Un recibidor lleno adelantó el podio 200 de Lewis Hamilton

Es el día preferido de los periodistas. En los jueves de un Gran Premio, se puede caminar por el paddock, todo lo contrario a los domingos de carrera. Los pilotos hablan para contar sus sensaciones en la previa y cómo encaran el fin de semana. Algunos equipos, incluso, abren las puertas de sus casas a la prensa para acoger las comparecencias de los pilotos.

Uno de ellos en Hungría fue Mercedes, que improvisó su rueda de prensa conjunta con Lewis Hamilton y George Russell. En el recibidor de su motorhome, donde tuvo acceso Relevo, no cabía un alfiler. Estaba repleto de cabezas de periodistas de todo el mundo buscando un tímido resquicio por el que asomarse para ver fugazmente a los británicos.

Esto no es habitual. La jefa de prensa del heptacampeón, su fiel Rosa Herrero, invita a los más rezagados a no quedarse en la puerta y a avanzar algunos metros para tener mejores vistas. Ese recibidor de Mercedes hacía mucho tiempo que no estaba así. Unas cien personas en un reducido espacio. Hamilton, de hecho, parecía un profeta: cuando le preguntaban, bastante más que a Russell, imperaba el silencio y todos callaban.

El efecto Silverstone fue clave para que volviera a congregar a tantas masas. El británico no ganaba una carrera desde 2021 y, desde su victoria hace un par de semanas, parece haber reenganchado a la gente. Ganando en casa rompió innumerables récords y, con su podio en el Gran Premio de Hungría de F1, ha alcanzado una cifra redonda.

El heptacampeón es el único piloto con 200 podios en Fórmula 1. Aquel recibidor de Mercedes decía muchas cosas aunque los más veteranos del paddock rescatan que les recordaba a los tiempos gloriosos de la escudería donde dominaban el deporte de calle. Las mismas sensaciones de hace más de cuatro años.

Tanto apoyo y atención a Hamilton pareció presagiar el resultado de este fin de semana. Seguramente no entraba en sus planes terminar delante de Verstappen pero sacó los codos como antaño y lo dejó atrás. El neerlandés terminó desquiciado y hasta se tiró con todo a por el piloto de Mercedes en la curva 1. Bloqueó y salió volando.

Antes, fue detrás de Hamilton durante varias vueltas achuchándole por los retrovisores. No consiguió pasarle porque el británico lo echó de pista o, simplemente, fue agresivo, a lo Verstappen. "Max es un piloto duro y me ha sacado de la pista. Ha frenado demasiado y ha cometido un error". Al final, podio 200 para Hamilton sin hacer mucho ruido, solo superado por los Mclaren. En Spa, su motorhome volverá a estar lleno.