Lo que esconde la media sonrisa y el único abrazo que recibió Carlos Sainz tras su pole
El madrileño quiere despedirse de Ferrari con una victoria.
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Detiene su coche rojo en la codiciada señal de P1. El morro de su monoplaza no la besaba desde septiembre del año pasado. Se baja del vehículo y se lo toma con mucha calma. Pasa unos largos segundos apoyándose en el halo y se pasa otros tantos oteando a su alrededor. Sus guantes dejan sus manos mientras se pasea lentamente hacia la valla, plagada de fotógrafos obsesionados con él. No hay ningún indicio de euforia.
La imagen de la polémica que corre por las redes sociales es la del abrazo en el que se fundieron el poleman de México, Carlos Sainz, y su fisio y amigo Pierluigi Della Bona. ¿Por qué hay solo un miembro de Ferrari? Fue la pregunta que se repitió una y otra vez en la Fórmula 1. Todo este ruido mientras el madrileño solo se atrevió a esbozar media sonrisa: tal vez su rostro era más de concentración que de seriedad, consciente de que hay que terminar el trabajo en carrera saliendo primero.
No hay ninguna polémica. La teoría de que a los mecánicos y al círculo de confianza de Sainz no les dio tiempo a llegar a la valla para celebrar con él es papel mojado. Los seguidores del madrileño se quejaron de que cuando es su compañero Charles Leclerc el que triunfa, en Ferrari hay fiesta total. Todo el mundo está listo para la foto. Abunda el color rojo cuando con el español escasea.
VERGONZOSO: Tan solo había un empleado de Ferrari tras la valla para celebrar la pole de Carlos Sainz.#F1 #F1ESTA #MexicoGP pic.twitter.com/5td7czMBtB
— Fórmula Directa (@FormulaDirecta) October 26, 2024
La realidad es muy diferente. Según ha podido saber este medio tras contactar con el entorno del piloto, el enfado con el equipo italiano es inexistente ya que se celebró con euforia dentro del garaje de Sainz. Los mecánicos y demás personal de Ferrari sí suele acudir a la famosa valla cuando hay carrera pero no cuando hay clasificación. Se puede decir que el equipo no dejó solo al poleman español en su festejo.
Ya con la explicación del famoso abrazo que indignó a tantos aficionados a un lado, la media sonrisa de Sainz tras ser el más rápido también tiene un significado. El español sabe lo 'poco' que vale salir desde ese cajón en México: la larga recta hasta la primera curva y los rebufos amargan la mitad de las poles, que no se convierten en triunfo. "Me ha recordado a su padre, ha hecho algo diferente", explicaban desde Ferrari tras verle pasar por la zona sucia justo antes de entrar en meta.
That reaction from the garage when @Carlossainz55 stormed to Pole 🚀 #MexicoGP #F1 pic.twitter.com/2OuNv9dISG
— Scuderia Ferrari HP (@ScuderiaFerrari) October 26, 2024
Queda mucho trabajo en carrera hasta conseguir esa última victoria con Ferrari con la que está obsesionado el madrileño. Le quedan cinco citas para hacerlo y tiene un coche rápido como compañero. Minutos más tarde, al charlar con la prensa, el mismo gesto: media sonrisa y mucha concentración. Un rato antes, ya había exhibido ese rostro cuando sujetaba el mini neumático de la pole junto a Mario Isola, responsable de Pirelli.
Esa cara de pocos amigos tiene que ver con que Sainz se encuentre en el mejor momento de su carrera ahora mismo y que solo le queden cuatro citas para pelear por victorias. No seguirá en Ferrari porque pilotará para Williams y quién sabe cuándo volverá a tener monoplaza para luchar por grandes cosas. Es una mezcla de sensaciones que debe ser difícil de digerir tras muchos meses de rumores y de bandazos entre una escudería y otra.