Zancadilla de Ferrari a Fernando Alonso: gana la batalla judicial y saca de la fábrica a su nuevo 'cerebrito'... a pesar de que ya estaba trabajando

Quien piense que la Fórmula 1 es una simple lucha en pista entre 20 monoplazas en igualdad de condiciones, se equivoca rotundamente. Primero, porque la batalla más básica librada en el gran circo es la de los diez constructores que conforman el campeonato, cada uno de ellos con un presupuesto económico distinto y un equipo de 'cerebritos' y 'manitas' que terminan marcando la diferencia a lo largo de la temporada. Una vez diseñada la máquina, esta queda en manos de unos pilotos que tampoco son calcamonías, claro. Y por si fuera poco, hay una última batalla que se libra prácticamente a diario: la de los despachos.

En 2024, sin ir más lejos, se pudo comprobar que los jefes de equipo no dejan escapar una sola de oportunidad de atacar al rival con declaraciones incendiarias y pullitas que hacen arder la parrilla. Aunque eso solo sea el pico del iceberg. Hay también pugnas legales que se esfuerzan en echar atrás proyectos y avances como el alerón flexible que, finalmente, desaparecerá a partir del Gran Premio de España de este año venidero. Y, cómo no, las que se centran en el famoso gardening.

Los fichajes en la F1 se acometen al igual que en cualquier otro deporte, con el detalle de que en la categoría reina del motor la información es clave. Los ingenieros conocen cada resquicio presente, pasado y futuro que llevan a cabo sus equipos, y dicha información confidencial compromete a las escuderías cuando otra firma ficha a sus estrellas de los garajes.

Le pasó por ejemplo a Adrian Newey, que hasta el día de ayer no pudo incorporarse a la disciplina de Aston Martin a pesar de estar confirmado su fichaje desde le mes de septiembre procedente de Red Bull. Y sin irse a ninguna otra fábrica, es la regla que ha aplicado Ferrari con Enrico Cardile. El italiano, contratado como director técnico y con la misión de supervisor cada paso aerodinámico que dé el equipo, no podrá trabajar con los británicos hasta el próximo 18 de julio... a pesar de haber metido ya las manos en la masa.

Aston Martin no ha ocultado en las últimas semanas que Cardile ya estaba dando sus primeros pasos en las oficinas de Silverstone con la entrada del nuevo año. Y esto, fuera de lo establecido por los italianos e ingleses en el momento de sellar el contrato, no ha sentado bien en Maranello. La reacción ha sido la esperable: la Scuderia llevó el caso al Tribunal de Módena. Y este le ha dado la razón. 

El periodo de gardening se fijó con un plazo de un año (Ferrari confirmó que Cardile se marcharía a Aston Martin el 9 de julio de 2024), una fecha incumplida, por lo cual el Tribunal de Módena ha dictaminado que el ingeniero no podrá colaborar con la entidad dirigida por Lawrence Stroll hasta que pase el Gran Premio de Gran Bretaña (la 12ª carrera de esta temporada).

Para entonces, ya estará prácticamente todo el pescado vendido en 2025... y buena parte del de 2026, año de referencia para los de Silverstone. Así, Ferrari ha sacado un valioso as de su manga para guardarse las espaldas. Cardile trabajaba estrechamente en la aerodinámica ferrarista desde 2016, por lo que conoce perfectamente el camino recorrido hasta volver a estar en la pomada para ganar el Mundial y, obviamente, algunos de los planes de futuro que los italianos llevarán a cabo con el paso de los fines de semana. Una información que ya no podrá beneficiar a Fernando Alonso en la presente temporada.