Carlos Sainz empieza fuerte mientras Charles Leclerc pinta otro "desastre" en Hungría
Ferrari brinda a sus pilotos mejoras tras varios Grandes Premios muy rezagados de sus rivales, aunque no las han aprovechado de igual manera.

Se nota que Carlos Sainz está feliz. En su rostro se ha notado desde este viernes una luz especial, desde el momento en el que fue preguntado por su pique con Lando Norris por la final que España le ganó a Inglaterra el pasado domingo 14 de julio. Sainz le escribió un '2-1 viva España' en la plaza de parking a su amigo, y bromeó diciendo que "en un deporte dominado por los ingleses de vez en cuando hay que recordarles quién manda".
En su deporte, sin embargo, Norris sí que le gana la partida a Carlos. Es consciente de que están varios pasos por delante, pero eso no es razón para que el madrileño tire la toalla. Bajo el caluroso sol de Hungría, llevó a su Ferrari hasta la primera posición en los Libres 1 y la tercera de los Libres 2. Nada mal para levantar el ánimo y hacerse fuerte antes de salir mañana a batirse en duelo en las pruebas de verdad. Se desconoce si será o no más rápido en clasificación y después en carrera (domingo, 21 de julio, a las 15:00 horas) pero, a alturas del viernes, saca pecho de ganar en unos simples entrenamientos a su compañero.
Charles Leclerc fue tercero en la primera sesión, tres décimas más lento. En la segunda firmó un despropósito patinando en el segundo sector y yéndose contra el muro. El accidente no fue grave, de hecho salió por su propio pie del monoplaza. Tras ser llevado hasta su box por el coche médico, se quitó el casco y analizó con su equipo lo ocurrido. Eso sí, su Ferrari estaba inoperante.
GOLPETAZO TREMENDO DE LECLERC
— DAZN España (@DAZN_ES) July 19, 2024
El piloto está bien después de irse contra el muro en Libres 2 #HungriaDAZNF1 🇭🇺 pic.twitter.com/zaDJC4c5zJ
Lo preocupante de verdad era su rostro de abatimiento. No mostró muecas de optimismo (lógico, tras perder de nuevo el control) ni felicidad, pero es un gesto demasiado común en las últimas semanas. Es consciente de que su rendimiento tras ganar en Mónaco no es el esperado por el equipo, y va reconociendo por el paddock del Hungaroring que sus últimas carreras están siendo "muy malas, un desastre".
Fred Vasseur, su jefe, trata de darles a él y a su compañero todas las herramientas para estar en la pelea, ahora que están en cuestión de centésimas de diferencia. "Deben dar lo mejor de sí mismos y tener confianza en el coche si quieren obtener los mejores resultados posibles". De eso último Charles parece ir corto, ya que antes de su trompo ya había tenido un susto en el mismo piano y había manchado sus gomas de grava en una escapatoria.
Está convencido de que el paquete introducido para Budapest les permitirá "estar entre los primeros", porque así han debido dictarlo las simulaciones y los datos recogidos. Así lo ha reflejado Marc Gené, miembro del equipo de Maranello, en los micrófonos de DAZN: "Esperábamos ser más rápidos que a la mañana, pero no estamos descontentos". Tanto Sainz como, sobre todo, Leclerc deben estar enchufados y confiados para hacer realidad los presagios de Vasseur.