Nico Hülkenberg, el piloto maldito de la Fórmula 1
El alemán acumula 184 carreras en el Gran Circo sin conseguir una victoria o subirse al podio.
Los pilotos que llegan a la Fórmula 1 están considerados los mejores del mundo. Conducir en el Gran Circo te permite estar en el principal foco del automovilismo en una competición que recorre buena parte del globo entre marzo y noviembre. Tan solo 20 personas pueden presumir de ello, un selecto grupo de elegidos que persiguen un mismo objetivo cuando se apaga el semáforo: ganar la carrera. Obviamente, solo uno lo consigue cuando aparece la bandera a cuadros, pero la temporada es larga y hay muchas oportunidades de conseguirlo. Más si cabe si un piloto está muchos años formando parte de la parrilla. Muchos son los ganadores de un Gran Premio a lo largo de la historia, pero ninguno es Nico Hülkenberg.
La profesión del alemán, al contrario que varios de sus compañeros, no le viene de familia. Su padre no fue piloto, sino empresario. Klaus Dieter Hülkenberg es el dueño de una prestigiosa compañía de transporte de Alemania, donde incluso el actual piloto de Haas trabajó hace años. Pero enseguida se dio cuenta de que su vida iba a estar dedicada a los deportes de motor.
El teutón debutó en el mundo de los karts en 1997, con apenas diez años, y apenas un lustro después se proclamó campeón de Alemania de la modalidad. Fue ahí cuando comenzó a ser tutelado por el prestigioso Willi Weber, exgerente entre otros de Michael Schumacher. A partir de ahí el piloto no paró de cosechar títulos: Fórmula BMW ADAC, AI Grand Prix, Formula 3 Euro Series, GP2 Series... Y en 2010 consiguió el gran premio, llegar a la Fórmula 1 al volante de un Williams.
Su carrera parecía destinada a acumular numerosos trofeos en el Gran Circo, pero la realidad ha sido bien distinta. Su séptimo puesto en el pasado Gran Premio de Australia le hace acumular 184 pruebas sin conseguir una victoria, el segundo peor registro en la Fórmula 1 y solo superado por las 208 de Andrea de Cesaris. Entre los 25 peores aparecen otros pilotos en activo como su actual compañero Kevin Magnussen (144), Lance Stroll (125) o Lando Norris (85).
El problema es que Hülkenberg jamás ha podido subirse al podio, y ahí sí que es el líder indiscutible con sus 184 carreras disfrutadas y con casi 60 más que Adrián Sutil. Su mejor puesto al cruzar la meta son sendos cuartos puestos en Bélgica (2012) y Corea (2013) a los mandos de un Force India y un Sauber, respectivamente.
Rozó la gloria en 2012
Pese a no estar nunca en el cajón, en más de una ocasión ha estado cerca e incluso hace ahora algo más de una década rozó la victoria en Brasil. Aquel día de 2012, la brillante estrategia de Force India en condiciones de lluvia le permitió obtener una gran ventaja antes de ser cazado, pero pudo pelear con Hamilton por el triunfo hasta que, al tratar de adelantarlo, chocó con él para dejarle fuera de combate. Los comisarios le sancionaron y solo pudo ser quinto.
"Mi corazón estaba roto cuando hice eso. Antes del coche de seguridad, mi ventaja fue de 50 segundos. Fue una carrera muy especial, un día especial para un muy, muy joven Hülkenberg. Quizás habría cambiado mi carrera en la Fórmula 1", comentó posteriormente.
Pese a no cosechar triunfos en el Gran Circo, sí lo ha hecho fuera. Su mayor éxito llegó en 2015, cuando llevó a Porsche a ganar las prestigiosas 24 horas de Le Mans, la prueba reina del Mundial de resistencia. Lo hizo, además, mientras mantenía su asiento en la Fórmula 1, algo que no pasaba desde que lo hicieron Bertrand Gachoty Johnny Herbert.