FÓRMULA 1

'James Bond' Fernando Alonso, el carisma del 'británico' Carlos Sainz y Lewis Hamilton rompiendo la banca: así fue la fiesta de la Fórmula 1

Relevo vivió en directo una presentación inédita con todos los monoplazas juntos en Londres.

Instantes previos al arranque del evento en el O2./RELEVO
Instantes previos al arranque del evento en el O2. RELEVO
Jorge Peiró

Jorge Peiró

Londres (Reino Unido).- Incordiaba a pilotos y equipos. Era un obstáculo en el camino en sus ajustadas pretemporadas, diseñadas al milímetro y al segundo, pero la Fórmula 1 salvó la papeleta con esa ocurrencia de 'obligar' a las escuderías a presentar sus coches todos juntos en forma de fiesta. Todos de la mano. Un evento inédito en los 75 años de historia de la categoría no convencía a casi nadie: ni a pilotos como Max Verstappen, que preferían "estar enfermos esa semana" ni a los más veteranos del paddock, que lo veían como un absoluto paripé innecesario.

Presentación de la nueva temporada de la Fórmula Uno en el O2 de Londres. EFE

Al final, las dos horas de jolgorio frente a cerca de 20.000 personas fueron dinámicas y endulzadas por Jack Whitehall, el conductor que tuvo mucho que ver para que el evento aprobara con nota. Se metió con brillantez y gracia con todos, empezando con Max Verstappen y sus pocas ganas de estar ahí sentado y luego con el pique que lleva con George Russell. Sus chistes alcanzaron también a Martin Brundle, mítico comentarista de Sky Sports, a Lewis Hamilton, a James Vowles, jefe de Sainz, y a medio pabellón.

Momento en que Hamilton tomó la palabra. RELEVO
Momento en que Hamilton tomó la palabra. RELEVO

En el evento, siempre ocurrió algo para darle ritmo: o entraba un artista (como Machine Gun Kelly) o un espectacular juego de luces y sonido irrumpía para dar juego. Lo mejor, que cada equipo, que tenía solo siete minutos para presentar su coche, pudo elegir cómo hacerlo. Arrancó Sauber, que abrió la gala por ser el equipo más lento, optó por un video espectacular en los pantallones. Se estrenó Gabriel Bortoleto, discípulo de Fernando Alonso, junto a Nico Hulkenberg, en un visto y no visto con su coche verde de fondo.

Como Williams quedó penúltimo, segundos en 'actuar'. Bajaron el coche desde lo alto del techo y empezaron los gritos del público. De los más aclamados, por cierto, Carlos Sainz, que estuvo en su salsa y pareció una superestrella. Faceta escondidísima. El hombre sin carisma fue vitoreado como nunca, al nivel de los británicos Lando Norris o Lewis Hamilton, era de esperar. El Gran Circo es sinónimo de Reino Unido y ellos jugaban en casa.

Pasó Visa Cash App jugueteando con sus continuos cambios de nombre como filial de Red Bull y llegó el turno de Haas, que se atrevió a innovar con la plataforma de su monoplaza, la cual giraron y giraron. Alpine hizo lo que nadie en su explosivo show con DJ. Con imágenes de fondo al más puro estilo Circo del Sol, dio poco protagonismo a los pilotos, que pasaron apenas unos segundos sobre el escenario junto a su coche rosa.

Alonso, un espía aclamado

El monologuista también tuvo para Fernando Alonso cuando habló de rivalidades históricas en uno de los impasses que había entre presentación y presentación. "Senna luchaba contra Prost y Alonso contra el tiempo y la edad". Justo después, los únicos abucheos de la noche junto a los que se llevó Christian Horner fueron contra la FIA. Por nada, solo por aparecer en las pantallas.

Aston Martin presentación 2025. Relevo

Aston Martin lo hizo de película. La escudería británica tiene dinero pero demostró que también ingenio: su video fue un cortometraje con Alonso y Stroll haciendo de espías en Londres con la banda sonora de James Bond. Al público le encantó. Cuando salió al escenario, los espectadores supieron valorar a un bicampeón del mundo como él. "Ya habéis visto el coche más bonito, disfrutad de la tarde", bromeó mirando su nuevo Aston Martin. Su jefe Andy Cowell ejerció de líder y tomó la palabra.

La Fórmula 1 dedicó unos minutos a la película de Brad Pitt que va sobre ellos mismos, rodada en varios circuitos durante meses, antes de dar paso a Mercedes. Kimi Antonelli fue el protagonista con un pitstop de por medio antes de presentar otro coche plateado. Mercedes vuelve al gris. Red Bull tuvo que aguantar los abucheos a Horner, que respondió con ironía y ejerció de maestro de ceremonias introduciendo a Liam Lawson, el nuevo compañero de Verstappen.

Emitieron un video demasiado largo que apenas dejó unos segundos el coche sobre el escenario. La participación de Verstappen, testimonial. No le dejaron. El O2 Arena se cayó cuando llegó Ferrari. Era el momento más esperado de la noche solo por ver a Hamilton de rojo. La piel de gallina. Miles de personas no dejaron hablar a Fred Vasseur ni al propio Hamilton cuando lo intentaron. Un auténtico fenómeno morboso.

Tiraron de historia con imágenes de Enzo Ferrari antes de ceder la palabra a un Hamilton "lleno de vida". Quiere el octavo título mundial y lo quiere vestido de rojo. McLaren y una foto de familia conjunta cerraron un evento que seguro que la Fórmula 1 quiere repetir porque es pura Fórmula 1. Tuvo hasta alfombra roja al más puro estilo de los Oscar. Seguro que se repite pronto.