FÓRMULA 1

El guiño de Ferrari a Sainz en Japón…para volver a dejarlo 'solo'

El equipo italiano acostumbra a ser escueto y poco efusivo en sus celebraciones cuando el español pisa un podio en el que no está subido su compañero Leclerc.

Carlos Sainz y Charles Leclerc, en el podio del Gran Premio de Australia. /REUTERS
Carlos Sainz y Charles Leclerc, en el podio del Gran Premio de Australia. REUTERS
Daniel Knecht Escobar

Daniel Knecht Escobar

Carlos Sainz está de moda en la Fórmula 1. Su futuro está abierto de par en par y los grandes se pegan por sentarlo en uno de sus asientos en 2025, y, cada vez más, los fans experimentan la fiebre de ver al madrileño correr y deslumbrar en pista. Comienza a recibir ese merecido reconocimiento merecido que se lleva labrando desde su entrada en la categoría de la mano de Toro Rosso en 2015. Ganarse el respeto de toda la parrilla, incluido su propio equipo.

Son repetidas las fotos de Sainz subiéndose al podio con el mono de Ferrari enfundado y abrochado hasta arriba con orgullo. Concretamente, 19 instantáneas de las 21 en total que colecciona como piloto de F1, y en algunas de ellas hay un punto en común: falta gente a su alrededor, aquella que le suele acompañar. Sea como sea, Ferrari repitió en Japón su 'vacío' a Carlos Sainz antes de subir la escalinata que conduce a lo más alto.

Nada más salir de su coche, Carlos se encontró con una valla poco poblada de hombres de Ferrari. A la cabeza, estaba su primo y manager, Carlos Oñoro, siempre está al pie del cañón junto al madrileño. Detrás de él, un puñado de monos rojos, en clara inferioridad respecto a los hombres de Red Bull, zona mucho más poblada en las celebraciones tras su doblete. Lógicamente, la efusividad de Ferrari no debe acercarse a la de una victoria como la de Australia, en la que padre e hijo protagonizaron miradas cómplices, de mutua admiración y orgullo.

Su equipo organizó de nuevo una escueta y fría ceremonia. Sainz se limitó a saludarse con efusividad con su primo y protagonizar los protocolarios choques de mano con sus compañeros de podio, Checo Pérez y Max Verstappen. Ya en el podio, sí contó con la presencia de su jefe, Fred Vasseur, ofreció a los pocos ferraristas presentes el trofeo de tercer clasificado y escuchó los himnos de los Países Bajos y Austria.

Un mensaje corto y claro pero con trampa

Aún así, en Maranello comienzan a dejar pistas sobre a quién pueden llegar a dar prioridad si las cosas no cambian. Porque la realidad es que, por 'A' o por 'B', Carlos Sainz es el mejor piloto de la escudería en lo que va de 2024. Se ha empoderado en busca de su sitio en la parrilla y su adaptación al coche ha sido perfecta, mejor que la de su compañero Charles Leclerc.

Se ha valido de ello para igualar los registros del monegasco desde que comparten box: 19 podios, de los cuales tres son victorias. Vasseur no es ajeno a los fríos pero reveladores datos y, por ello, la prioridad fue para Sainz en el Gran Premio de Japón F1. Y la radio dirigida al monegasco a falta de sólo siete vueltas para el final de la carrera y con el podio en juego es la prueba definitiva. "No pierdas tiempo con Sainz, estamos peleando con Norris", fue lo que sonó en la radio de Leclerc. En otra época, desde el muro les hubieran dejado pelear pero, en este caso, el madrileño iba más rápido.

 

El piloto de McLaren era la amenaza para quitarle puntos Ferrari y, en vez de continuar con la tradición de darle más galones a Charles, desde el garaje optaron por dar la orden de dejar pasar a Carlos. No fue un explícito "déjale pasar" pero la literalidad del mensaje es clara en su trasfondo: el podio era para el madrileño. Algo inédito en el historial de decisiones de Ferrari.

Esto fue en cierto modo confirmado por el mandamás. "Faltó algo en el fin de semana con Charles. No puedes estar contento cuando (en clasificación) tu compañero es cuarto y tú eres octavo, pero hay que revisar cómo fue la sesión. Solo terminó a una décima de la segunda fila, no es un desastre", fue el 'palito' de Vasseur al monegasco, estableciendo una comparación dejó en mal lugar a Leclerc en Suzuka.

El criterio del francés acabó premiando la determinación del 'matador'. Fue un primer paso en el camino a la igualdad en el equipo, a pesar de que por esa misma ruta sigan dándose celebraciones o felicitaciones sin chispa y su destino final sea la separación de las partes. Sainz fue, una vez más este año, mejor que Leclerc.