Una radio tras abandonar define la mentalidad de Fernando Alonso, que quería volver a pista: "¿Os gustaría salir a probar algo? Me quedo por el garaje dando una vuelta por si acaso"

Por más palos que se lleve y obstáculos que haya en su camino, Fernando Alonso nunca se rinde. Lleva cero puntos, dos abandonos y solo ha podido completar 36 vueltas en dos citas pero mantiene la ilusión, ganas y hambre de cuando debutó en Fórmula 1. La conversación que mantuvo por radio con su ingeniero de pista, ya en su garaje tras verse obligado a abandonar, es breve pero manda un mensaje claro.

Al ovetense, pese a estar con sus frenos calcinados y fuera de combate, solo se le pensaba por la cabeza cómo podía echar una mano a su equipo. Aun fuera del monoplaza. "Creo que hay algo humeando en el coche de Alonso", anticipó Pierre Gasly mientras perseguía el Aston Martin de Alonso en carrera, para confirmar instantes después el problema: "Los frenos del coche de Alonso están en llamas".

"¿Qué hacemos, nos retiramos? No puedo frenar, estoy sin frenos", lamentó el español. "Es lo que hay por el momento, veo problemas graves con la temperatura de frenos, así que lo revisaremos", comentó Andrew Vizard, ingeniero de Fernando Alonso, tras detenerse en boxes. "Sí, no te preocupes, gracias por intentarlo", respondía el asturiano sin acritud pese al abandono, según recoge 'Código F1' de DAZN.

Al comparecer ante los medios, el asturiano explicó el problema que sufrió en su Aston Martin: "Los frenos de atrás estaban muy calientes desde la primera vuelta, menos mal que es una curva larga que vas bajando marchas y frenando poco a poco. Si llega a ser la curva 13 o 14 creo que me hubiese llevado a cuatro o cinco coches por delante, hemos tenido hasta suerte".

Antes, llegó la conversación que define la mentalidad del bicampeón. Incansable. "Vamos a revisarlo", comentó su ingeniero, antes de que Alonso comenzase a elucubrar un sorprendente e hipotético regreso a pista. "¿Os gustaría salir de nuevo a probar algo, o no sabemos aún?", propuso. "Me quedo por el garaje y me daré una vuelta por si acaso", añadió sobre una posibilidad remota de volver a subirse al monoplaza.

Por ejemplo, para rodar y recoger información valiosa para el equipo en una fase de la temporada que, según el piloto, se toma como "test de pretemporada". Alonso, insaciable, fue incapaz de darse por vencido, ya fuera del coche. De hecho, se le vio reticente a salir del cockpit y, una vez bajado, miraba y miraba el AMR25 con ganas de volver a subirse. Frustación total.