El esperpento en el que se ha convertido Red Bull que puede echar a Max Verstappen: "Esto no es bueno para mí ni para mi padre"

"Está claro que no es bueno, ni para mí, ni para mi padre, ni para Christian (Horner), ni para el equipo". Max Verstappen no esconde que la perfección del equipo Red Bull es historia porque se está convirtiendo en un 'Sálvame Deluxe'. La celebración de los veinte años de la escudería campeona en Fórmula 1 en su casa, el Red BullRing, ha quedado empañada por el pique entre el padre de Verstappen y el jefe del equipo.

Que Jos Verstappen y Christian Horner se llevan como el perro y el gato no es novedad. A principio de temporada, el neerlandés pidió que el Team Principal dejara el equipo después de que emergiera su supuesto "comportamiento inapropiado" con una empleada. "Podría saltar el equipo por los aires", avisó. Aquella lucha de poder lo cambió todo.

Este fin de semana han vuelto a bajar al barro para intercambiarse bondades. La disputa, reconocen en la escudería que es "infantil", pues se han peleado por la exhibición que organizaba Red Bull en su circuito de Austria. "Por supuesto que no quieres que pasen estas cosas, mi padre ha dejado muy claro sus razones y lo puedo entender", añadió Verstappen.

Su padre, que no traga a Horner, puso el grito en el cielo después de que no le dejaran pilotar un coche clásico durante la fiesta. El Red Bull campeón de 2012 de Sebastian Vettel, concretamente.

Jos Verstappen señaló directamente al jefe de la escudería: "He escuchado de varias fuentes que ha hecho todo lo posible para que yo no pilotara y no saliera en ningún video. Entonces pienso, 'dímelo a la cara', esto es decepcionante...". Le pareció un "berrinche infantil" y añadió que está "harto" del jefe de su hijo. "Cómo puedes ser tan infantil", añadió.

Horner echó balones fuera: "No ha habido veto por mi parte, decide el circuito". El piloto entiende el enfado de su padre: "Le piden pilotar, se entera de que no le dejan... le entiendo. Por supuesto que se podría haber evitado". El caso es que su relación lleva tiempo en la cuerda floja y, si estalla, su hijo podría salir del equipo campeón.

El piloto ya aseguró, hasta en dos ocasiones, hace unos días su continuidad en el equipo el año que viene. Sin embargo, en 2026 se abre otro escenario con nuevas reglas en la F1 donde, si el mal clima sigue, Verstappen podría decidir moverse. Ahora lo tiene todo en Red Bull pero el carácter fuerte de su padre podría decantar la balanza hacia otro equipo.

Helmut Marko, asesor de Red Bull, solo quiere paz porque huele lo que puede pasar y conoce muy bien a los Verstappen. "En realidad hemos decidido concentrarnos en el aspecto deportivo y tenemos suficientes problemas ahí para resolver eso", según recoge PlanetF1.

"Pero lo que voy a decir es que se trata de un asunto privado entre Jos y Christian, y que realmente no debería tener lugar en absoluto por asuntos tan triviales como una carrera de exhibición", concluyó Marko. El fin de semana casi perfecto en pista fue ensuciado por el pique en Verstappen padre y Horner. El piloto lo ganó casi todo en la fiesta de Red Bull que se descafeinó por los cruces de declaraciones que pueden decidir el futuro del tricampeón del mundo.