FÓRMULA 1 | GP JAPÓN

Del "no sé qué hacer para ir más rápido" a la última maravilla de Alonso en Suzuka

El asturiano saldrá quinto en Japón tras sorprender a todos y vuelve a dejar en evidencia las simulaciones de los ordenadores.

Fernando Alonso, durante la clasificación del GP de Japón. /EFE
Fernando Alonso, durante la clasificación del GP de Japón. EFE
Daniel Knecht Escobar

Daniel Knecht Escobar

La chistera de Fernando Alonso siempre guarda un truco nuevo. Siempre, incluso en las carreras más complejas y cuando el ecosistema no encaja con él. En Japón, entre flores de loto y una lucha con milésimas de separación, floreció la mejor versión del asturiano. También la de Aston Martin en esta temporada de altibajos.

El equipo británico prometió mejoras y las trajo. El viernes, el cielo nipón parecía darle la espalda al equipo, con una sesión sin demasiados datos recogidos y pocas conclusiones sacadas de los pequeños cambios implantados en el monoplaza debido al temporal. El sábado salió el sol en el circuito y también en el box de los británicos, porque su quinto puesto ha sido un rayo de esperanza sobre los pronósticos de cara a la clasificación. Y más allá del paso adelante del AMR-24, Fernando encontró su mejor conducción.

De hecho, la Q1 ya dejó claro que el trabajo hecho por el equipo en estas dos semanas que han separado Australia de Japón ha dado sus frutos a pesar de que Lance Stroll no ha entendido el coche. Alonso se desató para superar a uno de los Red Bull y poder descansar durante 15 minutos en el garaje tras asegurarse su presencia en la siguiente ronda. La Q2 no fue mejor, pero tampoco importaba.

El 'factor sorpresa' es Suzuka

Suzuka es de esos días del calendario que alegran la vista del espectador. En una Fórmula 1 monopolizada por un holandés al volante de un cohete con publicidad de Red Bull, las sorpresas son siempre bienvenidas, y Fernando está siempre puesto para la misión. Incluso cuando él mismo se la lleva.

"No esperaba estar tan arriba", reconoció Alonso al encontrarse con los micrófonos oficiales de la F1. Trató de rebajar, eso sí, la euforia que provoca verle de nuevo arriba tras sus continuas insinuaciones de que la aspiración del equipo era la de pelear por ser algo más que el "cuarto o quinto coche". "Es difícil saber hasta qué punto hemos mejorado hasta que lo analicemos todo. He sentido bien el coche, hemos ido un poco por encima de las posibilidades".

Pero a pesar de ser conservador, la realidad es que ya todos cuentan con su presencia en la pelea. Carlos Sainz, que si verá a Alonso a través de sus retrovisores y no de su visera será gracias a cuatro escasas milésimas, se lo huele. El discurso del madrileño, que saldrá cuarto, fue revelador para entender la hazaña del ovetense. "Solo él ha mejorado su tiempo en la Q3".

Concretamente, décima y media. Era el mensaje de radio que recibía el bicampeón al ecuador de la tercera ronda de la crono, cuando pasó por boxes para cambiar sus gomas. Su equipo lo animaba a buscar una cuarta plaza que le quedaba a tiro de piedra. La respuesta de Alonso, contundente, se contradijo minutos más tarde: "No sé qué hacer para ir más rápido. Pensaba que la vuelta había sido buena".

Finalmente no escaló hasta la segunda fila de salida pero el apretado resultado confirma las sospechas de que la carrera de mañana aguarda unas ilusionantes posibilidades para él. Ese último giro le valió una buena posición de inicio, en el quinto cajón y una buena palmadita de enhorabuena de su jefe, Mike Krack.

El jefe, a sus pies

El luxemburgués atendió a DAZN tras la sesión para dar sus primeras impresiones sobre los cambios implementados en el monoplaza y no pudo evitar deshacerse en elogios a al asturiano: "Creo que no podíamos haberlo hecho mejor. Su diagnóstico después de la primera tanda era que no podía ir más rápido y aún así lo hizo. Es muy fuerte".

Su mensaje también tuvo espacio para un frío análisis sobre lo que el 'nuevo' coche puede potencialmente ofrecer, porque aún deben "observar todos los datos", y un pequeño recado a su segundo piloto: "El objetivo era tener a los dos coches en Q3 y no lo hemos conseguido. Debemos observar si los coches son idénticos". Por suerte para Krack y el show del Gran Circo, Alonso se encargó de poner el azúcar a la mañana 'agridulce' de Aston Martin.