Fernando Alonso vuelve a ser feliz con su Aston Martin... en su versión del simulador
El feedback del asturiano fue positivo hace días, aunque nunca ha sido un forofo de esta herramienta. El equipo asegura que tantos cambios convierten al monoplaza en "más manejable y cómodo".
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Si Fernando Alonso se encuentra cómodo dentro de un Fórmula 1, es capaz de todo. Ya lo ha demostrado en incontables ocasiones. El año pasado, precisamente, fue todo lo contrario: su Aston Martin le torturó desde los cambios introducidos en el Gran Premio de Imola. Desde mayo, cuesta abajo y sin frenos terminando un año oscuro con rebote en las rectas y hasta con dolores de espalda. Un sufrimiento que le dejó molido en Interlagos, por ejemplo. Tras casi un año de sinsabores, el asturiano disfruta con su coche.
Este año, el bicampeón aseguró durante la presentación de la livery en Londres, donde estuvo Relevo presente, que habían modificado "un 90-95% de la aerodinámica" de su nuevo monoplaza. Es decir, se presentan con un coche prácticamente nuevo en 2025 tras un invierno tremendamente exigente en la fábrica de Silverstone. "Nos hemos basado en los aprendizajes y comentarios de la temporada pasada, nos hemos centrado en diseñar un coche más manejable para Lance y Fernando y hemos trabajado duro para hacerlo más cómodo", aseguró Andy Cowell, jefe de equipo de Aston Martin.
Nadie sabe cómo rendirá el AMR25. No hay apenas kilómetros ni feedback de pilotos ni tiempos en tanda larga ni nada. Apenas unos giros completados por Stroll primero, y por Alonso más tarde, durante la jornada de ayer por motivo del shakedown celebrado en Baréin. No obstante, según ha podido saber este medio, el bicampeón está contento con lo que ha experimentado en el simulador en su nuevo monoplaza y confía en mejorar notablemente respecto al curso pasado. El éxtasis inicial de 2023, eso sí, es utópico, y el equipo trabaja con cautela e insiste: el objetivo es ser quinto equipo en el estreno. Supondría haber mejorado considerablemente desde que se bajó el telón en Abu Dabi.
El año pasado, el coche verde era tan nervioso e inestable que el bicampeón no pudo disfrutarlo como hace dos años, cuando el bólido iba sobre raíles. Desde las primeras pruebas del año pasado, el piloto no ha sido feliz con su coche y nunca lo ha escondido públicamente. Agacharse a revisar el McLaren en Zandvoort solo fue un mensaje al equipo para corregir el rumbo: este invierno podrían haberlo hecho. Para esta temporada, el jefe de equipo Andy Cowell prometió haber convertido el vehículo en "más manejable y cómodo".
De haberlo logrado, Alonso ya demostró en campañas como la de 2012 que si pilota un coche a unas pocas décimas de la cabeza, puede dar sorpresas. La mejor noticia posible sería tenerlo contento en 2025 con su nuevo monoplaza. Ese "Fernando is happy" cuando se baja del simulador tiene un valor incalculable aunque habrá que esperar varias citas para ordenar la parrilla. Él mismo lo sugirió en Londres hace días.
Los comentarios del español han sido muy positivos tras probar el AMR25 en el nuevo simulador de Aston Martin, desvelan a este medio fuentes de la escudería. Lo probado hasta la fecha seduce al ovetense y ya es motivo de celebración. Es el primer paso para remontar el desastre del año pasado. Se trata, por cierto, de un modelo renovado y moderno que ya dejó impresionado cuando se estrenó al exjefe de equipo Mike Krack. "Al igual que en el túnel de viento, es simplemente asombroso. Me quedé absolutamente impresionado, me sentí como si estuviera en una película de Star Wars", exclamó en noviembre al descubrirlo. Se estrenó, por cierto, en las últimas carreras de 2024 de la mano de Dani Juncadella.
Back at it in Bahrain. 🇧🇭 #AMR25 pic.twitter.com/tAwDma4RMz
— Aston Martin Aramco F1 Team (@AstonMartinF1) February 24, 2025
Al asturiano, ya se le vio con una energía renovada y las pilas cargadas durante el evento de presentación conjunta de todos los monoplazas en Londres. Muy bromista con Andy Cowell y sin ninguna prisa para contestar las preguntas de los periodistas, parece haber recuperado esa sonrisa que se le marchitó durante gran parte de 2024, cuando las pésimas prestaciones del coche le amargaron.
Su cara en el garaje de Baréin tras bajarse del coche verde dirá muchas cosas aunque, por ahora, sus detalles en redes sociales jugando con el número tres dejan destellos de la pretemporada de 2023. Habrá que escuchar con atención sus comentarios cuando se baje del monoplaza tras haber completado sus primeros giros para ver si las felices sensaciones del simulador se trasladan a la pista.
Stroll, incómodo
Se espera que, este simulador renovado, con Dani Juncadella a los mandos y junto al nuevo túnel de viento, por fin establezca una correlación precisa entre los datos mostrados y la realidad que se ve en pista. De ser así, la escudería de Silverstone daría un paso adelante y podría corregir uno de sus mayores males el año pasado: una correlación errónea que les perjudicó notablemente en el desarrollo del coche. No atinaron en ninguna mejora y fueron de más a menos.
Si Alonso está satisfecho con lo experimentado, su compañero de equipo no tanto. El AMR25, en su versión del simulador, no se adapta al estilo de pilotaje de Stroll. Sus comentarios nada tienen que ver, por ahora, con los del ovetense. No obstante, cabe recordar que Alonso nunca ha sido un gran admirador del simulador. Conoce la importancia de pasar horas en él pero nunca ha sido un forofo de esta herramienta. Nunca ha sido su mayor admirador. Las buenas sensaciones del bicampeón tienen que trasladarse ahora al asfalto.