Fernando Alonso y su manual para salvar un finde "regulero" con "suerte y sin milagros"

"Los deportistas, por lo general, no suelen escuchar, pero con él es muy fácil trabajar". Aston Martin tenía marcado en rojo este fin de semana en el calendario. O más bien en negro.El Gran Premio de Miami aunaba todo lo posible para hacerle la vida imposible a un Fernando Alonso que quiere ser campeón del mundo con el equipo británico. Desde el propio trazado hasta la complejidad y frenetismo del formato al sprint, que no te deja tiempo para preparar el coche, eran obstáculos.

Aun así, no se sabe bien cómo, el español salió con una sonrisa después de las 57 vueltas y tres días más bien grises sazonados con declaraciones contra la Federación Internacional y contra Lewis Hamilton. La carrera en el Autódromo de Miami dio, al menos, algo de luz a sus ajetreados días en Estados Unidos opacados por el mal ritmo del coche. 

Como decía Mike Krack, jefe del asturiano, en la previa de la carrera, es muy fácil trabajar con Alonso, pero no solo porque en el día a día te ponga las cosas fáciles sino porque es capaz de olvidar todo lo que tiene en su contra para superponerse a los elementos.  

No se sabe muy bien cómo, porque su ya recurrente "no esperamos milagros" está su frase estrella este año: la repite cada Gran Premio y no es falsa modestia o una táctica para jugar al despiste. La realidad de Aston Martin es que tiene que acertar con el desarrollo de su coche si quiere contentar a su recién renovado Alonso.

El viernes se clasificó octavo para la sprint, una carrera que se irá al cajón de los olvidos tras acabarla último después de una accidentada salida con Hamilton, y todo justo antes de terminar decimoquinto en la 'qualy' para la carrera del domingo. Su compañero Stroll se retiró en la sprint, el británico no fue sancionado y Alonso cargó contra la FIA por sus criterios a la hora de sancionar: "Siento que la nacionalidad importa, no sancionarán a Hamilton...". Y todo arrastrando una polémica sanción desde China que recurrió sin éxito la escudería de Silverstone.

El Aston Martin no funcionaba. Viernes y sábado desastrosos para luego, contra todo pronóstico, lucir sonrisa tras bajarse del monoplaza. "No va a ser fácil, veremos, salimos P15 y va a ser una carrera dura, tengo que ser agresivo en la salida y tener mucha paciencia luego". Alonso sabía lo que tenía que hacer y lo demostró nada más apagarse los semáforos. "Siempre pueden pasar cosas", avisaba. E hizo que pasaran. Magia nada más soltar el embrague para ganar varias posiciones, por el exterior, como a él le encanta.

No salían las cuentas si uno apostaba a que el español iba a terminar noveno, pero él, una vez más, tirando de bola de cristal y cierto optimismo, lo predijo minutos antes de subirse al AMR-24: "Intentaremos conseguir algún punto, terminar noveno o décimo". Las primeras vueltas del ovetense fueron tediosas, monótonas y soporíferas. Tanto, que la realización no lo enfocaba porque estaba atascado en tráfico y no podía sobrepasar a nadie.

Ahí parecía que iba a terminar muy lejos de los puntos, cuando peleaba con los Alpine y los Haas. Desesperación y frustración. Pero Fernando Alonso exprime su coche como nadie para volar por un asfalto que nadie sabe bien cuánto agarra, en un circuito urbano que no le va bien a su equipo. Su mejor movimiento llegó en la vuelta 48, cuando le clavó un hachazo por el exterior marca de la casa a su excompañero Esteban Ocon. "Te diviertes con él porque suele respetar", dijo el español.

El bicampeón se trabajó el adelantamiento durante varias vueltas persiguiendo al francés hasta que consiguió dejarlo atrás para colocarse noveno. Los dos puntos que extrae de Miami gracias a su paciencia, adelantamientos y fortuna con la salida a tiempo del coche de seguridad virtual cobran más valor si se le escucha en el post: "No hemos sido rápidos en todo el finde, ha sido 'regulero' en general, voy con un sabor un poco amargo".

Alonso pide más y solo puede pensar en la siguiente carrera. Aston Martin llevará dentro de dos semanas mejoras al Gran Premio de Imola y espera 'hacer un Mclaren': dar un paso al frente y ponerle las cosas difíciles a sus rivales para, al menos, pelear cerca del podio. "Tenemos que dar un paso adelante, en Imola tenemos alguna mejora, ojalá nos vuelva a poner cerca de Mercedes".