella carrera en Montmeló, Leclerc superara en Montmeló por poco a su compañero: hizo un quinto por un sexto de Sainz.

Desde entonces, la película ha cambiado. En los dos últimos Grandes Premios, el madrileño le ha recortado 26 puntos al monegasco y ya le pisa los talones en el Mundial. Está a solo cuatro puntos con una carrera menos, ya que en Arabia no pilotó por aquella apendicitis.

Austria y Silverstone fueron dos golpes del español. Se subió al podio en el Red Bull Ring mientras Leclerc no sacó ni un punto. Misma historia en la última carrera, donde Sainz hizo un quinto y su compañero quedó decimocuarto tras una triste estrategia del equipo Ferrari.

El buen rendimiento en pista le coloca en una posición privilegiada en el mercado mientras sigue buscando asiento para el año que viene. Es el piloto más codiciado de la parrilla. Acabar en Ferrari por todo lo alto es otra ilusión tras cuatro años en Maranello. Se echarán de menos mutuamente y qué mejor que terminar con podios y, por qué no, con algún triunfo más.