Charles Leclerc sobreactúa ante un Carlos Sainz "más cómodo" en Australia

Ni siquiera cuando parecen dar un paso en la dirección correcta son todo brotes verdes en Ferrari. El equipo italiano ha llevado pequeñas actualizaciones en su monoplaza para el GP de Australia, tercera cita de la F1 2023, destinadas a mejorar su rendimiento, especialmente en carrera. Y la configuración del SF-23 desde el viernes está encaminada a sacar lo mejor del coche en tandas largas, evitando la degradación de los neumáticos que tan duro les ha castigado en las dos primeras citas. Pero un fallo de comunicación y la reacción desmedida de Leclerc les han golpeado en la clasificación del sábado en Melbourne.

Después de haber pasado sin grandes problemas a la Q3, aunque siempre por detrás del Red Bull de Verstappen y el Aston Martin de Alonso, e incluso de los Mercedes en la Q1, faltaba por ver si tenían un modo extra de motor para la batalla definitiva por la pole en Albert Park. Lo cierto es en ningún momento estuvieron en disposición de arrebatársela al vigente campeón del mundo, en otra liga, pero el proceder con el último intento de Charles Leclerc y Carlos Sainz tampoco fue el ideal.

El español salió a pista justo por detrás de Verstappen, con su compañero por detrás, seguido por un Alonso que fue candidato a lograr su primera pole desde julio de 2012 ante la pifia de Sergio Pérez en los primeros minutos de la clasificación. Desde el muro de la Scuderia Ferrari les dijeron a sus pilotos que algunos rivales venían en vuelta rápida y que les dejasen pasar. En realidad, no era así y esto condicionó la preparación de los neumáticos blandos.

Además, a Leclerc le pidieron atacar desde el principio, mientras que Sainz optó por dar una vuelta más de preparación antes de ir a por tiempo. Así, por la radio avisaron al español en las dos últimas curvas que diera rebufo a su compañero... que estaba a cinco segundos de él en ese momento. "Muy arriesgado", respondió el madrileño.

Esto propició que en las curvas 3-4 el monegasco se encontrase con el vehículo del español, que en ningún momento le entorpeció y se apartó fuera de la trazada para dejarle pasar. Aun así, Leclerc decidió mostrar su frustración tras verse superado por su compañero de equipo por primera vez en lo que va de año en igualdad de condiciones y después de que el equipo no acertase con la jugada del rebufo. El monegasco saldrá 7º, frente al 5º lugar del madrileño.

"Fue una sesión complicada. Sabía que tenía que hacer todo bien en la última tanda de Q3. Lamentablemente, estábamos esperando la lluvia, así que no dimos una vuelta de preparación, por lo que eso complicó aún más las cosas. Carlos me dio un bonito rebufo en las curvas 3-4, lo que siempre ayuda", soltó en declaraciones a Canal+ con una sonrisa irónica.

"Creo que el coche o al menos mi puesta a punto debería ser un poco mejor mañana. Desafortunadamente, tuve problemas en la primera y segunda sesión. En la tercera se trataba de juntar todo. Pero no sé lo que pasó con Carlos. Él estaba justo delante de mí durante el primer sector, lo que no es ideal. Creo que hablaremos como equipo y trataremos de mejorar eso porque nos cuesta hacerlo perfecto. Aun así, no estuve muy cómodo con el coche. Pero así es la vida, mañana es la carrera y ya veremos. Podríamos haberlo optimizado teniendo luego una mejor comunicación. Pero yo tampoco he hecho un gran trabajo hoy".".

Por su parte, Carlos Sainz dejó claro que los cambios en el Ferrari le gustan y aseguró sentirse más cómodo que en las dos últimas carreras al volante del monoplaza italiano. "La verdad es que me da un poco de rabia porque he ido muy rápido en la clasificación y ha habido un poco de confusión con la vuelta de salida de boxes y la de preparación que estamos haciendo para preparar los neumáticos. Creíamos que había dos o tres coches en vuelta rápida y les he dejado pasar y ahí se me han enfriado las ruedas y he perdido dos décimas en la curva 1", confesó.

"Quizás nos podrían haber ayudado para hacer un top 3, pero mirando el lado positivo, he ido muy rápido todo el fin de semana hasta ahora, estoy un poquito más cómodo con el coche y vamos progresando. Lo importante es que había ritmo para estar más adelante". De hecho, sus tres mejores parciales, de haberlos hecho en la misma vuelta, le habrían colocado tercero en parrilla y no en quinto lugar.

"Hemos cambiado bastante el coche. Hemos probado muchas cosas y lo hemos cambiado mucho. Es una pena que en clasificación no haya dado sus frutos, porque me sentía bastante más cómodo y puede parecer que hemos dado un paso atrás con respecto a Yeda porque en vez de estar 2º y 5º, estamos 5º y 7º, pero mi sensación es que ojalá mañana podamos ir un poco más rápido. Será difícil adelantar pero henos cambiado el coche para intentar más rápido mañana, a ver si funciona o es solo un espejismo. Yo estoy un poco más cómodo y eso ayuda. En las últimas carreras hemos estado ahí todo el rato y es divertido verlo. A ver si mañana puedo salir bien y podemos luchar los dos por otro podio".

Sainz partirá desde la tercera línea de parrilla, frente a la cuarta de Leclerc, y buscará un 3-0 en carrera que habla de capacidad de adaptación incluso en los malos momentos y, sobre todo, de cabeza fría.