El presidente de la FIA da un paso al lado programado en un momento de máxima tensión
Mohammed Ben Sulayem entrega el control de las relaciones con la F1 a Nikolas Tombazis después de los últimos roces entre ambas entidades.
Mohammed Ben Sulayem, presidente de la FIA, ha dado un paso al lado esta semana después de los últimos rifirrafes que ha protagonizado con la Fórmula 1. El dubaití seguirá ocupando su cargo, pero cederá la responsabilidad de estar en el día a día de la máxima categoría del automovilismo a Nikolas Tombazis, director de la división de monoplazas de la FIA y ex ingeniero de Benetton, McLaren y Ferrari.
Este movimiento, si bien ya figuraba en el manifiesto con el que se presentó a las elecciones a la presidencia de la Federación Internacional de Automovilismo en diciembre de 2021, llega en un momento en el que las tensiones entre Ben Sulayem y diferentes estamentos de la F1 se habían incrementado por diferentes motivos.
El presidente del máximo organismo del automovilismo comunicó a los 10 equipos de la categoría su decisión el lunes por la tarde, según ha adelantado Daily Mail. En ella se puede leer: "Mi objetivo declarado era ser un presidente no ejecutivo mediante la creación de un equipo de directivos profesionales, que ya se ha completado en gran medida. Por lo tanto, a partir de ahora, vuestro contacto diario para todos los asuntos relacionados con la F1 será Nikolas [Tombazis, director de competición de monoplazas] y su equipo, mientras que yo me centraré en los asuntos estratégicos con mi equipo directivo".
Ben Sulayem no renunciará a su cargo y seguirá participando en las decisiones clave, además de viajando a los Grandes Premios, según ha asegurado la FIA a Relevo, pero se centrará en otras "atribuciones que abarcan la totalidad del automovilismo mundial y la movilidad". El ex piloto de rallies ha protagonizado en los últimos meses varias controversias, como sus intercambio de declaraciones con Christian Horner en la Gala de Premios de fin de temporada o, más recientemente, sus valoraciones sobre la oferta de compra que habría recibido Liberty Media de un fondo de inversión saudí por la F1.
El presidente de la FIA ha estado involucrado en todo lo relacionado con la F1 desde que asumió el cargo en diciembre de 2021, ha viajado a muchos grandes premios, ha estado presente en el podio y entrega de premios, y tomó un papel activo en la investigación de la infracción de Red Bull Racing del límite de gasto. Además, ha enarbolado la bandera en la cruzada para intentar que nuevos equipos entren en la F1, algo que ha llevado a la FIA a abrir un proceso de candidaturas para ampliar la parrilla actual de 10 equipos.
Aunque pueda parecer que el movimiento de Ben Sulayem llega como consecuencia de los últimos roces con la F1, lo cierto es que ya estaba en sus planes. De hecho el plan siempre fue que 2022 fuera un año de transición y durante el mismo se tomaron varias decisiones de calado, como el fichaje de Natalie Robyn, ex de Volvo, como la primera CEO de la FIA. Además, se anunció la reestructuración del organigrama de los cargos relacionados con las categorías de monoplazas a mediados de enero y en él figuraban dos nombres claves: Tombazis, como nuevo director de monoplazas, y Steve Nielsen, como nuevo director deportivo de la FIA, el mismo cargo que ocupa en la F1.
"Estos objetivos, así como el anuncio de la nueva estructura del departamento de monoplazas, estaban planeados desde el comienzo de su presidencia. El presidente de la FIA tiene amplias tareas que cubren la mayor parte del motorsport mundial y la movilidad, y ahora que la reorganización estructural en cuanto a la F1 está completa, este es un paso natural", asegura un portavoz de la FIA consultado por Relevo.
El paso al lado llega justo un mes antes de que arranque la temporada 2023 de la Fórmula 1 en Baréin, la más larga de toda su historia con 23 carreras. ¿Se entierra así el hacha de guerra? Veremos.