El duelo entre españoles retira a Fernando Alonso y merma a Carlos Sainz

La Fórmula 1 sonríe cuando hay luchas en pista. Es lo más bonito del deporte. Las batallas rueda a rueda logran dibujar en el aficionado una sonrisa de oreja a oreja. La carrera cobra más emoción todavía si el invencible Max Verstappen tiene algún problema en su coche, porque así, la competición se iguala. Son ingredientes que hacen más leve un madrugón a las cinco de la mañana para ver una corta pero intensa carrera de 19 vueltas en China que terminó empañada por un incidente entre Carlos Sainz y Fernando Alonso.

Las batallas en el asfalto maravillan un poco menos si tienen como protagonistas a los dos representantes de tu país. Y más si ambos salen mal parados. Los pilotos españoles tuvieron una carrera al sprint del Gran Premio de China para olvidar. Su dura batalla rueda a rueda a falta de tres vueltas estaba siendo apasionante mientras ambos lo daban todo y pasaban muy cerca del otro en pista hasta que se tocaron. Se arruinaron la prueba.

Sainz y Alonso contactaron en la vuelta 16 con terribles consecuencias: el asturiano tuvo que abandonar la carrera y el madrileño perdió posiciones hasta caer al quinto. Perdió, de hecho, el mano a mano contra su compañero Charles Leclerc. El asturiano tuvo daños en su alerón delantero, fue llamado enseguida a entrar en boxes y terminó último.

Algunos planos en televisión mostraban lo que acabó siendo la sprint del Gran Premio de China: Verstappen se iba alejando de Hamilton delante de un grupo de pilotos que lideraba Alonso y que estaban extremadamente pegados. Carlos Sainz, Checo Pérez y Charles Leclerc pelearon durante varias vueltas muy cerca de un Aston Martin al que, al final, terminó pasando todo el mundo.

Sin embargo, el neerlandés no lo tuvo tan fácil ni mucho menos: entre que la parrilla se va compactando y que el de Red Bull partía cuarto, sufrió de lo lindo. Verstappen tuvo que remontar aunque le bastaron nueve vueltas para pasar a Alonso y Hamilton. Se quejó por radio, a grito pelado, de problemas de batería que le mermaron al principio de la carrera.

No debe ser agradable sostener a una bestia como Verstappen y tenerlo respirando en el cogote. Siete vueltas aguantó Alonso, que sabía que esa no era su lucha y no opuso resistencia. Dos giros después, Hamilton fue su siguiente víctima. Misma operación aunque el británico sí que trató de defenderse y de contestar al neerlandés. Terminó agachando la cabeza y acabó segundo en el sprint.

El asturiano sabía que firmar un top 3 era un milagro y que no valía la pena dañar sus neumáticos y perder un tiempo valioso. Su Aston Martin formó un trenecito de DRS donde todos sus rivales le acechaban ya que tenían un ritmo mayor que él. Preocupante para mañana en la carrera. Carlos Sainz, Checo Pérez, Charles Leclerc y Lando Norris le intimidaban con el cuchillo entre los dientes pero no pudieron pasarle hasta que faltaron un par de vueltas.

 

La salida fue espectacular y tuvo a Norris como protagonista. Como en la curva 1 se frena muy tarde, el británico pecó de optimista y terminó saliendo de pista. El piloto de Mclaren, que salía desde la pole, perdió varias posiciones y terminó salvando los muebles con un sexto puesto.