FÓRMULA 1

Lance Stroll da la razón a Fernando Alonso y su "los test valdrán de poco"

El equipo británico se marcha de Baréin sin apenas conclusiones.

Alonso, en su Aston Martin./REUTERS
Alonso, en su Aston Martin. REUTERS
Jorge Peiró

Jorge Peiró

Lance Stroll pilotará por la tarde en la última sesión de tests de pretemporada. Las cuatro horas de prácticas en Baréin son todas suyas. Ni rastro de Fernando Alonso. Un hecho tan, aparentemente trivial, deja muchas conclusiones y representa la confusión que ha reinado en la pretemporada de Aston Martin. Fernando Alonso acertó de lleno con el "los tests de este año valdrán de poco" que soltó en Londres la semana pasada.

"Durante la noche, Lance (Stroll) no se ha sentido al 100%. Fernando pilotará el coche durante la mañana y confirmaremos nuestra alineación para esta tarde pronto". El comunicado del equipo de Silverstone lo cambió todo. Si los tests no han sido ideales para el español, el malestar nocturno de su compañero empeoró la situación.

Como resultado final, Alonso completó solo 49 giros en otra mañana no demasiado trascendentemientras Stroll salió a pista en la vital sesión vespertina. El plan era hacerlo al revés: la mañana para el canadiense y la tarde para el español. ¿Por qué tanta obsesión con la tarde? La simulación de carrera que realizarán los monoplazas a través de una tanda larga revelará mucha información sobre dónde se encuentra cada coche en la parrilla.

El ritmo de carrera de Stroll ni se acerca al de Alonso por lo que, las conclusiones extraídas, no valdrán de mucho. Otro argumento que explica que la pretemporada de Aston Martin haya arrojado infinitas preguntas ha sido la falta de rodaje. El asturiano ha sido el piloto que menos vueltas ha acumulado durante estos tres días en Baréin porque le han crecido enanos por todos lados.

No ha habido simulación de carrera ni intentos de vuelta rápida. Desde Reino Unido han deslizado que el coche verde ha mejorado pero faltan datos que lo confirmen y el vital feedback de los pilotos. Los tiempos por vuelta del asturiano, juntando varias vueltas, más bien discretos por ir cargado de combustible, y muy alejados de cabeza de carrera, como era de esperar. Llevó gomas viejas, por cierto.

Aston Martin, concediendo la relevante sesión de tarde a Stroll, deja a la parrilla con las ganas de saber cuál es su rendimiento. Sus programas de entrenamiento, por otro lado, han sido muy confusos: daban un número reducido de vueltas y volvían al garaje. Esa era la estrategia. La imagen tan repetida de los mecánicos toquiteando el coche verde tampoco es demasiado alentadora.

La lluvia intensa durante algunas horas, un apagón en la región donde se ubica el trazado de Sakir y otra bandera roja provocada por la rotura de un cristal en la cabina de la torre de control han interrumpido las sesiones más de lo esperado. El AMR25 ha mejorado durante el invierno pero será el Gran Premio de Australia, en dos semanas, el que dicte sentencia. Aston Martin quiere liderar la media tabla pero Williams, Alpine, Haas y Racing Bulls no se lo pondrán fácil.