Tres años después... Lewis Hamilton ha vuelto; Carlos Sainz terminó quinto y Fernando Alonso, octavo

Si al aficionado a la Fórmula 1 se le concediera un deseo, pediría que no se supiera el orden del podio de un Gran Premio hasta la última vuelta. Rogaría porque hubiera emoción hasta la última curva y que se desconociera al ganador, al subcampeón y al último piloto que descorchara champán hasta el último segundo. Fue justo lo que ocurrió en Silverstone. Ojalá así siempre.

Lewis Hamilton, Lando Norris y Max Verstappen se pelearon hasta la bandera a cuadros con limpieza y brillantez. Si a la emoción en pista se le añade que dos pilotos británicos estaban en el ajo, el resultado fue la mejor carrera de la temporada hasta la fecha. El gato al agua se lo llevó el heptacampeón, que no ganaba una carrera desde hacía tres años y ya es el piloto que más veces ha ganado en un mismo circuito.

El noveno triunfo de Hamilton en Silverstone fue épico, que dio un golpe encima de la mesa y aguantó la persecución de su viejo amigo Verstappen hasta la vuelta 52. Con la misma emoción de su primer triunfo y antes de celebrar su 104 victoria, no dejó de llorar en casa con bandera en alto. El podio lo completó Norris mientras Carlos Sainz logró un sensacional quinto puesto. Su Ferrari estaba para mucho menos y el madrileño hizo magia con el puntito de la vuelta rápida incluido.

Justo como su compatriota Fernando Alonso, que exprimió su Aston Martin y terminó octavo. El asturiano confirmó el paso adelante del equipo con buenas sensaciones en su coche junto al séptimo puesto de su compañero Lance Stroll. Brotes verdes en el equipo británico, que puede estar muy contento de sacar puntos con ambos coches en Silverstone.

Como auténticos dioses. Lo de los pilotos británicos cuando corren Silverstone es difícil de explicar. La locura, que fue total desde que pisaron su circuito de casa, se multiplica de forma meteórica si copan las tres primeras posiciones de salida. Norris, Russell y Hamilton tenían cohetes para ganar el Gran Premio de Gran Bretaña F1 y desatar el delirio en el Reino Unido.

El segundo hizo la pole y se barajó con sus compatriotas hasta que retiró el coche en la vuelta 34. Su batalla británica fue preciosa y dejaron acciones en pista limpias y rueda a ruedas al límite. Tratados como ídolos y coreados en cada adelantamiento, la mala suerte se cebó con Russell, que terminó llorando, mientras Hamilton y Norris batallaron por el triunfo hasta la última curva.

Con el coche maltrecho. Sin ritmo. Con un error en qualy. Contra rivales más veloces que él como los Mercedes y los Mclaren. Nadie sabie bien cómo pero Verstappen salvó los muebles. Tenía todo en contra pero el tricampeón demostró por qué tiene tres mundiales. Saca su mejor versión cuando se le ponen los elementos en contra. Ya en la salida, le robó la cartera a Norris cuando este le dejó espacio.

Su Red Bull no fue rápido ni en seco ni en mojado pero no le importó. Llegó a colocarse en posiciones de podio pese a todo y resistió con un monoplaza más lento que el de Norris y Hamilton, que lideraban a falta de 13 vueltas. Verstappen arriesgó y montó el neumático duro en vez del blando de sus rivales. Quería la victoria y la rozó, fue segundo tras perseguir al heptacampeón hasta el final.

Desde que ganó en Mónaco, a Leclerc no le sale nada bien. Se le ha borrado la sonrisa desde que ganó en casa. Su fin de semana en Silverstone no ha tenido apenas alegrías: incómodo con su Ferrari desde los libres, pobre qualy donde quedó undécimo y carrera de tortura.

Su equipo lo llamó a boxes antes de hora con la lluvia. Decidieron arriesgar con él mientras separaban estrategias con Sainz, al que mantuvieron en pista con ruedas de seco. La parada de Leclerc le condenó porque lo mandó al fondo de la parrilla y, desde entonces, su carrera fue intrascendente. Quedó atascado en los últimos puestos por el error de Ferrari, que volvió a las andadas con sus decisiones, y terminó decimoquinto. Desastre.

Fue la verdadera protagonista del Gran Premio. Amagó y amenazó una y otra vez durante todo el fin de semana y, por fin, se atrevió a descargar en el mejor momento posible. Apareció antes del ecuador y barajó las posiciones que había en seco. Parar en boxes en el instante preciso era sinónimo de éxito.

Picaron en la trampa Pérez y Leclerc, que perdieron posiciones por haber puesto gomas de lluvia antes de hora. Verstappen paró en el momento adecuado pero su coche, simplemente, no rindió en Silverstone. Alonso perdió tiempo porque paró una vuelta más tarde, no como su compañero Stroll, al que llamaron a boxes un giro antes. Y todo el caos adornado con salidas de pista y excursiones a la tierra.

1- Lewis Hamilton.

2- Max Verstappen.

3- Lando Norris.

4- Oscar Piastri.

5- Carlos Sainz.

6- Nico Hulkenberg.

7- Lance Stroll.

8- Fernando Alonso.

9- Alex Albon.

10- Yuki Tsunoda.

11- Logan Sargeant.

12- Kevin Magnussen.

13- Daniel Ricciardo.

14- Valtteri Bottas.

15- Charles Leclerc.

16- Sergio Pérez.

17- Esteban Ocon.

18- Guanyu Zhou.

19- George Russell (DNF).

20- Pierre Gasly (DNF).