FÓRMULA 1

Un desmentido de Aston Martin entre corrillos siembra la duda sobre el futuro de Max Verstappen

El campeón, con contrato hasta 2028, ha sido relacionado con el equipo de Fernando Alonso.

Alonso y Verstappen, cuchicheando./AFP
Alonso y Verstappen, cuchicheando. AFP
Jorge Peiró

Jorge Peiró

La Fórmula 1 es capaz de juntar en una misma frase a los dos protagonistas más remotos del mundo. A dos actores que no han tenido demasiado contacto. Como a esas dos personas que apenas han pasado tiempo juntos y empiezan a salir. Esto no significa que el romance entre el campeón del mundo Max Verstappen y el equipo Aston Martin vaya a ser una realidad aunque, por ahora, como mínimo, ya han figurado juntos en alguna revista del corazón.

En concreto, en el prestigioso Daily Mail, el pasado 16 de enero. El medio británico publicó el interés de la escudería para la que pilota Fernando Alonso por el tetracampeón, que tiene contrato en vigor con Red Bull hasta 2028. Un billón de libras de por medio, es decir, unos mil millones, una cifra que rompería la banca en el Gran Circo. Verstappen, mientras, va acumulando motivos para mirar a una posible salida de la escudería de las bebidas.

El año pasado su equipo se deshizo. Ganó el título de pilotos con brillantez pero no pudo hacerse con el de Constructores, donde sumó una cantidad brutal de puntos para que su equipo acabara tercero. Empezaron a crecer los enanos con el lío extradeportivo de Christian Horner, la salida de Adrian Newey y el desplome de prestaciones del Red Bull, que dejó de ser el monoplaza más rápido desde el mes de mayo.

No es que Verstappen se empiece a hartar pero sí que su "quiero estar siempre en el coche más rápido" empieza a retumbar en el paddock de Fórmula 1. El campeón está abierto a posibilidades por mucho cariño y Mundiales que le haya dado Red Bull desde pequeño. Es un depredador y se inclinará hacia las contínuas tentaciones de Toto Wolff desde Mercedes o a los petrodólares de Aramco en Aston Martin, el proyecto más tentador de la parrilla de lejos.

"¡Es mucho dinero! El único contacto que he tenido con ellos fue sobre un GT3 para este año, eso es todo. No hay mucho que decir realmente, porque no hay nada". Mientras el neerlandés lo negó durante el evento de presentación de los monoplazas en Londres, en declaraciones recogidas por Planet F1, los asientos de Aston Martin van poniéndole ojitos.

Tanto el de Alonso como el de Stroll tienen morbo. Si el campeón aterriza en Silverstone, ¿sustituirá al bicampeón y estrella o al hijo del jefe Lawrence Stroll? Christian Horner, team principal de Red Bull y casi un padrino de Verstappen, se sumó a las negativas de su piloto: "Sé que los medios tenéis que llenar columnas durante el período invernal, pero un contrato de mil millones de dólares con un piloto sería una cantidad de dinero exorbitante. Creo que Max está muy feliz en el entorno en el que se encuentra".

Un desmentido sospechoso

Que Verstappen y Horner nieguen los rumores entra dentro de lo esperado. Balones fuera y a centrarse en un año incierto que puede empujar a salir al tetracampeón si se mantiene la tendencia del año pasado. 2026 es el año señalado con la nueva reglamentación y Max se venderá al mejor postor, como cualquier tiburón. Lo que sorprende de la historia es el desmentido de Aston Martin cuando salió a la luz aquella historia desde la prensa británica en pleno parón.

La escudería de Silverstone se puso nerviosa cuando leyó que su oferta sería, presuntamente, de 200 millones cada curso durante cinco años. El neerlandés cobra ahora unos 50 millones por temporada pero Aston Martin se puede permitir lo que quiera con el talonario de Stroll de por medio. Salieron a desmentir de forma inminente, repentina y, tal vez sorprendente, cuando se les relacionó con Verstappen. No es la primera vez, por cierto, que ocurre en el último año.

Llama la atención cuando hay rumores, de menos calibre, cada semana circulando por la prensa internacional. Un comportamiento más habitual hubiera sido pasar del tema y seguir con sus vidas pero decidieron actuar y negar los rumores con mucha contundencia. Con alguna palabra malsonante de por medio, incluso. Desde entonces, la situación se ha enfriado pero se volverá a avivar si el coche del equipo de las bebidas no corre.