La F1 camina hacia un futuro verde... mientras quema más de cuatro vueltas al mundo en avión
El Gran Circo da pasos para ser más sostenible en 2030, a la vez que cuenta con el calendario con más kilómetros en viajes de su historia.

La Fórmula 1 mira hacia el futuro con optimismo y consciente de lo que tiene que ofrecer a los fabricantes si quería continuar siendo atractiva. El nuevo reglamento técnico que entrará en vigor en la temporada 2026 ha atraído a tres nuevas marcas (Ford, Audi y Porsche, que aún no ha definido sus planes tras el 'no' de Red Bull) gracias a la apuesta por aumentar la potencia eléctrica y usar combustibles sostenibles. En el horizonte: el objetivo de tener cero emisiones netas en carbono para 2030. Aunque se siguen dando pasos firmes en esa dirección, han dado uno hacia detrás con el calendario 2023.
Esta temporada los 10 equipos disputarán 23 carreras (estaban programadas 24, pero cayó China), una más que el año pasado. Récord histórico desde 1950. El Mundial se extenderá desde el primer fin de semana de marzo hasta el último de noviembre y, en algunos casos, los viajes serán interminables. La disposición de los Grandes Premios ha generado malestar entre los equipos, que entienden que no se ha optimizado lo suficiente para buscar el bien común y limitar los gastos.
Entre sus lamentos, está el hecho de tener que recorrer miles de kilómetros en avión, que es lo que más aporta a las 256.000 toneladas de dióxido de carbono que emite la F1 durante la temporada (el 0,7% de las mismas sale de los escapes de los coches) junto a la parte logística que se mueve por mar y tierra (72,7%). Los equipos suelen enviar todo el material relacionado con el coche por aire entre cada carrera (incluso piezas nuevas desde la fábrica a la sede del gran premio); el resto, va por carretera y/o mar.
"El calendario no podría haberse hecho peor y de manera más costosa", criticó recientemente Beat Zehnder, director deportivo de Alfa Romeo, en unas declaraciones recogidas por Auto Motor und Sport. Los equipos recorrerán algo más de 175.500 kilómetros para moverse entre circuitos (y volviendo a su sedes en Reino Unido cuando hay dos o más semanas entre carreras), que tienen una distribución un tanto extraña. Por ejemplo, en tres semanas irán de Bakú (Azerbaiyán) a Imola (Italia), pasando por Miami (EE.UU.) entre medias. Un ida y vuelta desde el continente europeo que se repetirá poco después, cuando entre los Grandes Premios de España y Austria se celebre el de Canadá.
DISTANCIA MEDIA RECORRIDA EN AVIÓN POR CADA GRAN PREMIO
La cifra es muy elevada, la más alta de la historia. Solo hace falta echar un vistazo a las última campañas para comprobar que el incremento de kilómetros por el aire es notable. En el Mundial 2023 la media de distancia recorrida por evento se sitúa en 7.636,3 kilómetros, muy por encima de los 6.367,73 de 2022 y de los 3.682,45 de 2021, aunque este último campeonato todavía se vio afectado por la pandemia de la COVID-19, que obligó a reestructurar el calendario. En total, las escuderías darán 4,39 vueltas al mundo este curso.

Para cubrir esta cantidad ingente de kilómetros por aire son necesarios viajes transoceánicos y entre continentes. El más largo será el de ida y vuelta entre Londres y Melbourne, que también se realizó en 2022 y que suma 16.908 kilómetros por trayecto. En este próximo Mundial habrá otro viaje larguísimo,entre Las Vegas y Abu Dhabi, para sumar 13.270 kilómetros. El quinto viaje más largo del último trienio también sucederá en 2023 entre Azerbaiyán y Miami (11.038 kilómetros).

Esta colección de viajes contrasta con las iniciativas que ha llevado a cabo la Fórmula 1 en la última década, todas ellas enfocadas a reducir la contaminación que emiten los monoplazas. El objetivo es ambicioso, pero a la vez necesario: tener cero emisiones netas de carbono en 2030. Para ello, ha introducido modificaciones en reglamento buscando minimizar su huella de carbono, esto es, el volumen total de gases de efecto invernadero (GEI) que emiten a la atmósfera.
LOS DESPLAZAMIENTOS MÁS LARGOS DE LA F1
En 2014, la F1 decidió cambiar los motores de los monoplazas, pasando a ser V6 1.6 litros híbridos cuando hasta entonces eran de V8 2.4 litros de combustión, más contaminantes. El año pasado también se obligó a que los equipos utilizasen un combustible que contuviese al menos un 10% de etanol (frente al 5,75% de 2013 a 2021)y ya han anunciado un combustible 100% sostenible para 2026.
"Estamos desarrollando un combustible 100% sostenible que se utilizará en las unidades de potencia a partir de 2026, en línea con la introducción de los motores híbridos de nueva generación, que tienen un enorme potencial para que se adopten en los coches de carretera de todo el mundo", explicó la Fórmula 1 en un comunicado el pasado verano. "Con ocho años por delante, estamos yendo hacia nuestro objetivo y pretendemos mostrar a la próxima generación de aficionados cómo la innovación y el trabajo en equipo pueden hacer frente a los retos de nuestros tiempos".
The FIA and @F1 have announced they have become signatories of the @UN Sports for Climate Action Framework. This follows the FIA's strong commitment towards #Environment #Sustainability & the announcement that #F1 will be net zero carbon as a sport by 2030https://t.co/qDfTa5sn82
— FIA (@fia) January 22, 2020
Algunas medidas que han tomado incluyen la realización de operaciones a distancia para reducir el número de viajes de parte del personal técnico, rediseñar los contenedores de carga o iniciar una transición a la energía renovable en sus oficinas. Esto choca con la distribución del calendario, algo que también quieren abordar pronto para agrupar las carreras por áreas geográficas y que, por ejemplo, no haya que volar desde Europa o Asia a Norteamérica en tres ocasiones distintas.
Otra de las incongruencias de la competición es el hecho de que varias de las petroleras más importantes del planeta sean patrocinadoras de la competición. Acusadas por muchas organizaciones ecologistas de ser las principales causantes de la contaminación mundial, están perfectamente instaladas y la saudí Aramco, por ejemplo, es patrocinadora también del equipo Aston Martin. La petrolera llegó a un acuerdo con Formula Motorsport Limited (FML), empresa que gestiona las categorías de Fórmula 2 y Fórmula 3, para que sus coches utilicen desde este mismo año combustible sostenible.