FÓRMULA 1

El Aston Martin de Fernando Alonso se apunta un tanto en medio del maquillaje de la F1

Las presentaciones del Gran Circo ya no son lo que eran, pero los británicos han conseguido dar la talla.

Fernando Alonso y Lance Stroll, durante la presentación del Aston Martin AMR23. /Aston Martin
Fernando Alonso y Lance Stroll, durante la presentación del Aston Martin AMR23. Aston Martin
Sergio Lillo

Sergio Lillo

Que las presentaciones de los monoplazas de Fórmula 1 no son lo que eran es algo así como afirmar que en invierno en el hemisferio norte hace frío. Y este 2023 no están siendo una excepción a una moda que se instauró hace ya unos años. Las grandes fiestas y eventos en lugares pintorescos pasaron a mejor vida. Pero los diseños digitales y la ausencia de coches reales que algunos equipos han tomado como norma es un paso más allá dentro del complejo proceso de diseñar y construir un monoplaza de competición.

Presentación del nuevo coche de Aston Martin Imagen: Reuters

El tiempo corre en contra de los equipos del Gran Circo en las semanas previas a la pretemporada (que este 2023 se ha reducido a solo tres días de test en Baréin). El trabajo de planificación comienza en ocasiones varias temporadas antes y durante los 12 meses previos los equipos dividen a sus departamentos para poner un ojo en el coche actual y otro en el del próximo año. Pero después de esto hay que construir las cerca de 14.500 piezas que conforman un F1 actual y ensamblarlas.

Los equipos suelen recurrir altúnel de viento (una instalación donde se recrean condiciones similares a las que experimentan las superficies aerodinámicas durante la competición, pero a escala reducida) para probar sus diseños antes de construirlos a escala real y sacarlos al asfalto de un circuito cercano a sus instalaciones. Pero si los datos que salen de estas simulaciones arrojan algún tipo de problema, pueden complicar la existencia de las escuderías.

Única imagen digital del Red Bull RB19 para la F1 2023.  Red Bull Racing
Única imagen digital del Red Bull RB19 para la F1 2023. Red Bull Racing

A todo esto hay que sumarle los millones de euros que cuesta poner en pista un coche con las actuales características tecnológicas de los F1. Un claro ejemplo de lo complicado que es tener todo a tiempo para la pretemporada es el caso de Williams en 2019, que no rodó hasta el tercero de los cuatro días de pruebas programados.

Atrás quedan presentaciones como la de McLaren en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia en 2007 con Fernando Alonso y Lewis Hamilton. Ahora, la mayoría de los equipos de mitad de tabla (e incluso el propio Red Bull Racing, campeón del mundo en 2022) apuestan por enseñar recreaciones digitales que atraen las miradas de los aficionados y satisfacen a los patrocinadores, pero que poco o nada tienen que ver con el coche real con el que competirán durante la temporada.

Presentaciones sin coches reales

Este 2023 ha sido el caso de Haas, Williams, Alfa Romeo, AlphaTauri o Red Bull, que se han limitado a enseñar recreaciones digitales de sus supuestos monoplazas o, en algunos casos, simples decoraciones pintadas sobre vehículos de exhibición. Por eso, el hecho de que Aston Martin se haya esforzado por enseñar una versión real de su AMR23 durante la primera presentación con Fernando Alonso en sus filas es de alabar.

El equipo británico ha ganado la primera carrera de las escuderías que en 2022 lucharon por detrás del quinto puesto, al tener listo el monoplaza que estrenarán este mismo martes en el circuito de Silverstone, nueve días antes de que den inicio los test de pretemporada en Sakhir. Además, lo ha hecho después de un trabajo titánico en el que el 95% del coche ha sido modificado, tal y como ha confirmado su director técnico, Dan Fallows, ex jefe de aerodinámica de Red Bull. El directivo también ha dejado claro que espera que "dos tercios" del coche actual cambien durante esta temporada a través de un intenso plan de desarrollo.

Las soluciones y recursos técnicos y aerodinámicos agresivosllaman la atención por sí mismos desde el alerón delantero, hasta la parte trasera del monoplaza verdinegro. Han trabajado en cada superficie aerodinámica, cada centímetro del vehículo y, por supuesto, en el fondo plano, zona clave con la nueva normativa técnica que entró en vigor en enero de 2022 por la cantidad de carga aerodinámica que puede llegar a generar.

El Haas VF23 en un shakedown en Silverstone.  Haas F1
El Haas VF23 en un shakedown en Silverstone. Haas F1

Los equipos aprovechan estos días previos a los test de pretemporada en Baréin para realizar los famosos filming day (dos días de rodaje por temporada en los que solo pueden completar 100 km con ruedas de exhibición). Estos sirven de prueba de fuego para los vehículos y permiten detectar a tiempo algún tipo de inconveniente que pueda llegar a adolecer la máquina en sus primeros días de vida. Ahí ha sido donde los Williams, Alfa Romeo e incluso Alpine (que presentará su coche el jueves) han empezado a hacer sus deberes en los últimos días.

Por delante está ahora la carrera que de verdad importa, la del cronómetro y para eso las 10 escuderías empezarán a medirse cara a cara (aunque no con todas cartas en la mesa) del 23 al 25 de febrero en Baréin. Y la primera batalla con fuego real será el primer fin de semana de marzo en el mismo escenario.