Las prisas de Fernando Alonso son buenas consejeras: "Necesitábamos esto, estamos algo liberados"
Aston Martin ya tiene más que brotes verdes pero tiene que confirmar sensaciones en carrera.
Budapest.- Dicen que las prisas no son buenas consejeras pero en el caso de Fernando Alonso en Hungría sí lo fueron. El imponente reloj de Rolex del paddock de Hungaroring marcaba casi la una de la tarde del sábado. Restaban cerca de treinta minutos para que arrancaran los últimos entrenamientos libres. El sol brillaba por su ausencia pese a haber sido protagonista desde el inicio del Gran Premio.
Dio tregua para dar paso a las nubes que dominaron desde primera hora del día de la clasificación. Lo normal a esa hora para un piloto es estar relajado en el motorhome del equipo, cambiándose para acercarse, unos minutos más tarde, al garaje. Una charla con los mecánicos y a subirse al monoplaza. Es lo que hizo la mayoría de la parrilla, como Checo Pérez, que recorrió esos escasos metros que separan un lugar de otro menos de un cuarto de hora antes. Pero Alonso es diferente y tenía prisa.
Con tanta antelación, tal vez excesiva, el asturiano salió del motorhome de Aston Martin para poner rumbo a su box. Con paso firme y decidido, quería estar cerca de su equipo antes de hora. Había que rematar la faena tras tantas horas trabajando en el coche desde los libres del viernes, donde su AMR-24 no terminaba de funcionar con las piezas nuevas.
🗣️ Fernando Alonso: "El balance es positivo. Sobre el papel no teníamos muchas esperanzas y las mejoras han traído más prestaciones"#HungriaDAZNF1 🇭🇺 pic.twitter.com/tvtn7TuYPe
— DAZN España (@DAZN_ES) July 20, 2024
"Fernando sigue sin estar contento con el equilibrio", reconoció Pedro Martínez De la Rosa. "Shocking to drive", se quejó Lance Stroll durante esas sesiones. Algo como "difícil de pilotar". Mientras Alonso no supo cómo ayudar a su compañero en ese momento por radio: "Ufff, buena suerte". Olía a tropezarse con la misma piedra otra vez con aquello de las mejoras.
El caso es que el fin de semana pintaba gris para Aston Martin. Otro Gran Premio donde piezas nuevas en el halo, el difusor o el alerón no iban a valer para nada. Al acabar esos libres del viernes que fueron un poco un desierto, hubo muchas horas de trabajo detrás para ajustar el set up y los reglajes del coche del español.
"El equipo hizo un gran trabajo hasta tarde anoche", reconoció tras terminar séptimo una clasificación que reflejó el acierto del equipo poniendo a punto el coche a una vuelta y dejando claro que el finde estaba yendo de menos a más. Meter ambos monoplazas en Q3 es una novedad que Aston Martin celebra. "Las mejoras han traído un poco más de prestaciones", inédito este año.
Una liberación
Séptimo y octavo son dos posiciones más que nobles. Si a eso se le suma el ritmo de carrera del bicampeón en esos entrenamientos que encaró con tantas prisas y llegando con antelación al box, el objetivo de conseguir puntos se queda corto. "Nos hacía falta algo así, estamos algo liberados", apuntó ante los medios post qualy.
El asturiano no deja de repetir que hay que sumar en ambas carreras pero su ritmo en tanda larga con el neumático medio fue más que interesante: calcó su primer sector del viernes y mejoró dos décimas en el segundo y cuatro en el tercero. Tal vez para pensar en una P8.
Logra dejar atrás un preocupante dato del viernes: Lance Stroll fue cuatro décimas más rápido que Alonso cuando el canadiense no llevaba las mejoras. Aston Martin parece haber virado hacia el rumbo correcto. Ahora tienen que confirmarlo en carrera y en otro circuito totalmente diferente como Spa, la próxima cita. Entonces podrán irse de vacaciones más "liberados" todavía.