Fernando Alonso y Aston Martin culminan su peor fin de semana del año: "Una carrera para olvidar"

Antes o después tenía que llegar un fin de semana negro para Fernando Alonso y Aston Martin. El asturiano había conseguido terminar en los puntos las 14 carreras disputadas hasta el momento, siete de ellas en el podio. Era tercero en la clasificación del Mundial, un puesto que ya había cedido su equipo en el último Gran Premio disputado en Monza, lastrado sobre todo por el mal rendimiento de Lance Stroll. En Singapur esperaban volver a resurgir, pero la realidad ha sido bien distinta. "Llegamos con altas expectativas de que este circuito sería positivo para nosotros, pero no fue el caso", indicó el bicampeón del mundo tras la carrera.

Todo comenzó a torcerse el sábado, cuando el piloto canadiense estrelló su coche en la recta de meta al final de la Q1, provocando una bandera roja y cayendo a la última posición de la parrilla. El asturiano logró salvar los muebles del equipo para finalizar en una digna séptima posición, lo que unido al aparente buen ritmo de carrera demostrado el viernes le hacían aspirante al podio. Pero todo empeoró este domingo.

A primera hora de la mañana Aston Martin anunciaba que Stroll no competiría en Marina Bay al encontrarse en mal estado horas antes de la carrera. Además, como ningún otro piloto probador disputó ninguna sesión de libres, no podía ser reemplazado. Alonso estaba solo ante el peligro, y la carrera no empezó nada mal para él, superando a Magnussen en la salida y situándose a la estela de los cinco más rápidos. Y hasta ahí.

Poco a poco fue cediendo tiempo y metros con Lewis Hamilton. Y alrededor de la vuelta 20, un accidente de Sargeant provocó la salida del Safety Car, lo que significó el principio del fin para él. Una mala entrada a boxes hizo que se saliese de la línea blanca en la entrada al carril, lo que llevó a la FIA a sancionarle con cinco segundos. No perdió posición en la parada, pero acumulaba un lastre importante en una carrera donde las diferencias estaban siendo mínimas.

Ya de nuevo en marcha, los Red Bull se habían mantenido durante el coche de seguridad y tocada adelantarlos. Russell, Norris, Hamilton y Leclerc lo hicieron sin muchos problemas aprovechándose de los neumáticos desgastados que vestían los dos coches del equipo austriaco, pero el de Aston Martin no pudo superar a ninguno de ellos e incluso se vio superado por un Ocon que abandonaría poco después. Siguiente mala jugada.

Porque Alonso decidió entrar por segunda vez a boxes para calzar gomas blandas e intentar superar a los que iban con medios por delante. Pero la parada se fue hasta los 25 segundos al quedarse enganchadas las dos ruedas del lado derecho de su coche, lo que le relegó a la última posición en carrera. Y ya hacia el final incluso protagonizó una salida de pista que casi le lleva al abandono. "El coche es inconducible", se quejó amargamente por la radio.

Al final cruzó la meta en 15ª posición, la peor del año y por primera vez fuera de los puntos. Aston Martin también se fue con el casillero a cero y ve como Ferrari se aleja a 48 puntos en la clasificación por equipos. "Ha sido una carrera para olvidar. No teníamos ritmo hoy", apuntó un Fernando Alonso que no tenía ganas de hablar tras la carrera, con respuestas casi monosilábicas en su comparecencia con DAZN.

Sabía que habían desaprovechado casi la única ventana que va a abrir Red Bull este año y las sensaciones no son las mejores de cara al tramo final de temporada, aunque insta a seguir trabajando.

 "Hay muchas cosas que debemos investigar a partir de este fin de semana; hay mucho que aprender y mejorar", explicó tras la prueba en las televisiones británicas e italianas, y se quejó de que todo lo que podía salirles mal, les salió. "Hemos sufrido de todo: errores antes de entrar en boxes; una parada lenta, tráfico, sin ritmo en el coche… todo en una misma carrera. Aprenderemos cosas y mejoraremos para Japón", analizó.

Cuando se le preguntó por la causa de sus problemas este fin de semana, respondió: "Era cuestión de entrar en el ritmo del fin de semana. Es cierto que Singapur es uno de esos especiales y el ritmo en carrera está dictado por las temperaturas de los neumáticos y cosas así. Quizás fuimos demasiado duros con esos aspectos en el coche y tenemos que asegurarnos que mejoramos".

"Tenemos que revisarlo porque el coche era muy complicado de conducir, no había casi margen con el tren trasero, matamos los neumáticos rápidamente después de la parada en boxes".

Y sobre las opciones de una 33 que sigue haciéndose de rogar, añadió: "Llegamos con altas expectativas de que este circuito sería positivo para nosotros, pero no fue el caso. Ahora veremos en Japón, quizás no esperemos magia allí y tengamos una bonita sorpresa. Esperemos. He arrancado séptimo e imagino que nadie pensaba en la victoria. Teníamos más expectativas que la carrera que hemos hecho, eso seguro. Pero tenemos que aprender de lo que ha pasado hoy, que ha ido todo al revés y sin duda que es una carrera para olvidar. Esperemos que no nos ocurran tantas cosas negativas en un mismo domingo más".

Mike Krack, jefe de equipo, lamentó lo sucedido durante el fin de semana y destacó que la carrera se vino abajo durante la segunda parada en boxes. "Necesitamos analizar exactamente lo que pasó. Incluso sin este problema (en el pit stop), sumar puntos hoy habría sido difícil. Seguiremos adelante y aprenderemos de estos días. Hay mucho trabajo por delante", señaló.