Miami lo confirmó: Max Verstappen está en otra liga y Fernando Alonso es top 3 en esta F1

No había dudas de que estaría ahí a lo largo de la carrera. Ni siquiera la cantidad ingente de VIPs que poblaron la parrilla antes de la salida, ni tampoco el show innecesario con el que se presentó a los 20 pilotos (pertrechados con chalecos de hielo) consiguieron distraerle. Pero que en la vuelta 14 se haya metido en puestos de podio es una clara muestra de dónde están Red Bull y Max Verstappen en estos momentos en la F1 2023. El neerlandés ha completado un domingo perfecto para imponerse sobre sus rivales tras salir 9º después de uno de sus nada habituales errores. Y de paso ha mandado un mensaje a Sergio Pérez: no va a darle tregua en la batalla por el título.

El mexicano, que se defendió con soltura de los dos pilotos españoles que arrancaban detrás de él este domingo, no tuvo opción a rechistar ante la superioridad de su compañero de garaje. Y de invitado de excepción a la fiesta de las bebidas energéticas en la VIP Miami, Fernando Alonso. El asturiano sigue de dulce y vuelve al podio tras estar ausente en Bakú. Cuatro de cinco para él, como en 2007, cuando llegó a luchar por el Mundial hasta la última cita del año.

Todo parecía preparado para que Carlos Sainz se sumara a la batalla por el top 3, pero un fallo en la entrada a boxes antes de mitad de carrera y los problemas de gestión de neumáticos del Ferrari terminaron por sacarle de la ecuación una vez más. En Maranello no saltan las alarmas, pero deberían empezar a activar planes de emergencia.

Está en su propia liga. Masterclass. Golpe sobre la mesa. Llamadlo 'X'. El sábado cometió uno de esos fallos que no acostumbra en su primer intento cronometrado en la Q3, pero esto le sirvió de acicate para la jornada del domingo. Salió con el cuchillo entre los dientes a conquistar todas y cada una de las posiciones que le separaban de su compañero y rival, Checo Pérez. Y en la vuelta 10 ya se había colocado en situación de atacar los puestos de podio, algo que logró como si toda una tripulación le acompañase a bordo de un navío invencible. Necesita poco para encontrar la motivación, pero el aliento del mexicano a su espalda en la última semana le ha dado alas. Esas que todavía no quieren cortar a Pérez los Horner y Marko, pero que el neerlandés se quiere encargar de rasurar.

El bicampeón del mundo asturiano está hecho de otra pasta. En la quinta cita del año sumó su cuarto podio, algo que no había logrado desde su primer año con McLaren en 2007. Su 33ª vez... que subió al tercer cajón. Aunque no pudo poner en aprietos a Sergio Pérez en las primeras vueltas de carrera, tras su segundo puesto en parilla, gestionó a la perfección el ritmo de su Aston Martin de principio a fin. Sin fallos. Preciso y constante. Llegó a sugerirle un ajuste de estrategia a su ingeniero tras analizar, mientras pilotaba a 300 km/h entre muros, su ritmo y el de sus rivales. Sin palabras. Poco le costó deshacerse de Sainz después de completar su parada y, a partir de ahí, le dio tiempo hasta a mirar las pantallas gigantes de televisión del trazado estadounidense y aplaudir un adelantamiento de su compañero, Lance Stroll, que se fue con las manos vacías de Miami.

El piloto monegasco ha pasado de lograr la pole position en Bakú y acabar en el top 3 en la Sprint y en la carrera del domingo, a pelear con el Haas de Kevin Magnussen durante buena parte del GP de Miami por los últimos puestos de puntos… tan solo una semana después. Por si fuera poco, Leclerc llegó a tal situación después de cometer dos errores gruesos en los libres 2 y en la Q3 definitiva del sábado en el mismo punto del circuito estadounidense. Está desdibujado este año. Y no parece que solo sea por un Ferrari caprichoso al que no le terminan de encontrar el punto ni él, ni Sainz. La realidad es que está 7º en el Mundial de pilotos después de cinco carreras. Desde su año de debut en Alfa Romeo Sauber no había estado en una posición peor a estas alturas de campeonato.

"Mantén la cabeza fría, Carlos". El piloto madrileño de Ferrari está sufriendo en este inicio de temporada en el que el equipo italiano, en lugar de dar el paso adelante que se le presuponía, ha dado alguno para atrás. Lo que inicialmente parecía un problema de degradación, parece ser algo más, según se trasluce de las palabras de Sainz este fin de semana. Aunque levantó el vuelo tras un fin de semana en Bakú, hace siete días, que le desdibujó por completo y a que en el arranque de la carrera parecía estar en disposición de plantar cara a Alonso, la conclusión fue otra. Pero un error en la entrada al pitlane en la parada en boxes derivó en una sanción de 5 segundos que cumplió tras la carrera. No obstante, la caída de ritmo del Ferrari con los duros le complicó la existencia y se vio superado también por el Mercedes de George Russell. Un quinto puesto que desespera en un domingo en el que la mirada estaba mucho más arriba.