Estalla la bomba Max Verstappen: golpe al volante, sapos por la boca y un "pueden joderse todos"
El neerlandés ya no aguanta el pobre rendimiento de su Red Bull, que lo ha crispado en las últimas semanas y ha destapado su lado más explosivo en Hungría.

El de Max Verstappen en Hungría ha sido todo un recital. Pero no al que nos tiene acostumbrados. Es ya el tercer Gran Premio consecutivo en el que no gana esta temporada y comienza a notarse su inquietud y crispación. Ha caminado preocupado por los recovecos del paddock del Hungaroring, especialmente serio y saltando a la mínima que algún comentario no le encajaba, como a punto de estallar.
"Pueden joderse todos". Es la guinda al pastel de todas las perlas que ha soltado por la boca en Budapest desde el viernes, que no son pocas. La primera, en la clasificación clamando por un coche que esté a la altura de su pilotaje: "¿Podemos, por favor, mejorar esta maldita lancha?". Cuestiones del destino (y de pura ironía), en el preciso momento que sonó esa radio con su equipo Checo Pérez puso rumbo al muro, lo que lo apeó de la Q2.
Hasta ahora Verstappen había escondido las evidentes y abundantes carencias del Red Bull con un pilotaje exquisito. Nadie es capaz de explicar, si no, algunas de sus siete victorias de la temporada. Pero a estas alturas ya no puede camuflar su frustración por estar pilotando un coche tan limitante y que ha dado lugar a que otros seis pilotos se repartan las victorias. Hoy , Oscar Piastri, el séptimo.
¡VAYA CABREO DE VERSTAPPEN! 😡😡😡
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A puñetazos con su volante después de que no pudiera hacer una última vuelta lanzada por la pole #HungriaDAZNF1 🇭🇺 pic.twitter.com/QyHus1OlGO
Ahora mismo no puede mantener la calma a pesar de su característica frialdad. En la qualy golpeó con fuerza y rabia el volante de su RB20 cuando supo que se quedó a 46 milésimas de la pole que conquistó Lando Norris. Y en la carrera el saco de boxeo fueron sus ingenieros.
Un desastre en la estrategia
Cierto es que la estrategia fue, cuanto menos, mejorable. Red Bull dejó que Lewis Hamilton le hiciera hasta dos undercut, también uno de Charles Leclerc cuando por todos es sabido que Ferrari no es un genio táctico. Y por si no fuera poco, una de sus dos paradas duró tres segundos, mucho más de lo que los austriacos suelen tardar. Este cóctel lo desesperó. "Es realmente impresionante cómo nos hemos dejado hacer ese undercut y hemos arruinado completamente mi carrera".
Una vez trató de solventar el error cometido en el muro, al holandés solo le quedaba ponerse manos a la obra y hacer su magia en pista. Se metió en varias peleas con Hamilton, y cuando su equipo le pidió no ser tan agresivo y conservar los neumáticos contestó con claridad: "No, no me digáis eso ahora. Me habéis dado esta mierda de estrategia, ¿vale? Estoy tratando de solucionarlo yo mismo".
Verstapppen LA LÍA PARDA y acaba VOLANDO tras tocarse con Hamilton
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¡VAYA PASADA DE FRENADA! 😱😱😱#HungriaDAZNF1 🇭🇺 pic.twitter.com/ZSdv80fkgW
Su solución fue ir con todo, literalmente. En Hungría hay dos oportunidades de adelantar con limpieza: las dos primeras curvas. Intentó aprovechar una de las pocas que se le presentó en ese primer punto, cogiendo el rebufo de un coche doblado y lanzando su monoplaza al interior de Hamilton. Claramente se precipitó, ya que bloqueó neumáticos y salió volando tras chocar su rueda con la de Lewis. Fue casi como un flashback a Monza 2021, aunque esta vez el británico no quedó debajo del Red Bull, por suerte. Su equipo le ofreció mandar personal médico, pero la rechazó con 'elegancia': "Podemos mandar médicos a los comisarios, a ver si ellos están bien".
Preguntado al final de la carrera por su análisis del día, se limitó a ser menos explosivo, más escueto. Simplemente comentó que no le gustó en absoluto la estrategia seguido por su equipo, que esta arruinó todas sus posibilidades y, por qué no, se exculpó del percance (Hamilton y él fueron llamados a declarar, sin sanción oficial para ninguno de ellos).
Pero cuestionado una última vez sobre si todos los sapos que echó por la boca a lo largo de las 70 vueltas que duró la carrera había faltado al respeto a su equipo, tuvo clara su respuesta: "Pueden joderse todos". Esa reacción despertó la carcajada entre los medios presentes, Relevo, por ejemplo. Y va más con el verdadero Max Verstappen, el que ha estallado en Hungría después de varias semanas frustrado viendo que ya no tiene todas las papeletas para ser campeón del mundo en su bolsillo y al que nadie nunca le cambiará su forma de ser y sus ideales.