FÓRMULA 1

Fernando Alonso no engañó a nadie cuando avisó sobre lo que venía este año

El asturiano marcha último en el campeonato con cero puntos y 36 vueltas completadas.

Alonso solo ha podido completar 36 vueltas este año./EFE
Alonso solo ha podido completar 36 vueltas este año. EFE
Jorge Peiró

Jorge Peiró

Es misión imposible sacar algo positivo de la temporada de Fernando Alonso. Con solo dos citas disputadas (además de los caóticos test de Baréin), los números son demoledores y no invitan al optimismo. No obstante, las cifras del asturiano, que solo ha podido completar 36 vueltas, pierden algo de oscuridad si se observa la letra pequeña que hay detrás.

El balance es paupérrimo: duodécimo en parrilla en Australia y accidente bajo la lluvia en carrera, décimo en la carrera al sprint de China, decimotercero en clasificación y abandono en la vuelta 4 ayer en Shanghái. Cero puntos del español, igual que en aquellas temporadas para olvidar con McLaren-Honda (2015, 2016 y 2017) por los diez puntos que lucen en el casillero de su compañero Lance Stroll.

Si uno se asoma a la clasificación del Mundial de Fórmula 1 sin haber seguido demasiado la competición, pensará que el canadiense está humillando al español, que es último. Un bicampeón del mundo que, para alguno, empieza a estar venido a menos. Alonso, como reconoció en Melbourne, cometió un error en clasificación cuando se fue ancho y dañó el fondo de su Aston Martin. Ahí condenó su Q2 y se hipotecó.

Más allá de aquello, lo visto hasta ahora en 2025 no puede dejar demasiadas conclusiones. ¿Cómo se le va a menospreciar por el noveno de ayer de Stroll mientras él ni pudo acabar? Los frenos en su monoplaza le arruinaron la prueba desde la primera vuelta: "Desde ahí estuvieron muy calientes y el pedal se fue al fondo, hay que entender qué pasó. Ojalá ver en Japón la bandera a cuadros por primera vez". Tras el cuarto giro ya estaba en el garaje y con un cero en su casillero. En la sprint, sufrió problemas de energía y se tuvo que conformar con quedarse detrás de Norris.

Parece que siempre le pasa algo a él. Un envoltorio de un sandwich en Baréin, una tuerca en Hungría, una pieza de un euro en Australia, infinitos fallos mecánicos, etc. Suena a la excusa de cada año pero es que la mecánica nunca le acompaña. El ovetense ya avisó antes de arrancar el curso de que la temporada iría de menos a más, justo al contrario que en 2024, donde Aston Martin fue rápido en las primeras carreras hasta Imola.

Los primeros compases de temporada se presumía podían ser duros pero nadie imaginaba tanta crueldad. Lleva cero puntos, como en las dos primeras pruebas de la temporada 2015 (no participó en Australia y tuvo un fallo mecánico en Malasia), en la 2016 (sufrió un accidente en Melbourne y fue duodécimo en China) y en la 2017 (perdió la suspensión a falta de cuatro vueltas en Albert Park y no terminó en China). Por ahora, se lo toma con calma y como una segunda pretemporada: "Estamos en una parte del año un poco experimental".

Un 10-0 con pinzas

Las épocas no son comparables porque el coche de ahora sí deja brotes verdes. Ha nacido bien, es estable y tiene muchísimo margen de mejora. El ritmo de Stroll en China fue prometedor, sobre todo con la rueda dura. Alonso, de haber podido seguir en pista, se habría llevado un gran botín de puntos, más si se tienen en cuenta las descalificaciones de Hamilton, Leclerc y Gasly, que le habrían regalado varias posiciones. Ese 10-0 tan engañoso que se ha viralizado poniendo en buena estima a Stroll perdería lustre. Es un dato oportunista a estas alturas.

El español ha demostrado mantener la velocidad, sobre todo a una vuelta: marcha 2-0 con su compañero y, en varias sesiones, como la Q1 de Australia, fue de los más rápidos en pista y se clasificó en las primeras posiciones con tiempos sorprendentes. Al lado de los McLaren y Ferrari. Aston Martin está para luchar por puntos y Alonso peleará por ser décimo, noveno y octavo. Poco más por ahora.

En Australia fue el sexto coche más rápido y en China fue el octavo. El monoplaza tampoco demostró demasiado en las pruebas de Baréin, fue el segundo que menos rodó, pero el potencial de top diez lo tiene en una temporada donde el equipo de Silverstone mira hacia la segunda parte de curso y confía en la mano de Adrian Newey.

Sacar conclusiones tan pronto es precipitado, tanto en la lucha por el campeonato como en la pelea por la zona media como si se habla del colista. Alonso está tan abajo porque su bólido le dejó tirado y porque el caos de hace una semana en Albert Park removió la parrilla y la lluvia hizo lo que le dio la gana. Esas "varias carreras" de las que habló hace semanas sí darán las primeras conclusiones sobre el Mundial. Hasta entonces, a esperar.