F1 | GP ARABIA SAUDÍ

Fernando Alonso se reencuentra con su (cruda) realidad y Carlos Sainz mira a los puntos

Decimoquinto del asturiano por un sólido quinto puesto del madrileño.

Sainz, durante los Libres de Yeda./REUTERS
Sainz, durante los Libres de Yeda. REUTERS
Jorge Peiró

Jorge Peiró

Los entrenamientos libres dos, a veces, dejan más conclusiones de las esperadas. Tras dos horas de dar vueltas al exigente y trepidante circuito de Yeda, la primera de ellas es el dominio de McLaren. Ninguna novedad. El descalabro y falta de rendimiento de los Aston Martin tampoco es ninguna primicia. Se esperaba que el coche verde fuera más rápido entre los muros y curvas rápidas árabes. Nada de eso.

Decimoquinto de Fernando Alonso y decimoctavo de Lance Stroll. Lo peor no fue el resultado, que no siempre es certero y orientativo sino las cámaras onboard del coche verde. Asustan y dan mucho miedo. La sensación de inestabilidad fue tal que el asturiano casi perdió el monoplaza en las curvas enlazadas del primer sector. El español se asustó y abortó su giro.

Antes, se había quejado del tráfico de la sesión con cierta ironía: "Hay veinte coches en pista, he adelantado a veintiséis en esta vuelta". La salida de pista de Stroll en la curva uno fue la gota que colmó el vaso. Dio un susto pero pudo retomar la marcha sin mayores problemas. Carlos Sainz sí sonrió porque Williams transmite otras sensaciones. Mucho mejores, de hecho.

El madrileño llegó a colocarse momentáneamente en lo más alto de la tabla. Su brillante 1:28.942 con neumático blando apenas le duró un par de minutos hasta que Max Verstappen se lo levantó por una décima. No obstante, vuelta sobresaliente del madrileño para ilusionar. El piloto de Williams cerró la sesión en quinta posición y luchará por puntos. Los McLaren dominaron la sesión, que fue liderada por Lando Norris, seguido de Oscar Piastri.

Mucho mérito para Yuki Tsunoda, que rodó a la par de Max Verstappen, tercero, y se ha mantenido en la misma décima durante las dos sesiones de Libres de este fin de semana. Su nuevo compañero, por ahora, no se amedrenta con el campeón aunque cometió un error cuando restaban cuatro minutos. Tsunoda provocó una bandera roja porque limó el muro de la última curva y terminó contra el muro. Se equivocó buscando los límites y terminó la sesión antes de hora.